Una mañana al levantarse Turu ve caer un teclado del cielo. Sus amigos quieren probarlo pero Turu no está dispuesta a compartirlo. Ritmo y Compás se disfrazan de extraterrestres para darle una lección. Turu se arrepiente de su error y les dedica una canción para pedirles perdón.

Los Turulecos deciden formar sus propias bandas solistas ya que no logran ponerse de acuerdo. Isabel se entera de lo ocurrido, los graba cada uno por separado y luego mezcla las pistas. Al escucharlo los Amigos se dan cuenta de que suenan mucho mejor juntos ¡Los Turulecos vuelven a ser una banda!

Los Turulecos han montado un escenario y todo el pueblo ha venido a ver su primer concierto, pero a la hora de salir a tocar, un repentino pánico escénico les paraliza. Juntos, recordarán la cantidad de obstáculos a los que han tenido que enfrentarse para conseguir que se les pase el bloqueo.

El día que los Turulecos van a hacerse la foto de grupo, a Ritmo le sale una horrible alergia en la cara. Él parece no haberse dado cuenta y sus amigos tratan de ocultárselo para que no se enfade, pero lo acaba descubriendo. Al final entiende que la amistad es más importante que el aspecto físico.

Hace mucho calor en la granja. Los Turulecos ya no saben qué hacer para refrescarse. Buscan fuentes de agua, pero parece que hasta el abrevadero de los animales se ha secado. Una vaca sabia les dará un consejo musical con el que podrán hacer llover como las tribus antiguas.

A Turu se le pega una canción y no es capaz de cantar ninguna otra. Ritmo y Compás intentan ensayar con ella, pero resulta imposible. Turu va por la granja cantando, obsesionada con la misma canción. A Ritmo y Compás se les ocurre componer una aún más pegadiza y así consiguen recuperar a Turu.

Turu deja de lado a sus amigos porque acaba de comprar un fabuloso robot. Este es capaz de hacer tostadas, de tocar la guitarra e incluso de enseñarle matemáticas avanzadas. Lo que no sabe es que al robot se le pueden cruzar los cables y convertirse en algo peligroso.

Ritmo tiene una nueva canción, pero piensa que Turu y Compás no son capaces de tocarla bien, por lo que se las arregla para cantarla y tocarla él solo. Turu y Compás deciden demostrarle que hacer música en solitario es un rollo.

Ritmo descubre un tesoro y se niega a compartirlo con sus amigas. Pero al abrirlo descubre que no son monedas sino una cápsula del tiempo con objetos que Isabel ha guardado de su juventud con sus amigos. Ritmo se arrepiente por ser egoísta y deciden hacer su propia cápsula.

A Ritmo se le ocurre grabar un videoclip pero quiere ser el director y no acepta las ideas de sus amigas. Turu y Compás siguen sus indicaciones pero terminan enfadadas. ¡Ellas también tienen ideas! Al final le hacen ver que es mejor trabajar todos juntos.

Los Turulecos andan muy atareados preparando sus calabazas para la noche de Halloween, pero los pájaros les atacan cuando van al huerto a por más calabazas. Mr. Cocoricó se ofrece para hacer de espantapájaros y por accidente le da un buen susto a Turu.

Ritmo y Compás no entienden el comportamiento de Turu. De repente, hace cosas muy extrañas que no son propias de ella, se ha vuelto egoísta y le encanta destrozar cosas.

Compás se encuentra quieta y melancólica. Se ausenta del ensayo porque echa de menos la ciudad, a pesar de que siempre ha vivido en la granja. Con ayuda de Isabel, Turu y Ritmo recrean la ciudad en la granja.

La pelota favorita de Turu ha ido a parar al tejado. Ella quiere recuperarla pero se desanima porque no puede volar.

Compás toca la batería de madrugada y no deja descansar al resto de los animales. Sus amigos intentan detenerla pero no lo logran, sospechando que allí pasa algo raro. Descubren que Compás es sonámbula y que por eso no recuerda haber tocado la batería.

Turu se golpea la cabeza y pierde la memoria. Sus amigos intentan ayudarla, pero nada da resultado. Ritmo y Compás tocan unos acordes de una de las canciones de su grupo y cuando Turu los oye ¡lo recuerda todo! La nueva melodía que habían creado entre todos les devuelve a su amiga.

El peluche de Compás huele muy mal pero ella no está dispuesta a abandonarlo. Mientras duerme, sus amigos lo meten en la lavadora pero éste se encoge. Turu y Ritmo, asustados, le confiesan el accidente. Pero a Compás le encanta su nuevo peluche: ¡huele a lavanda y puede llevarlo a todas partes!

Turu pasa la noche en blanco por el zumbido de un mosquito que no le permite dormir. Lo intenta todo con tal de atraparlo. Tras varias horas persiguiéndolo lo logra, y eso inspira a "Los Turulecos" a componer una canción al respecto.

La galleta de la fortuna de Turu dice: "la mala suerte te acompañará". Preocupada, cambia por completo su accionar y sobreprotege a sus amigos. Al final, gracias a sus amigos Turu comprende que la galleta es solo un juego y que solo uno mismo es dueño de su suerte.

Turu piensa que ya es mayor porque ha sido su cumpleaños y comienza a comportarse diferente, tratando a sus amigos como "niños". Cuando Ritmo y Compás la empiezan a tratar como "la adulta que es", se da cuenta que crecer no significa que no puedas divertirte.

Compás piensa que entrenando podría llegar a ser la baterista más poderosa del mundo. Le pide a sus amigos que la ayuden y termina convertida en una bola de músculos. Todo lo que toca lo destruye, incluida su batería. La música será lo único que la ayude a controlar su fuerza.

Los Turulecos cierran el establo para evitar la plaga de termitas que según la radio se acerca, sin darse cuenta de que una de ellas se ha colado dentro. La termita se come hasta los instrumentos musicales. Turu recuerda que cantando pueden tranquilizarlas y llevárselas fuera de la granja.

Compás no puede dejar de moverse y buscar distintas cosas que hacer para mantenerse activa sin parar. Ritmo y Turu la miran extrañados hasta descubren que tiene pulgas y por eso es incapaz de estar tranquila. Ahora solo tienen que convencerla de que se dé un baño.

Turu tiene la voz muy ronca. Ritmo y Compás creen que alguien le ha robado su voz, pero no encuentran ¿al culpable¿. La razón del problema es que sufre de ronquera por no calentar la voz antes de cantar. ¡Una bebida caliente con miel lo soluciona!

Turu y sus amigos confunden el buzón de correos con una caja de la felicidad ya que siempre que ella la abre se pone muy contenta. Así que tratan de llenarla de cosas para hacerla feliz.

Clip 'Turu y el ska'

Clip 'Turu y la música clásica'

Clip 'Turu y la música china'

Clip 'Turu y el reggaeton'

Clip 'Turu y la samba'

Clip 'Turu a capela'

Clip 'Turu y el funky'

Clip 'Turu y el soul'

Clip 'Turu y el electro-pop'

Clip 'Turu y el pop'

Clip 'Turu y el concierto'

Clip 'Turu y el rock'

Clip 'Turu y la música surf'

Clip 'Turu y la música tribal'

Clip 'Turu y la música de miedo'

Clip 'Turu y la canción del verano'

Clip 'Turu y el punk'

Clip 'Turu y el hip hop'

Clip 'Turu y la música electrónica'

Clip 'Turu y el pop-rock'

Clip 'Turu y el swimg'

Clip 'Turu y la canción de cuna'

Clip 'Turu y el folk'

Clip 'Turu y los Turulecos'

Clip 'Turu y el videoclip'

Clip 'Turu y el beat-box'