Las más de
3.000 personas que forman la caravana del Dakar deberán seguir un estricto protocolo anti-COVID-19 para garantizar la disputa de la prueba con las suficientes garantías sanitarias.
Antes de llegar a Jeddah para la recogida de los vehículos y las verificaciones, los pilotos deberán limitar sus interacciones sociales -extremando la prudencia en las fiestas navideñas- o vacunarse contra la gripe además de realizarse dos pruebas PCR: una semana antes de partir y otras dos días antes de la salida.
Los vehículos de asistencia no deberán interactuar con la población en los traslados y no se permitirá el acceso de invitados ni salidas de los participantes a hoteles o restaurantes en el exterior con la obligación de dormir en el campamento en habitaciones o tiendas de campaña individuales.
Dentro del vivac habrá un laboratorio móvil para la realización de test, un gerente anti-COVID y patrullas que vigilarán el cumplimiento de las normas; en el caso de que se detecte un positivo, el afectado será evacuado inmediatamente del campamento en base a un protocolo de actuación adicional para estos casos.