(Música)

(RÍE)

(A LA VEZ) ¡Vera!

# Es Vera. # ¡Vera!

# Vera. # Vera.

# Con deseos para ti y para mí. # Ella es genial.

# Vera y el Reino Arcoíris. #

"EL GRAN MISTERIO DE LAS BAYAS"

"¡Ñam, ñam, ñam! ¡Ñam, ñam, ñam! ¡Ñam, ñam, ñam, ñam!".

(Música)

"¡Hola!".

-¿Hola? ¿Quién está ahí?

-"¡Ñam, ñam, ñam, ñam, ñam, ñam!".

(RÍE) Parece que alguien tiene hambre.

(RÍE)

-¡Oh, mis bayas ñamñam!

-¡Oh!

-¡La tengo, la tengo! -¡No, es mío!

-"¡Ñam, ñam, ñam, ñam, ñam!".

(Música)

He encontrado uno.

Gracias, Bartleby.

(Continúa la música)

Otro molde para pastel, alteza. (RÍE) Qué gran noticia.

Más tartas de bayas ñamñam para la primavera yeti.

¿Primavera yeti?

Sí. Los yetis pronto despertarán de su hibernación

y estarán hambrientos. Y les encantan las bayas ñamñam.

¡No puedo quitarme la olla de la cabeza!

¡Ay!

Ya está, por fin.

Oh...

Otra masa de tarta lista.

"¡Entrega especial, bayas ñamñam!".

Bartleby, ¿puedes traer las bayas ñamñam?

¿Bayas? Enseguida, alteza. ¡Ay!

Enseguida, alteza. (RÍE) Gracias.

(Música)

¡Aquí están las bayas ñamñam!

¡Y ahora no están! La cesta está... ¡vacía!

(MISTERIOSO) ¡Chan, chan, chan!

(AMBOS) ¿Vacía?

No lo entiendo, la cesta estaba llena

y, de repente, ¡pum!, sin nada.

Vaya, mira, no todo está perdido, aún queda una bayita pequeñita.

Ay, bayita chiquitita... (HUELE) Qué bien hueles, deliciosa.

(Pedo)

¡Morado pétreo! Alguien se ha llevado mis bayas ñamñam.

Tenemos un misterio entre manos. Descuide, Rey Arcoíris,

encontraremos sus bayas perdidas.

Seguiremos el rastro porque la detective Vera

y el detective Bartleby aceptan el caso.

¿Ah, sí? ¡Oh, sí!

Elemental...

¡Espléndido! Muchísima suerte, detectives.

(Música misterio)

Detectives, eso somos, detectives. (ORGULLOSO) Sí...

¿Y qué es un detective?

Alguien que resuelve misterios buscando pistas y siguiéndolas.

Solo tenemos que hallar la primera pista.

¡Pista!

¿Qué es esto? (HUELE)

Déjame ver...

¡Oh! ¡Zumo de bayas ñamñam!

¡Nuestra primera pista! Una gran pista pringosa.

Son huellas, Bartleby.

Mm...

El que se haya llevado las bayas, ha debido de dejar caer algunas

y, entonces, las ha pisado...

Dejando huellas gigantes pringosas de zumo al huir.

¡Hemos resuelto el misterio! ¡Guay!

¿Podré tomar el primer puñado de bayas?

Aún no porque no sabemos dónde están las bayas.

Yo... ¡Oh! Ah, sí. Sigamos las huellas.

(Música)

¡Ay!

(Continúa la música)

(RÍEN)

(Continúa la música)

¡Ay! Ya no hay huellas, Vera.

Entonces, nos dividiremos y buscaremos más pistas.

(Continúa la música)

¡Ah! Aquí hay otra pista. Es un charco morado.

Podría ser zumo de bayas ñamñam.

¡Oh! (RÍE) Solo es un charco de helado.

Ajá, vale.

¿Y cuándo dices que fue la última vez que te comiste una baya ñamñam?

¿Mm? ¡Admítelo, te encantan las bayas ñamñam! ¡Confiesa!

(RÍE AVERGONZADA)

Eh... Bartleby, ¿por qué has gritado?

(GRITANDO) ¿Quién, yo? Perdón... Vale.

Los autobuses también pueden contestarte

si no les gritas.

(Música)

¡Ah, mira! ¡Más muestras de bayas!

Vaya, sí que se me da bien lo de ser detective.

¡Hola! ¿Has visto al pasajero

que te ha dejado estas huellas de bayas?

No, no veo quien sube porque estoy atento a la carretera,

pero sí he oído unas pisadas enormes y pringosas en mi último viaje.

(AMBOS) ¡Una pista!

¿Podrías decirnos si recuerdas algo más?

Eh... Oh, el pasajero no dejaba de decir: "Ñam, ñam, ñam".

(AMBOS) ¡Otra pista!

Por favor, ¿nos podrías llevar donde se bajó?

¡Claro! Me dirijo hacia allí. ¡Arriba!

(Música)

¡Gracias, adiós! ¡Gracias!

¡De nada! ¡Buena suerte!

¡Oh!

¡Cestas! ¡Me encantan las cestas!

¡Mira, me meto en una! ¡Au! Y ahora en otra.

¡Y esta es mejor!

¡O mejor esta! ¡O esta! ¡Es mejor todavía que esta!

¡Mira, una pista! ¡Una baya ñamñam!

¿Crees que las cestas contenían bayas? ¡Ay!

Las contenían, pero... -De repente, ya no.

-Teníamos que entregarlas. -Pero las bayas desaparecieron.

-Así que tenemos que mandarlas de vuelta

a la Isla Montones de Sabores.

Bartleby, me pregunto si el bandido de las bayas

habrá vaciado estas cestas. Esto podría ser...

(AMBOS) ¡Otra pista más! ¡Chan, chan, chan!

Si no os importa, nos montamos en esta cesta vacía para subir.

Claro. -¡Adiós, Vera!

-¡Y Bartleby!

-Eh... ¿Cómo vamos a volver a subir? -Pues...

Vaya.

(Música)

(AMBOS ASOMBRADOS) ¡Vaya!

¡La Isla Montones de Sabores!

¡Mira eso! (GRITA) ¡No!

¡Otra vez no! ¿Qué ocurre, granjero Mosser?

¡Vera! ¡Las bayas ñamñam han desaparecido!

Acabo de volver de la Isla de las Bayas

y toda nuestra cosecha, ¡puf!, se ha esfumado.

(AMBOS) ¿Toda la cosecha? -Bueno, casi toda.

(SUSURRA) Todavía queda una cesta.

-¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

¡Ah, otra vez no! (GRITA) ¡No!

¡Han desaparecido todas!

¿Qué comerán ahora los yetis?

Los yetis comerán tartas de bayas ñamñam

porque somos detectives y vamos a encontrarlas.

¡Psh! Verá, se nos han acabado las pistas.

Estamos despistadillos.

Vamos a necesitar que los deseos

nos ayuden a encontrar al responsable.

¡Cúmulo!

¡Hola, Cúmulo! Hacia el Árbol de los Deseos.

(Música)

¡Más rápido, más rápido!

¡Sí! (RÍE)

(Continúa la música)

¡Gracias, Cúmulo!

Eh... ¿Zee? ¡Ah! Hola, Vera y Bartleby.

¿Qué... qué estás haciendo, Zee?

Busco a Escondidillo, un deseo de camuflaje.

Puede mimetizarse con su entorno.

Y ahora no lo encuentro.

Te ayudaremos a buscarlo.

(Música misterio)

(RÍE)

¡Vera! ¿Dónde estás?

¡Oh!

(RÍE) Qué divertido, Escondidillo. ¡Gracias!

(RÍE)

(RÍE) Gracias, Vera. ¿Qué os trae por aquí hoy?

Un ladrón de bayas.

Han desaparecido todas las bayas ñamñam.

¡Y es la primavera yeti! ¿Qué? Es terrible.

Lo es. Bartleby y yo somos detectives

y seguimos todas las pistas.

Como, por ejemplo, las huellas pringosas de zumo de bayas.

Intentamos encontrar al ladrón, pero se nos acaban las pistas.

Vamos, sentaos.

Meditemos.

(INSPIRAN Y ESPIRAN)

¿Cómo suelen encontrar pistas los detectives?

Bueno...

Observan, escuchan y olisquean. (OLISQUEA)

(RÍE) Oh, Bartleby...

Necesito un deseo que me ayude a escuchar mejor

y uno que también mejore mi olfato.

El Árbol de los Deseos te ha escuchado.

Es hora de obtener tus tres deseos.

Estoy lista.

Árbol de los Deseos, Árbol de los Deseos,

por favor, concédeme lo que quiero.

(Música)

Por favor, concédeme lo que quiero.

Por favor, concédeme lo que quiero.

# Árbol de los Deseos, escúchame,

# dame deseos, un, dos, tres.

# Árbol de los Deseos, escúchame,

# con tu magia concédeme...

# Deseos, deseos, deseos, deseos,

# deseos, deseos, deseos, deseos.

# Con tu magia se me cumplirán. #

(SUSPIRA)

(RÍE)

Qué deseos tan divertidos.

Consultaremos sus poderes en la Deseopedia.

(Música)

Tu primer deseo...

¡Ah! Olfatín.

Puede percibir olores que apenas se noten.

(RÍE)

Hola, Olfatín. (RÍE)

(RÍE)

Seguro que Olfatín puede olisquear alguna pista para nosotros.

¡Uh! (RÍE)

Y aquí tenemos a Orejín.

Puede detectar sonidos desde muy lejos.

Y amplificarlos para ti.

Tal vez podamos escuchar los sonidos que hace el bandido de las bayas

y seguirlos para localizarle. ¡Uh!

Y tu tercer deseo es... Verdicrecio.

Puede hacer crecer cualquier planta de la naturaleza.

¡Genial! (RÍEN)

Gracias, Zee.

Y gracias, Árbol de los Deseos, por concederme lo que yo quiero.

(Tintineo)

¡Encontrad pistas y atapad al bandido de las bayas!

Llévanos a la Isla Montones de Sabores, Cúmulo.

(Música)

¡Gracias, Cúmulo!

¿Qué? ¿Qué lo del ladrón es un bulo o algo de montar en mulo?

(RÍE) No, yo he dicho: "¡Gracias, Cúmulo!".

Qué de ruido, ¿verdad?

Veremos si Orejín puede escuchar alguna pista

con todo este escándalo.

¡Te elijo a ti como primer deseo!

¡Despierta, Orejín,

y concédeme lo que quiero!

¿Oyes algo, Orejín?

(RÍE) Estaba deseando decir eso. (RÍE)

(Pitidos)

¡Pelusas! Sí que lo amplifica.

Inténtalo otra vez.

Esta vez no. Seguimos sin oír algo relevante.

¿Puedes probar otra vez? (ASIENTE)

¡Oh! -"¡Ñam, ñam, ñam, ñam!".

¡Ñam, ñam, ñam!

"¡Ñam, ñam, ñam, ñam!". ¡Sí, eso es!

¡Ñam, ñam, ñam! Es el sonido que escuchamos.

Orejín, vamos a buscar a ese sonido.

¡Adiós!

(Música)

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

¡Ñam, ñam, ñam!

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

Tú ve por ahí y yo iré por allí.

Yo iré por allí. Digo por aquí. ¡Ay!

(SE QUEJA) Ay...

"¡Ñam, ñam, ñam, ñam! ¡Ñam, ñam, ñam, ñam!".

"¡Ñam, ñam, ñam, ñam!".

Puedo oírte, ladrón de bayas.

(RÍE) ¡Un yeti! ¡A por él!

¡Vaya, este sitio es increíble!

Oye, Vera, ¿puedo celebrar mi próximo cumple aquí?

(AMBOS) ¡Ay! (RÍE)

Bartleby... ¿Investigas o juegas? (RÍE)

¡Oh! -"¡Ñam, ñam, ñam, ñam!".

Orejín ha detectado un nuevo sonido. ¡Vamos!

(MAÚLLA)

(Música)

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

-¡Oh! (BALBUCEA)

(Continúa la música)

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

(Continúa la música)

(RÍE)

¿Pero por dónde ha ido en ladrón de bayas?

Eh... Eh...

¿Qué ocurre, Orejín? ¿Ya no lo oyes? (NIEGA)

Parece que ya no hace ruidos. Muchas gracias por tu ayuda.

(RÍE)

¡Ay, una cesta! ¡Cómo mola! ¡Espérame, Bartleby!

¿No son geniales estas cestas vacías?

¡Sí, eso es! La cesta está vacía

porque el ladrón de bayas se las ha comido todas.

Por eso Orejín no ha podido oír nada más.

Y si esta cesta estaba en la cinta transportadora,

eso significa que el ladrón de bayas vuelto a bajar al... ¡Ay!

¿Al suelo? ¡Vaya! ¿Lo ves?

Soy un detective genial. ¡Ja!

Te lo dije, se lo dije a todos.

¡Mira! Un rastro de huellas de bayas.

(AMBOS) ¡Vamos a seguir estas huellas!

Huella. Huella.

Huella. Huella.

Oh... No hay más huellas.

Los detectives no se rinden.

Observamos, escuchamos y... ¡Olfateamos!

También olisqueamos las pistas.

(OLFATEA) (LADRA)

Vale, no soy un perro de buen olfato, por suerte...

Soy un gato de buen aspecto.

Gracias. (RÍE)

¿Has olido algo ya?

La verdad es que estoy oliendo un ligero aroma a bayas ñamñam,

pero no huele lo suficiente

como para saber por dónde se ha ido el olor.

Tenemos un deseo que nos puede ayudar.

¡Olfatín, prepárate!

(Música)

¡Te elijo a ti como tercer deseo!

¡Despierta, Olfatín,

y concédeme lo que quiero!

(OLFATEA) (RÍE) Qué cosquillas.

Olfatín, ¿podrías olfatear esta baya

y luego seguir el rastro a ver a dónde nos lleva?

(OLFATEA)

(OLFATEA)

¡Pelusas! ¡Olfatín es un superolisqueador!

Ah... ¡Ajá, el bandido de las bayas

pillado con las manos en las bayas.

¿Se puede saber dónde están el resto?

¿Y por qué se las has quitado a todos?

Eh... Bartleby...

Disculpa, estoy interrogando al sospechoso

y debo añadir que sin gritar. Él no es el ladrón de bayas.

Mira el tamaño de sus pies.

Demasiado pequeños para dejar las huellas que hemos visto.

¡Pero es que está comiéndose una baya!

Este conejito tan mono se habrá encontrado estas bayas tiradas

y se habrá parado a comérselas.

(GIME)

¡Oh! Es cierto que es muy mono.

Vale, no ha robado las bayas, habrá visto quién lo ha hecho.

¡Es posible!

¿Has visto alguna criatura comebayas de pies grandes por aquí?

¿O por ese lado? (RÍE)

Eh... ¿Tú podrías señalar... por dónde se ha ido?

(ASIENTE)

Gracias.

Olfatín, ¿te llega olor a bayas desde esa dirección?

(OLFATEA) ¡De vuelta al camino de las pistas!

Disfruta de tu baya, monada.

(Música)

(OLFATEA)

¿Teníamos que haber girado hacia la derecha o hacia la izquierda?

A algún lado porque aquí solo hay un gran muro de piedra... ¡Ah!

Miau... "¡Ñam, ñam, ñam, ñam!".

¡Otra vez ese sonido! "¡Ñam, ñam, ñam, ñam!".

¡Ñam, ñam, ñam, ñam!

(SE SORPRENDEN) (AMBOS) ¿Yetis?

(LOS TRES) ¡Hola!

¡Un montón de yetis! ¡Zampando bayas ñamñam!

Hemos encontrado a los ladrones de bayas.

¿Y ahora qué hacemos? Ejem...

Disculpadme, yetis, pero esas bayas...

Bueno, digamos que no son vuestras.

¿Cómo? Quizá deberíamos irnos. ¡Ah!

Oh, oh...

¿Ñam, ñam, ñam?

Soy un gato ninja, no una baya ñamñam.

Llevarse las cosas sin permiso no está bien.

El Rey Arcoíris y el granjero Mosser

están disgustados por llevaros las bayas.

(LLORA)

¡Echar de menos Rey Arcoíris!

¿Le echas de menos? ¡Ya te digo!

Cierto, le echas de menos. ¿Tú hablas yetinés?

Te estás quedando conmigo.

Hablo un poquitín de lengua yetinesa.

(GRITA)

Hola, ¿he mencionado ya que soy un gato ninja?

No soy un bebé yeti, muchas gracias.

¡Bájame! No, déjalo.

Rey Arcoíris, responda. ¿Está ahí? Vera, qué alegría saber de ti.

¿Has encontrado mis bayas ñamñam? ¡Sí!

Pero creo que debería venir a la cueva de los yetis...

lo antes posible.

Voy de camino. ¡Gracias!

(Música)

¡Oh! Mis amigos yetis han despertado antes.

Tan pronto, que las tartas de bayas ñamñam no estaban preparadas.

Y sin las tartas,

los pobres habrán pasado un montón de hambre.

Buen trabajo, detectives Vera y Bartleby, misterio resuelto.

Sí... Se sienten fatal, están muy arrepentidos

por haberse comido todas las bayas del reino.

¡Oh!

(RÍE) Y a mí se me rompe el corazón.

No os preocupéis, amigotes peludos, ahora os comprendemos.

(YETIS) ¡Gracias!

Pero ¿y si esto ocurre la próxima primavera?

¿Y si no vuelve a haber tartas ni bayas ñamñam?

¿No se escabullirán y las volverán a coger?

¡Azul zafiro! Vera, eso es un problema.

¿Alguna idea? ¡Tengo una! Y de las grandes.

Ah...

Mamá yeti, bebé quiere bayas.

Yetis, vais a pasar de ser comebayas a granjeros de bayas.

Vamos a enseñaros a cultivar vuestras propias bayas ñamñam.

(RÍEN CONTENTOS)

Es una excelente idea. (RÍE)

(Música)

(A LA VEZ) ¡Oh!

(A LA VEZ) ¡Hala!

Esto llevará tiempo. ¡Es hora de mi último deseo!

(Música)

¡Te elijo a ti como tercer deseo!

¡Despierta, Verdicrecio,

y concédeme lo que quiero!

Verdicrecio, convirtamos este brote en un arbusto,

un arbusto de bayas ñamñam.

¡Hala!

(GRITAN CONTENTOS)

¡Así se hace, Verdicrecio!

¡Uo! (RÍE)

De nada...

Ahora a cultivar más arbustos

y siempre tendréis bayas ñamñam listas para la primavera yeti.

¿Qué es mejor que las bayas ñamñam? ¡La tarta de bayas ñamñam.

(Música)

(A LA VEZ) ¡Hala!

Buen trabajo, majestad.

Sabe que somos seis, ¿no? (RÍEN)