¡Tommy! ¡Tommy! ¡Date prisa!

Hola, Audrey.

Dime, ¿quién es el nuevo residente?

¿Un nuevo amigo para Jiloo? Mmm-mmm.

¿Un hermanito para Sticky? Mmm-mmm.

¡Ah! ¡Un compañero para Milo!

¡Yuju! Tampoco.

Es una cría de elefante.

¡Hala! Tommy, te presento a Eesha.

La llevaremos a una reserva de la India cuando crezca un poco.

Un elefante asiático en la vida real.

¡Justo aquí conmigo!

(BARRITA)

¿Qué ha pasado?

Eh, eh. Tranquila, Eesha.

No pasa nada. (BARRITA)

¿Por qué le das miedo?

Los animales nunca tienen miedo de ti.

Eesha fue liberada de un circo que cerraron

por maltrato a los animales.

Nunca ha conocido un humano en quien pueda confiar.

Es horrible.

Pobre Eesha.

(CHILLA)

¿Estás triste por Eesha, Jack?

No te preocupes, le demostraremos que en el refugio,

su vida será diferente.

Porque nosotros somos diferentes.

Sabía que dirías eso, cariño.

Tengo que hacerle un chequeo a Eesha,

pero no podré hasta que se relaje un poco.

Nosotros nos ocuparemos. Pero ¿cómo podemos ayudarla?

Bueno, a los elefantes les gusta cuidarse la piel

y he pensado que podéis organizarle una sesión de spa.

Tendréis que quitarle cualquier resto de mugre

de la cara y el cuerpo, cepillarle la piel y darle un baño.

Le encantará.

¡Entendido! ¡Entendido!

¡Que tengáis suerte!

Vamos, Eesha nos está esperando.

Venga, Eesha, vamos a la cascada para que te diviertas.

¡Síguenos!

No te preocupes, Eesha, soy tu amig...

(BARRITA)

Parece que no quiere venir con nosotros.

Ojalá pudiésemos hacer algo para ganarnos su confianza.

Los elefantes tienen un sentido del olfato muy desarrollado.

Parece que nuestro olor no le gusta.

Si oliésemos a elefante, confiaría más en nosotros. ¡Ah!

Mi madre guarda un montón de olores de animales en su laboratorio.

Tal vez tenga el olor de elefante.

Jack, quédate con ella, ¿vale?

(CHILLA) Gracias, Jack.

-(BARRITA) -(CHILLA)

Aquí están.

Se llaman feromonas. Veamos.

Petauro de Abid. Mono narigudo.

Kakapo, pantera nebulosa...

Tití león dorado, oso malayo...

Mira. Este no tiene nada escrito.

Pues entonces tiene que ser este.

Voy a seguir buscando, por si acaso.

Gorila de montaña, megamurciélago, canguro arborícola...

Esto no huele a nada.

Claro, porque los humanos no podemos detectar las feromonas animales.

¿De verdad?

¿Qué? ¿Lo has gastado todo?

Eso da igual.

A Eesha le gustará mi nuevo olor todavía más.

Ah...

Hola, Sticky.

Vaya. Adiós, Sticky.

(OLISQUEA)

¡Tal! ¿Tú también huyes de mí?

Hola, Junípero. (OLISQUEA)

¡Eh!

¿Qué pasa aquí? ¿Por qué se escapan todos de mí?

¡Por tu olor!

Puede que no te reconozcan por las feromonas de elefante.

¿Qué? ¡Esto es horrible!

solo será hasta que consigamos la confianza de Eesha.

Tienes razón. Lo más importante es ayudar a Eesha a sentirse mejor.

Tranquila, Audrey. No pasa nada.

¡Ahí está! Oh, Jack. Estás bien?

(CHILLA) (OLISQUEA)

(BARRITA)

¿Eesha? ¡Espera!

¿Y si hemos usado las feromonas equivocadas?

Ay, Joyo, al menos a ti te sigo gustando.

Oh-oh. Hemos metido la pata.

¿Qué? ¡Ah!

Necesito librarme de estas feromonas de babirusa.

(OLISQUEA) (CHILLA)

(OLISQUEA)

No sirve de nada, Tommy.

Haga lo que haga, sigo espantando a todos.

Hasta Joyo me ha abandonado.

Tiene que haber alguna solución.

¿Y si intentamos encubrir tu olor con un pedo de mofeta?

No, también las he ahuyentado.

Vas a tener que encargarte de Eesha tú solo.

¿Qué? ¿Solo?

Pero me da miedo. ¿Y si hago algo mal?

Sé que puedes, Tommy.

Te daré instrucciones por el walkie-talkie.

Así podrás estar conmigo, aunque en realidad no estés conmigo.

Sí, vale.

Podría funcionar, supongo.

Tommy llamando a Audrey. La estoy viendo, ¿ahora qué?

Vale. Vamos a empezar con algo muy fácil.

Solo tienes que inspeccionarle la piel, como dijo mi padre.

Pero hazlo con confianza.

Si estás nervioso, Eesha también lo estará.

Oh... Ajá.

"Ponte recto, cabeza alta, mentón fuera y pecho hacia delante".

¿Así?

Eh... más o menos.

Ahora acércate a Eesha, avanzando hacia delante con seguridad, ¿vale?

"¿Preparado?". Sí. Preparado.

(BARRITA)

Bueno, no has empezado con buen pie, pero tú puedes.

Ve a buscarla, amigo.

¡Eesha!

"¡Audrey!

Todo en orden, he vuelto a encontrarla".

Genial. Inténtalo otra vez.

Y recuerda: con confianza.

Si tú tienes dudas, ella también las tendrá.

Hola, Eesha.

Es hora de darte un pequeño cepillado, ¿vale?

Más despacio.

No, para. Ven, por favor.

Con esto será más fácil.

(BARRITA)

(BARRITA)

¡Ah!

¡Tommy! Tommy, ¿estás bien?

(BARRITA)

(BARRITA)

¡Tommy!

¡Uf! Estás a salvo.

Creía que te había pisoteado.

No. Estoy bien.

Pero no dejo de empeorar las cosas con Eesha.

Me rindo.

¡Ah! Lo siento.

Todavía sigues apestando.

E incluso así, Eesha sigue huyendo de mí antes que de ti.

No, Tommy, no es culpa tuya.

Es normal que no puedas conectar con Eesha.

¿Por qué? Solo quiero ayudarla.

Papá me contó cómo era la vida de Eesha en el circo.

No le daban suficiente comida

y le pegaban con un palo para enseñarle a hacer trucos.

Oh. Por eso le daba miedo el cepillo.

Sí. Tenemos que enseñarle a confiar en nosotros

o puede que nunca vuelva a confiar en ningún humano.

Tienes razón. No puedo rendirme ahora.

Tengo que conseguirlo. ¡Por Eesha!

¡Eesha! ¡Eesha!

(BARRITA)

(BARRITA)

¡Eesha!

Apártate, Audrey. Tu olor la está estresando.

Deja que yo me ocupe.

(BARRITA)

Confía en mí.

(BARRITA)

Cálmate. Solo quiero ayudarte.

Tirando de aquí, deberíamos liberarte la pata derecha.

¿Lo ves? Puedes confiar en mí.

Despacio, así

(BARRITA)

Solo un poco más.

(BARRITA)

Gracias por confiar en mí, Eesha.

(BARRITA)

¡Yuju!

Eres increíble, Tommy.

¿Crees que ya puedo acercarme?

Sí, pero con una condición.

(CANTURREA)

(Risas)

Veo que habéis conseguido bañar a Eesh... ¡Achús!

Es Eesha, papá, no Eesh-chús.

¡Puaj! ¿Qué es ese olor?

Lo siento, papá. Soy yo.

No se me quita.

Más concretamente, es una mezcla de feromonas,

suciedad y colonia de abuela.

Tranquila, con un buen baño te quitarás el olor a colonia,

y de aquí a mañana las feromonas habrán desaparecido.

¡Oh, gracias, papá!

Creía que iba a oler así para siempre

y que nadie iba a querer acercarse a mí.

(RÍE) Sé de alguien más que ahora también necesita un baño.

(RÍE) (RÍE)

(Sintonía clan)