(Música cabecera)

"SUPERGRIZMOS"

(Lluvia)

¡Hola, Bartleby de chucherías! "¡Hola, Vera!".

¡Miau!

¡Oh, mira! ¡Una caja!

"¡Los gatos adoramos las cajas!".

Pero lo que más os gusta son los ovillos.

¿Ovillos? ¿Has dicho ovillos?

(Música)

(RÍE)

¡Oh, oh!

¿Pero qué le va a pasar al Bartleby hecho de chucherías?

Qué rico.

Vera, te estás comiendo a mi yo hecho de chuches.

No he podido evitarlo porque estás muy dulce.

Y esponjoso.

Tienes razón. Sí.

Me encanta tu pájaro de purpurina. ¡Gracias!

Pelusas, hemos hecho un montón de manualidades chulas

mientras llovía fuera.

(EXCLAMA)

¡Pero ya no está lloviendo y sale el sol!

¡Cierto! ¡Ha salido del sol!

¿Quieres que salgamos afuera a jugar?

¡Claro que sí!

(Música)

¡Oh! ¡Oh! ¡Ah!

Vera, ¿estás bien?

Estoy bien. Solo me he resbalado...

¿Con una nube?

¡Nube mala y desconsiderada! Por no haberte metido en mi boca.

¡Ah! ¡Vera!

La puerta es un asco. ¿Qué?

Queda bien, Bartleby. Mira qué bonita y brillante está.

(RÍEN)

Y ahora está incluso más chula que antes.

(Música)

¡Oh, mírala! Combina con la casa.

Solo que brilla más.

¡Hala! Qué puerta tan brillante, Vera.

-Una entrada muy guay.

-Pero qué reluciente es, Vera.

Creo que acabamos de comenzar algo.

Me has leído el pensamiento.

(Música)

Vaya. Mira todas las puertas del barrio,

son increíblemente bonitas.

¡Esto es maravilloso!

Hay arte por...todas partes.

¡Oye, mira, me están dibujando!

¡Qué considerados son!

Es una patata. ¿Eh?

(RÍE)

(Música)

Parece que a todo el mundo le ha dado hoy por decorar las puertas, Fruky.

A ver cómo está quedando la mía.

(Continúa la música)

Bueno, grizmos, a ver qué habéis hecho

para deslumbrar a vuestra princesa.

(RÍE)

(CON VOZ RONCA) ¡Tachán!

Grizmos, no es suficientemente asombrosa.

Vivimos en la cima de una montaña.

Mi puerta tiene que ser tan sensacional

que la puedan ver todos desde cualquier parte del reino.

Ya sé. Haré que brille con cristales.

Y no solo la puerta. Construiré otra torre hecha solo de cristal

para que todos la puedan ver.

(RÍE)

(RÍE)

Encontrad los cristales más deslumbrantes que podáis

y poneos a trabajar.

-Vamos.

(Música)

(Ruido)

(Continúa la música)

Hay que levantarse, Bartleby. (BOSTEZA)

No puedo empezar el día sin un abracito mimoso de ya sabes quién.

¿Del Rey Arcoíris?

No lo sé, siempre está ocupado.

¡Pero yo siempre tengo tiempo para cosquillas!

¡Cuidado, que tengo muchas cosquillas!

(Música)

Tengo muchísimas ganas de ver las puertas de los vecinos.

¡Guau!

¿Pero qué pasa? No veo nada.

¡Ah!

¿Qué está ocurriendo? ¡Vaya, hace demasiado sol!

No me puedo creer que haya dicho eso un gato, demasiado sol.

¿Qué pasa, Vera? No tengo ni idea.

Espera, mira.

No parece que el brillo venga del sol.

Viene del castillo de Griselda.

(MAÚLLA) ¿En serio? No veo nada.

Mejor, gracias.

Ahora brilla más. Mucho más.

Tenemos que subir y descubrir qué ocurre.

Esto protege de la lluvia y del sol. Sí, preparado.

Cúmulo, ven aquí, vamos.

(Música)

Pobrecito Cúmulo.

¿El sol te está haciendo daño en los ojitos?

Es difícil volar con tanta luz, ¿verdad, Cúmulo?

Toma, amiguito.

A ti te queda mucho mejor.

Al castillo de Griselda, por favor.

(Música)

¡Vera! ¡Hola, Griselda!

Ten cuidado, Cúmulo.

Fruky, ya hemos hablado de esto. Nada de babas, demasiado amor

y demasiado húmedo. (RÍE)

¿Venís a darme un premio por tener el castillo más deslumbrante?

No hay nada que brille más que mi castillo

y mi nueva torre de cristal.

Eh... No.

No era una competición. ¿Cómo que no?

Todo el mundo lo hacía.

¿Así que cuál es el premio? ¿Una banda, un trofeo?

Espera, ¿es una corona?

(RÍE) Es una corona, ¿a que sí?

Lo siento, pero no hay corona. ¿Una tiara?

No. ¿Y una horquilla?

No. ¡Ay! Vaya.

¿Pero a que os gusta mucho?

Mi castillo es el más deslumbrante del mundo.

Lo es, pero tu nueva torre refleja demasiada luz

y está cegando a todo el reino.

¿Así que todo el mundo ve cómo brillan mis cristales?

Si a alguien le está molestando,

que se ponga gafas de sol, como vosotros.

(Ruido)

¿Qué ocurre?

(Ruido)

¿Tu castillo se acaba de hundir un poco?

Eh... ¿Mi castillo?

No digas tonterías.

Ahora, si me disculpáis,

tengo que decirles a mis grizmos que pongan todavía muchos más cristales.

¡Chaíto!

¡Oh! ¡Hola, pequeño grizmo!

(BALBUCEA)

¿Quieres que bajemos ahí?

(RÍE) Creo que eso es un sí.

(Música)

(EXCLAMAN)

¿Vosotros vivís bajo el castillo de Griselda?

¡Qué monos!

Aunque vuestro mobiliario no es apto para gatos,

si me permitís la observación. ¡Oh, Bartlebym, fíjate!

Todos los cristales vienen de esa columna.

¡Oh, no!

La nueva torre de Griselda pesa tanto

que la columna se va a derrumbar.

Eso es lo que me querías enseñar.

¡Oh! Pobrecitos grizmos. ¡Oh, no!

(Ruido)

¡Te tengo! ¡Gracias, Vera!

El castillo de Griselda se está hundiendo.

Y estamos justo debajo.

¡Fuera todos de aquí antes de que se derrumbe la columna!

En fila india, grizmos, esto no es un simulacro.

Escuchadme, grizmos, la nueva torre de cristal hace que el castillo

pese demasiado.

Y el castillo se está hundiendo sobre vuestro hogar.

¡Ah!

(Ruido)

Pero no os preocupéis, convenceremos a Griselda

para que quite los cristales de inmediato.

No hay otra opción. ¡Exacto!

(LLORA) Mi precioso castillo. ¡Griselda!

¡Griselda!

¡Vera, Vera!

Mi precioso castillo se derrumba.

¿Por qué? Porque tus cristales están...

Espera. Espera, espera, no me lo digas.

Odio las malas noticias. Vale, no te lo diré.

Lo hará Bartleby. (CARRASPEA)

Se derrumba por el peso de los cristales.

(GRITA) ¡No!

¿Has terminado ya?

(GRITA) (AÚLLA)

Ay, vale, ya he terminado.

Tienes que desmontar la torre de cristal.

Pesa demasiado. ¡Pero es superbrillante!

Y me gusta muchísimo. Ya lo sé.

Pero si no retiras la torre de cristal,

el castillo se derrumbará sobre la casa de los grizmos.

Y... la destrozará.

(GRITA) ¡No! Vera, lo está haciendo otra vez.

Griselda. Lo siento, no es culpa mía.

No sabía dónde vivían mis grizmos. No pasa nada.

Bartleby y yo intentaremos apuntalar el castillo

mientras tú y tus grizmos ponéis los cristales debajo.

¡Buena suerte!

Lo intentaré, pero casi no puedo ver, hay demasiada luz.

¿Por qué hay tanta...?

Vaya, es por mi culpa.

Muy bien, grizmos, ¡empecemos a apuntalar!

Hacedla lo más alta que podáis.

(Música)

Eso lo sujetará. Casi toca el techo.

¡Vamos, deprisa!

¡Vera, se nos acaban las cosas grandes para amontonar!

¡Uy! Pues usad cosas pequeñas.

Buena idea.

Esperad. ¡Eh! ¡Traed más cosas pequeñas!

(SUSPIRA)

¡Conseguido! Qué éxito.

Hemos apuntalado el techo y salvado a todos.

Esto aparecerá en los libros de Historia.

¡Ay!

¡Cuidado!

(TOSEN)

Vale, quizá salvar no era la palabra adecuada.

Sacaremos a todos de aquí.

Grizmos, tenemos que salir fuera.

¡Bien, grizmos, ya sabéis cómo va esto!

Un, dos, tres, cuatro... ¡Vámonos!

(Ruido)

Hemos hecho todo lo posible.

Ahora necesitamos deseos.

¡Cúmulo!

(Música)

¡Al Árbol de los Deseos!

(Continúa la música)

¡Más rápido, más rápido!

¡Más rápido, Cúmulo!

¡Yuju!

(RÍE)

(Continúa la música)

¡Zee! Saludos, Vera y Bartleby.

Vaya, perdónanos.

¿Los deseos y tú estáis bien? Oh, sí.

Solo estaba comprobando lo alto que pueden saltar.

Saltar es divertido. Claro que sí.

Pero esa luz tan brillante ha asustado a los deseos.

Ese es el problema. Viene del castillo de Griselda.

Su torre de cristal es tan alta y pesada que se está hundiendo

sobre la casa de los grizmos. Dichosa gravedad.

Eso sí que es un problema. Sentaos y buscaremos una solución.

(RESPIRAN)

¿Y cómo pensáis resolverlo? Pues...

Necesitamos algo que pueda bloquear el resplandor mientras trabajamos.

¿Qué? ¿Se acabaron las gafas de sol?

¡Ay! Me estaba acostumbrando a ser un gato guay.

Ya sabes, un gato todavía más guay.

(RÍEN) ¡Oh, Bartleby!

Necesitamos apuntalar el castillo

para que no aplaste la casa de los grizmos.

No para siempre.

Solo el tiempo suficiente para quitar la torre

y poner los cristales de nuevo en su lugar.

Parece que tienes muy claro lo que hay que hacer.

Es hora de que obtengas tus tres deseos.

Estoy lista.

Árbol de los Deseos, Árbol de los Deseos, por favor,

concédeme lo que quiero.

(Música)

Por favor, concédeme lo que quiero.

Por favor, concédeme lo que quiero.

(Continúa la música)

# Árbol de los Deseos, escúchame.

# Dame deseos, un, dos, tres.

# Árbol de los Deseos, escúchame.

# Con tu magia concédeme

# deseos, deseos, deseos.

# Deseos, deseos, deseos.

# Con tu magia

# se me cumplirán. #

Qué deseos tan fascinantes.

A ver qué dice de ellos la Deseopedia.

(Música)

Tu primer deseo es...

Ladrillo. Es un deseo compuesto por partes más pequeñas

que ayudan a construir estructuras más grandes.

¡Eh! Parecen pequeños acróbatas.

Nos van a venir genial para sujetar el techo de los grizmos.

El segundo deseo...

¡Ah, sí! Globito.

Puede retener aire caliente en su cuerpo

y expandirse mientras se eleva.

¡Uhm! Quizá nos pueda ayudar a subir

a lo alto de la torre para quitar los cristales.

Y el último deseo es...

Toboguín. Es un deseo tobogán.

Te puedes deslizar hacia abajo

y también hacia arriba.

Es un espécimen único.

Nunca me he deslizado hacia arriba en un tobogán,

aunque no sé cómo podría ayudarme con el castillo de Griselda.

Ya se te ocurrirá algo. Eres muy lista.

Gracias, Zee.

Y gracias, Árbol de los Deseos, por concederme lo que yo quiero.

(Música)

¡Hasta luego, Zee! ¡Buena suerte!

(Continúa la música)

(AMBOS) ¡Hagámoslo!

(Continúa la música)

Muchas gracias, Cúmulo.

Bartleby, tenemos que apuntalar el techo

para que la casa de los grizmos no se desmorone.

Ladrillo, tu turno.

Te elijo a ti como primer deseo.

¡Despierta, Ladrillo y concédeme lo que quiero!

¡A apuntalar, Ladrillo!

(Música)

¡Madre mía! Qué majos son.

(Continúa la música)

(RÍE) Vaya, sí que son resistentes. Un gran trabajo, Ladrillo.

Ahora que están sujetando el castillo,

ayudaremos a Griselda a quitar los cristales.

(Música)

Griselda, ¿cómo va todo por ahí?

No muy bien.

Mis grizmos no ven por dónde van.

Necesitamos bloquear el sol.

Sí, con algo que sea...

Grande. Globito puede hacerse grande.

¡Bloquearemos la luz!

(Música)

Te elijo a ti como segundo deseo.

¡Despierta, Globito,

y concédeme lo que quiero!

Bien, Globito, ¡hora de hacerse grande!

¡Hala, eres gigantesco!

Tiene cola.

(RÍE)

¡Ah!

¡Uh! ¿Dónde debe ponerse Globito para bloquear la luz?

¡Ay! ¿Me...me...me ayudas?

¡Te tengo!

¡Ah!

¡Vamos, Bartleby! (RÍE)

¡Por aquí, Globito!

(Música)

(SE ESFUERZA)

¡Funciona, Bartleby!

Todo se mueve.

No, soy yo. Qué mareo.

Vale, démonos prisa para quitar el resto de los cristales

y ponerlos con...

(Ruido)

Algo pasa con Ladrillo.

(Música)

¡Ahí va!

¡Guau!

Ladrillo no podrá aguantar eternamente.

Tenemos que quitar los cristales más rápido y reconstruir la columna.

(Música)

¡Rápido, grizmos!

(Música)

No creo que puedan ir más rápido, mírales.

(Música)

Te tengo, pequeñín.

¿Y ahora qué, Vera? Se me está ocurriendo algo.

Un grizmo ha bajado más rápido

deslizándose tan solo con un cristal.

¡Uhm!

Si ponemos a Toboguín cerca de la torre,

podemos bajar a un montón de cristales más rápido.

¡Manos a la obra, Toboguín!

(Música)

Te elijo a ti como tercer deseo.

¡Despierta, Toboguín,

y concédeme lo que quiero!

(Música)

¡Hola, Toboguín! Necesito que crees un tobogán

que llegue a lo más alto del castillo de Griselda.

¡Vamos, Toboguín!

(Música)

¡Venga, Bartleby!

Es que... estamos abajo.

Zee dijo que podíamos ir hacia arriba o hacia abajo

con Toboguín, ¿recuerdas? ¡Uy! ¡Esto tengo que probarlo!

¡A deslizarnos! ¡Hacia arriba, Toboguín!

Vueltas y vueltas. Y vueltas y vueltas.

¡Vueltas y vueltas!

Vera, no es momento para jugar. No estamos jugando.

Vamos a llevar los cristales debajo del castillo.

¡Vamos, chicos!

Poned los cristales encima de Toboguín

y él os llevará abajo muy rápido.

(Música)

(Risas y música)

¡Muy bien, grizmos!

(Continúa la música)

¡Ja! No os emocionéis demasiado, chicos.

(Continúa la música)

¡Genial! ¡Lo han conseguido!

(TODOS) ¡Yuju!

¡Mirad!

Están quitando los cristales y reconstruyendo la columna.

Gracias por trabajar tan duro, Ladrillo. Ya puedes descansar.

(Música)

(RÍE)

Buen trabajo, Toboguín y Globito.

No lo habríamos logrado sin vosotros.

(Música)

Perfecto. Vera,

has salvado mi castillo.

Quizás me dejé llevar un poquitín al intentar que mi castillo

fuera tan increíblemente brillante.

¿Un poquitín nada más?

Ya sé que no era una competición, pero yo quería ganarla.

Sí, pero también querías ayudar a tus grizmos.

Eso es lo que cuenta.

Y si todavía quieres que tu puerta sea brillante,

tenemos una sorpresa para ti.

¡Ah! ¡Es perfecta!

¡Gracias, gracias, gracias, gracias!

Esto mola.

(Música)

¡Otra vez no!

(Música)

(Silencio)

¡Ah! ¿Una tarta para mí?

¡Qué bonita es!

¡Y ahora vamos a darle un poco de ritmo de Griselda a esta fiesta!

(Música)