El espacio en casa de los Loud está muy cotizado. Lincoln es el único que no comparte habitación, o mejor dicho, armario. Tras hartarse de que sus hermanas ocupen su cuarto, Lincoln y Clyde se montan un club exclusivo. Pero ellas también saben montar clubes exclusivos. La guerra está servida.

Con la ayuda de su familia y de su mejor amigo, Lincoln espera conseguir el regalo especial que necesita para que Charlie no le olvide nunca: la Esmeralda Eterna.

El amor de Lincoln regresa a su ciudad y él quiere regalarle algo muy especial para no le olvide. Conseguir ese regalo no va a ser nada fácil y necesita la ayuda de toda su familia.

El Baile del Kangaroo es la noche más importante para los alumnos de primaria. Lincoln quiere ir con Charlie pero no hace más que meter la pata. 

Lincoln necesita descansar de su intensa familia el fin de semana y Clyde le va a sustituir para demostrarle que es un exagerado. Ahora todos acuden a Clyde para pedir consejo y opinión, algo que puede terminar provocando graves problemas. Nada que dos amigos no puedan resolver juntos. 

Hoy es el día de las notas. Si al menos la mitad de los Loud aprueba, los padres les recompensarán con el postre familiar preferido, talla gigante. Mientras los padres visitan los tres colegios en tiempo récord, Clyde dirige el recuento de resultados en casa. El resultado va a ser inesperado.

Para ayudar a su mejor amigo a cumplir su sueño de tocar la batería, Lincoln no duda en convertirse en su mánager. Pero además, en la familia Loud, hay otros miembros que también quieren tener un mánager para hacerse hueco en el mundo del espectáculo.

Un grano se interpone entre Lincoln y una nueva alumna, por la que ha sentido un rotundo flechazo. Mientras, su padre busca desesperado una solución barata para resolver los problemas médicos de toda la familia: podría engatusar al nuevo vecino que, casualmente, es doctor.

Lincoln desea tener un hermano mayor enrollado y su hermana Lisa diseña un robot inspirado en los 80 que puede convertirse en su nuevo mejor amigo. Pero su nuevo robo-hermano no parece llevarse muy bien con Clyde y al final Lincoln va a tener que tomar una decisión.

Hoy es día de limpieza familiar y Lincoln tiene un plan para escaquearse. Papá promete a mamá algo difícil de cumplir: no perder a Lily en ese caos. Pero no solo se pierde Lily, sino que poco a poco, cada uno de los Loud va desapareciendo misteriosamente.

Lincoln y su amigo Clyde tienen un plan, pero sus diez hermanas y su padre, tienen también una meta que cumplir. En la familia Loud todos se ayudan entre sí, y Lincoln es un experto en resolver situaciones complicadas para que todos salgan ganando, en este caso, todos menos él.

El concurso de talentos de Royal Woods es el escenario perfecto para que todos los miembros de la familia Loud puedan hacer gala de sus talentos... y ganar a la familia Torkelson de una vez por todas.

Lincoln invita a Charlie a una fiesta de pijamas aprovechando la tecnología y Clyde termina haciendo un casting para buscar un nuevo mejor amigo.

Lincoln y Clyde se ven superados en una guerra inesperada al gastarle una broma a su vecino, el sr. Quejica. Mientras tanto, Lisa se enfrenta por primera vez a un «deporte» y necesita el apoyo de su hermana Lynn, que es la deportista de la familia.

Una verdadera casa de locos...¡la diversión se multiplica por 11!