Subtitulado por Teletexto-TVE.

Yo soy Peppa Pig. (Gruñe).

Este es mi hermano pequeño, George. (Gruñe).

Esta es mamá Pig. (Gruñe).

Y este es papá Pig. (Gruñe).

Peppa Pig. (Gruñe).

“Secretos”.

Mamá Pig tiene una caja especial para Peppa.

Peppa, esta caja la he hecho para ti.

¡Gracias, mami!

Es una “caja de los secretos” para que guardes los tuyos.

¿Y qué puedo meter dentro, mamá?

Eso sólo puedes decidirlo tú. Es tu “caja de los secretos”.

¡Ya se me ha ocurrido lo que puedo meter!

Bien. Pero no me lo digas.

No te lo pienso decir, ni a George, ni a papá. ¡Es un secreto!

George, esta es mi “caja de los secretos”, (Gruñe).

Está vacía. Vengo a buscar algunas cosas para meterlas dentro.

George quiere ayudar a Peppa.

No, George, sólo yo puedo saber lo que habrá en la caja.

Tienes que esperar fuera mientras me decido.

(Gruñe).

Peppa va a elegir algunas cosas secretas para meter en la caja.

¡Mi “caja de los secretos” ya está llena!

George, tú no debes mirar dentro.

A George le gustaría saber

lo que hay en la “caja de los secretos” de Peppa.

Si quieres, puedes probar a adivinarlo.

(Gruñe).

¡Dinosaurio!

George cree que ha metido un dinosaurio en la caja.

¡Oh, George! Siempre estás diciendo “dinosaurio”, a todas horas. (Gruñe)

De todas formas, un dinosaurio es demasiado grande,

no cabría en la caja.

George no consigue adivinar lo que hay en la “caja de los secretos”.

Papá Pig está limpiando un cuadro.

¡Papi! Esta es mi “caja de los secretos”, ¿sabes?

¡Me la ha hecho mamá!

(Gruñe) Es muy bonita, Peppa. ¿Qué hay dentro?

¡Es un secreto! (Gruñe).

George ha intentado adivinarlo, pero no ha acertado.

¿Puedo probar yo? (Gruñe).

Sí.

Hmmm. ¿Has metido mis gafas dentro?

¡No! ¡Pero si llevas las gafas puestas!

¡Oh, es verdad!

¡Qué tonto, papi! Venga, tienes que adivinar mejor.

Vale. (Gruñe)

¿Has metido los zapatos de mamá?

¡No! Y ya no puedes intentarlo más.

A Peppa le gustan los secretos.

¡Mami! Nadie sabe lo que hay en mi caja.

¡Oh! ¿Qué es lo que tiene George?

(Gruñe) También le he hecho una caja a George.

Y la ha llenado de secretos. Sólo él sabe lo que hay dentro.

Ah.

A Peppa le gustaría saber qué hay en la caja de George.

Ha metido su dinosaurio de juguete, claro.¡No!

El dinosaurio de juguete no está en la caja de George.

Es muy difícil. No lo adivinaré nunca.

A Peppa ya no le gustan los secretos tanto como antes.

A lo mejor si le enseñas a George algo de tu caja,

él te enseña algo de la suya.

Vale. Pero lo hacemos al mismo tiempo.

Es una buena idea.

A la de tres, sacáis algo de lo que hay en vuestras cajas. ¿Preparados?

Sí.

Una... dos... ¡y tres!

George saca un tambor y Peppa una trompeta.

¡Qué bonito!

Sí, suena muy bien. A ver, ¿tenéis más secretos?

George tiene una rosquilla.

Oh.

Pero la caja de Peppa está vacía.

¡Yo no tengo nada más!

Por suerte, yo sí. Vamos, coged.

A George, a Peppa, a mamá y a papá les encantan las rosquillas.

No tengo una “caja de los secretos” especial.

Pero me sé un sitio buenísimo para esconder mi rosquilla.

¿Adivináis dónde?

Mmm... ¿piensas esconderla en... la nevera?

¡No! (Gruñe)

En un sitio más especial.

¡Mi barriga! ¡Mmmm! ¡Riquísima!

¡Voy a esconder la mía en mi barriga!

¡Y yo!

“Volando una cometa”.

Es un día claro y soleado.

Peppa y su familia han ido al parque.

Van a volar una cometa.

Ríen.

George va a ser el primero en volar la cometa.

George corre lo más rápido que puede.

Pero la cometa no vuela.

¡George! ¡Lo estás haciendo mal!

Has corrido muy despacio, ahora me toca a mí.

Peppa corre lo más rápido que puede.

Pero la cometa sigue sin volar.

La cometa no puede volar si no hay viento, por muy rápido que corráis.

¡Oh!

Tenemos que esperar a que se levante un poco de viento.

¡Oh!

¡Mirad, se está levantando viento!

Ahora que hace viento, la cometa puede volar.

El viento es muy fuerte.

¡Ahora el viento es fortísimo!

¡George! (Ríe).

¡Aaaaah! ¡Peppa!

Gracias, papi.

Papá Pig vuela la cometa.

¡Bieeen!

¡Más alto, más alto!

Papá Pig vuela la cometa muy bien.

¡Oh! ¡Oh!

Yo, soy un experto en volar cometas.

¡Cuidado con los árboles! Podría engancharse la cometa.

Tranquila, yo sé lo que hago.

¡Vaya! Se ha enganchado la cometa en un árbol.

Oh, no. (Gruñe).

¡Hmm! Oh.

Llora.

No llores, George. Papá bajará la cometa.

¡Sí, bien!

Eh... sí.

¡Cuidado! ¡Hay un charco muy grande!

A Peppa y a George les encanta saltar en los charcos.

¿Podemos saltar en el charco? ¡Por favor!

No. No quiero que os llenéis de barro. Ohhh.

Apartaos, niños.

¡Ten mucho cuidado, papá Pig! (Gruñe).

Yo sé lo que hago.

Por favor, ten cuidado.

¡Un poco más allá, papi!

¡Papá Pig, pesas demasiado para esa rama!

¡Tonterías! Yo sé exactamente lo que peso.

¡Ya está! ¡Bien!

Papá Pig ha rescatado la cometa.

¡Ay!

¡Uy, uy, uy! Se han puesto perdidos de barro.

(Gruñe) Sólo es barro.

Ríen.

Por suerte, papá Pig no se ha hecho daño.

Y la cometa ya no está en el árbol.

(Los tres)¡Bien!

Mamá, ya que estamos llenos de barro, ¿podemos saltar en el charco?

Bueno, supongo que sí. Es imposible que os manchéis más.

Además, papá Pig se va a encargar de la colada...

¡Oh! ¡Oh!

A Peppa y a George les encanta saltar en los charcos de barro.

A mamá y a papá les encanta saltar en los charcos de barro.

¡A todos les encanta saltar en los charcos de barro!

Saltar en los charcos de barro es tan divertido como volar cometas.

“Picnic”.

Hace un precioso día de sol.

Peppa y su familia van a ir de picnic.

Papá Pig lleva la cesta de picnic.

Manta para el suelo, pan, queso, tomates y limonada.

Peppa, ¿crees que se nos olvida algo?

¡La tarta de fresa de mamá!

¡Te he gastado una broma!

La tarta de fresa que ha hecho mamá también va.

¿Estáis todos listos? (Los tres) ¡Listos!

¡Pues vámonos!

Este lugar es perfecto para nuestro picnic.

(Todos)¡Bien!

¡Qué bien se está al aire libre!

Deberíamos correr un poco para hacer ejercicio.

Yo quiero comer y echarme la siesta. No me apetece nada ponerme a correr.

A papi le vendría bien correr un poco.

Tiene la barriga muy gorda.

Mi barriga no es gorda. (Gruñe).

Pero después haré un poco de ejercicio,

aunque nadie lo haga conmigo.

¡Vamos a comer!

Buena idea, mamá Pig. ¡Tengo mucha hambre!

¡Hmm, riquísimo!

¡Ahhh! Qué sueño me está entrando.

¿No decías que querías correr un poco, papá Pig?

Después... (Ronca).

¡Mirad! ¡Hay un estanque con patos!

Mami, ¿podemos darles de comer?

Claro, podéis darles el pan que ha sobrado.

A Peppa y a George les encanta dar de comer a los patos.

Mami, yo creo que tienen más hambre.

Era todo lo que quedaba. Seguro que ya han comido bastante.

Lo siento, señora pato, no tenemos más pan.

Los patos quieren más comida.

Ronca.

Es hora de que acabe “el ejercicio” de papá Pig.

Ríen.

¿Eh? ¿Qué?

¡Vosotros otra vez!

Peppa ya os lo ha dicho: no queda más pan.

Mamá, también tenemos tarta de fresa.

Bueno, si sobra algo de tarta, podéis dárselo a los patos.

Ríen.

A todos les gusta la tarta de fresa que hace mamá Pig.

¡Una avispa! ¡Odio las avispas! ¡Fuera!

Qué exagerada eres, mamá Pig. Sólo es una pequeña avispa.

¡Ah! ¡Fuera, avispa!

Si no te mueves, mamá Pig, se irá volando.

¡Hala! ¿Lo ves?

Sólo tenías que estarte quieta. ¡Eh!

¡Déjame! ¡Oooh!

¡Socorro!

¡Oooh! ¡Déjame! ¡Fuera!

Espero que la avispa no pique a papá.

¡Déjame en paz, bichejo!

No, papá corre muy rápido, la avispa no le alcanzará.

¡Aaah!

Vamos a comernos la tarta antes de que vuelva la avispa.

¡Oh! ¡Se nos ha olvidado dejar algo para los patos!

¡Creo que ya no me sigue!

Dijiste que ibas a correr para hacer ejercicio, papá Pig,

¡pero nunca creí que fueras a hacerlo!

Ríen.

Por suerte, ya me voy a poder comer mi pedazo de tarta.

¡Para, papi! ¡Les prometimos el resto de la tarta a los patos!

Oh.

Tenéis mucha suerte, patos.

Dadle las gracias a papá Pig.

De nada, de nada.

Es hora de irnos a casa. Despedíos de los patos.

Adiós, patitos.

(Gruñe).

¡Hasta otro día!

“Instrumentos musicales”.

Mamá y papá Pig han hecho limpia en casa.

Mirad, hemos encontrado esta vieja caja en el desván.

¡Ohh! ¡Ohh!

¿A que no adivináis lo que hay dentro?

Hmmm, pues no. (Gruñe).

¡Está llena de instrumentos musicales!

¡Hala! ¡Hala!

Sólo tienen un poco de polvo.

Estornuda.

Ríen.

Este es el violín que yo tocaba cuando era pequeña.

Mamá, ¿puedes tocar un poco el violín?

Hace mucho tiempo que no lo hago.

¡Por favor, mami! ¡Toca un poquito!

No sé si se me habrá olvidado.

¡Bravo! ¡Muy bien!

Mamá, ¿puedo tocarlo yo?

Sujétalo así. Vale, mamá.

(Todos) ¡Oh!

¡Oh, vaya! El violín no debería sonar así.

(Gruñe).

George quiere probar.

Toma, sujétalo así.

(Todos) ¡Oh!

Así tampoco suena muy bien.

El violín es muy difícil de tocar.

Peppa, puede que se te dé mejor tocar este tambor.

¡Gracias, papi!

¡Eso suena mejor! A Peppa le encanta tocar el tambor.

¡Muy bien! Sí, suena mucho mejor.

Este es el viejo acordeón de papá Pig.

Le tocaba esta melodía a mamá Pig cuando nos conocimos.

Oh, papá Pig. Me acuerdo de esa melodía.

¡George también quiere tocar el acordeón!

¿Estás seguro, George?

El acordeón es muy difícil.

George, oye, tocar el acordeón

es casi tan difícil como tocar mi tambor.

(Gruñe).

Está bien, George.

¡Oh!

Puede que George sea demasiado pequeño para tocar el acordeón.

Papá, (Gruñe), ¿qué otros instrumentos hay ahí dentro?

Sólo esta trompa.

¿Puedo probar?

Sí, tienes que soplar muy fuerte.

No sale ningún sonido.

¡Es imposible!

A ver, déjame que lo intente yo.

Sigue sin salir ningún sonido.

A lo mejor hace falta alguien tan grande y fuerte como yo.

Tampoco sale ningún sonido.

Peppa tiene razón; es imposible que suene.

No importa, papá Pig.

Tú dedícate al acordeón. (Gruñe). ¡Lo tocas de maravilla!

Bueno, lo toco bastante bien, aunque esté mal que yo lo diga.

¡Vamos! Yo tocaré mi violín.

Y yo tocaré mi tambor.

Mamá Pig toca el violín.

Papá Pig toca el acordeón.

Peppa toca el tambor.

Pero ¿qué instrumento tocará George?

Sonido fuerte.

¡George ha tocado la trompa!

Mamá no ha podido tocar la trompa y papá tampoco ha podido.

Ni siquiera yo he podido.

¡Pero George lo ha conseguido!

Ríen.