Aire que mata
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Actualidad Por Samuel A Pilar

Aire que mata

La contaminación del aire protagoniza el Día Mundial del Medio Ambiente 2019. Es uno de los mayores problemas de la humanidad, que afecta gravemente a su salud y amenaza su futuro.
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La contaminación afecta a nueve de cada diez personas

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Pequeñas medidas para una solución global

Miles de millones de personas en todo el mundo sufren la contaminación atmosférica. Con la elección de este problema como eje central para el Día Mundial del Medio Ambiente 2019, la ONU quiere concienciar a los ciudadanos para que tomen medidas que ayuden a reducir la contaminación del aire que generan en su vida cotidiana.
La contaminación atmosférica es el principal responsable del calentamiento global, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad, si no el más importante. Además, de una manera todavía más inmediata, la contaminación ambiental supone uno de los grandes desafíos para la salud pública mundial.

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Casi nueve millones de muertes al año

La contaminación atmosférica es la causante de unas 8,8 millones de muertes en todo el mundo, según ha revelado un estudio publicado recientemente por la publicación 'European Heart Journal'. La investigación, desarrollada por el Instituto Max-Plank de Química y la Universidad Médica de Mainz (ambos en Alemania), ha constatado que la cifra es casi el doble de lo que se había calculado previamente, con 790.000 muertes adicionales en toda Europa y 659.000 en la Unión Europea (UE) durante 2015, el último año del que se tienen estadísticas.

El coste sanitario anual de la contaminación del aire es de 4.500 millones de euros

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Un problema caro en todos los sentidos

Los datos son preocupantes: el 92% de los habitantes del mundo no respira aire limpio, con la particularidad de que la contaminación del aire tiene un coste económico global de aproximadamente 4.500 millones de euros cada año, debido principalmente a los gastos en asistencia sanitaria.
Pero si valoramos el coste económico derivado del calentamiento global, entonces las cifras crecen hasta el disparate. El informe 'Counting the Cost: a year of climate breakdown', publicado hace escasos meses, cifró solo el coste que han supuesto los huracanes Florence y Michael de EE.UU. en 32.ooo millones de dolares. Si tenemos en cuenta que las catástrofes naturales se han multiplicado por todo el planeta, con un poder creciente de devastación, es fácil hacerse una idea de la envergadura del problema y de sus costes derivados.

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La situación en España

Alrededor de quince millones de españoles respiran aire que está por debajo de los límites aceptados por la Unión Europea, un problema que causa anualmente 10.000 muertes prematuras. Más de la mitad de la superficie de España sufre niveles inseguros de contaminación por dióxido de nitrógeno, partículas u ozono. Madrid y Barcelona están en el punto de mira de la OMS.

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Segunda causa de muerte por enfermedades no transmitibles

La contaminación del aire representa la segunda causa principal de muerte por enfermedades no transmisibles (ENT), después del tabaquismo. Los fallecimientos se atribuyen a los efectos conjuntos de la contaminación atmosférica doméstica y ambiental (o exterior).

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Causas de la contaminación del aire

Estos son los principales factores contaminantes, aunque existen otros muy importantes, como la quema de residuos a cielo abierto, los desechos orgánicos, o incluso aquella contaminación que no proviene de la actividad humana (por ejemplo, erupciones volcánicas o incendios forestales no intencionados).
Hogar
En el interior de las casas, se queman fósiles, madera y otros combustibles para cocinar o calentarse. Alrededor de 3,8 millones de muertes prematuras son causadas por la contaminación del aire interior cada año.
Transporte
Un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo se relacionan con el sector del transporte. Este tipo de contaminación, que no ha hecho más que aumentar, se ha relacionado con casi 400.000 muertes prematuras, según datos que maneja la Organización de las Naciones Unidas.
Industria
La producción de energía es una de las mayores contaminantes a nivel mundial. Las centrales eléctricas que queman carbón son el principal emisor. Los generadores diésel representan una preocupación creciente.
Agricultura
Una cuarta parte de los gases de efecto invernadero a nivel mundial proceden de la agricultura y la ganadería. Hay dos fuentes principales de contaminación del aire: el ganado, que produce metano y amoníaco, y la quema de residuos agrícolas.

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Partículas finas:
asesinas diminutas

Del total de las muertes directas producidas por la contaminación del aire, entre el 40% y el 80% de ellas se deben a enfermedades cardiovasculares.

El resto de los casos de mortalidad están relacionados, fundamentalmente, con dolencias respiratorias.

Los contaminantes con mayor evidencia de problemas de salud pública son las partículas (PM), el ozono (O3), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2). 

Así, uno de los contaminantes más perjudiciales para la salud es el dióxido de nitrógeno (NO2). Según el informe Calidad del aire en Europa publicado en 2018 por la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA en inglés), diecinueve de los Estados miembros de la UE registraron concentraciones de dióxido de nitrógeno por encima del valor límite.

Otras agentes mortíferos importantes son las partículas conocidas como "materia particulada", que se clasifican habitualmente en tres grupos:

1. Con tamaño superior a 10 micras
2. Con tamaño inferior o igual a 10 micras (PM10)
3. Con tamaño de partícula inferior a 2,5 micras (PM2,5)

Las partículas PM10 y, especialmente, PM2,5 son las que más importancia tienen en la contaminación urbana, ya que son las que mayor capacidad tienen para penetrar en los pulmones y el sistema cardiovascular.

Estas partículas se forman en gran medida a partir de gases, sobre todo en ciudades y áreas metropolitanas, con especial protagonismo del diésel y el hollín.

Eficiencia energética y energías renovables son una prioridad

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¿Qué medidas se pueden tomar?

La contaminación del aire requiere de medidas urgentes, a todos los niveles. Estas son solo un ejemplo:

- Impulsar la eficiencia energética y las energías renovables.
- Controlar la calidad del aire, especialmente en las ciudades.
- Limitar los gases de efecto invernadero en industria y agricultura.
- Reducir el consumo de carne.
- Promover el transporte público sostenible.
- Reducir el uso de combustibles fósiles en los hogares.
- Evitar la quema de basuras.
- Ampliar espacios verdes en las zonas urbanas.
- En general, adoptar un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente.