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¿Cuál es el origen de la Luna?
Antes de contestar al resto de preguntas sobre nuestro satélite, cabría responder primero a la pregunta de cómo se formó. Igual que con la Tierra hubo en su momento mil teorías, como que era plana (de hecho, hay personas que aún lo creen), también sobre la Luna han surgido diferentes explicaciones. No obstante, la más aceptada es la siguiente: se formó después de que un cuerpo impactara contra la Tierra. Este, al que se le puso el nombre de Theia (o Tea), chocó contra el planeta hace más de 20 millones de años (hay quienes extienden este impacto hasta los 100) y, tras la colisión, se perdieron en el espacio partes de la Tierra (entre un 20 y un 40%) y partes de Theia (60-80%), y de esa unión surgió la Luna.
Otras de las teorías que se han sopesado son:
- Captura: la Luna se formó tras desprenderse de un planeta y la gravedad de la Tierra la "absorbió".
- Fisión: el origen del satélite está en la propia Tierra. Al parecer, hubo un momento en el que adquirió mucha velocidad y algunos pedazos se separaron hasta formar la Luna.
- Co-formación lunar: la Luna y la Tierra se crearon a la vez, hace 4.500 millones de años.
- Colisiones planetesimales: un planetesimal es una nebulosa de gases cuyas partes más sólidas actúan como condensadores, de tal forma que llegará un punto en el que creen cuerpos más grandes, como los planetas. Los choques habrían sido entre la Tierra, Marte y otros astros.
Foto: De NASA - NASA/JPL-Caltech (PIA12166: Planetary Demolition Derby), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9914989
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¿De qué está compuesta?
Hace años la Luna tuvo actividad geológica y un océano de magma en su superficie. Al igual que en Marte, se han encontrado restos de hielo, principalmente en los Polos Norte y Sur, cuya visibilidad es escasa desde la Tierra. Además, a diferencia de nuestro planeta, la Luna no cuenta con tectónica de placas, por lo que sus materiales no se renuevan.
Si la dividimos en las tres capas principales, destacamos lo siguiente:
- Su núcleo es rico en hierro. Aún sin exactitud, se calcula que tiene una dimensión de 100 a 400 kilómetros.
- Su manto contiene minerales hechos de magnesio, oxígeno y silicio. Es la parte más extensa.
- Lo mismo ocurre con la corteza. Tiene un espesor de unos 70 kilómetros en la parte visible y 150 en la oculta.
El regolito lunar corresponde con la superficie de la Luna y está compuesto de rocas, fragmentos de cuerpos que han impacto, etc. En las partes altas tiene una concentración elevada de aluminio, mientras que en las bajas sobresalen el hierro y el magnesio, como ocurre en el basalto de los mares.
Las piedras lunares recogidas en la misión del Apolo 11 tienen características muy similares a las rocas terrestres, pero son muy bajas en hierro, potasio, sodio, y por supuesto agua. Entre los minerales que las componen se encuentra la armalcolita, que fue bautizada así en honor de los integrantes de la misión: Armstrong, Aldrin y Collins.
Fuera de sus componentes naturales, también cuenta con hidrógeno, carbono, nitrógeno y gases nobles, precisamente por la actuación del viento solar sobre la Luna.
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¿La Luna gira? ¿Por qué solo vemos un lado?
Sí. Tarda un día tanto en dar una vuelta sobre sí misma como en rodear al planeta Tierra, de ahí que siempre veamos la misma “cara”. Si, por ejemplo, la Tierra no tardara en girar sobre sí misma durante un día, el movimiento del satélite sí que sería más visible. En el caso de que nuestro planeta directamente no girara, se quedara inmóvil, la Luna cruzaría el cielo y estaría visible durante dos semanas, y estaría otras dos desaparecida, o más bien visible para la otra mitad del mundo.
Cabría esperar entonces que viéramos el 50% de la superficie de la Luna. No obstante, en realidad vemos el 59%. ¿Cómo es posible? Por un efecto llamado libración, que se puede dar en dos formas. Por un lado, por la órbita misma de la Luna, su velocidad no es constante en todos los puntos a la hora de girar, de ahí que haya momentos en los que se puedan ver más partes sobre sus bordes este-oeste (libración de longitud). Por otro, de la misma manera también se da una libración de latitud, debido a la inclinación de la Luna de unos 5 grados sobre el plano.
Aunque todos los avances siempre tienen la marca de la NASA, aquí les ha superado China. Su agencia espacial, la CNSA, recibió las primeras imágenes de su robot "Yutu-2". Su misión es realizar el primer análisis hasta la fecha sobre el lado oculto de la Luna. Junto a él también está la sonda "Chang'e 4", que lleva consigo huevos de gusano de seda y semillas de varias plantas para estudiar su comportamiento en ese ambiente.
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¿Cómo afecta la Luna a las mareas?
Aunque esta pregunta parece tener una respuesta sencilla a priori, en realidad no tanto. Aquí entran en juego no solo la Tierra y la Luna, sino también el Sol.
La atracción que experimenta cualquier punto de la Tierra con respecto a nuestra gravedad es mucho más alta que la que alcanza cuando se compara con la fuerza que ejerce la Luna. Por tanto, parece que la energía de nuestro satélite no tiene ningún efecto. No obstante, como los océanos cubren el 71% de la superficie terrestre y funcionan como un cuerpo líquido, el poder de cada molécula se une al resto y confluyen todas en una potencia colectiva. Así, el agua que está cerca de los Polos terrestres discurre hacia abajo, hacia el centro de gravedad de la Tierra, y el agua más cercana a la Luna sienten una atracción superior por el satélite.
Y sí: las fases lunares también son determinantes. Las mareas no se producen a la misma hora todos los días y las personas cuyas vidas están especialmente ligadas al mar lo saben bien.
- Creciente y menguante: las mareas son pequeñas y se denominan "mareas muertas".
- Luna nueva y llena: los tres cuerpos (Sol, Luna y Tierra) se alinean y las mareas son mayores. Son "mareas vivas".
Con respecto al Sol, también produce las "mareas de marea", muy inferiores a las habituales, cuando contrarresta la fuerza de la Luna. Si llega un punto en el que ambos astros se alinean, se forman las mareas de primavera más grandes.
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¿Qué planes tiene la NASA?
Desde la agencia del gobierno estadounidense afirman que “están buscando no solo vías para conducir la ciencia lunar, sino usar la Luna como una plataforma científica con la que mirar hacia la Tierra, observar el Sol o al inmenso universo”. También es cierto que han lanzado a empresas privadas la propuesta de desarrollar esta futura ciencia y conseguir que los astronautas puedan volver a la Luna en 2028. Para ello, están ofreciendo contratos para crear sondas, remolcadores espaciales y estaciones de recarga, indispensables para que una operación como esta salga adelante. Hasta Amazon se ha metido de lleno en el asunto.
El administrador de la NASA Jim Bridenstine dijo en febrero de 2019 que “no iban a volver a la Luna para dejar banderas y huellas y no volver hasta los próximos 50 años”. Su plan, más bien, consistirá en ir asiduamente para quedarse “con naves, robots, exploradores… y humanos”.
Antes de llegar al 2028, esta misión tiene otra fecha marcada en el calendario: 2024. En ese año, el cohete Orion y el Módulo de Servicio Europeo serán lanzados hacia la Plataforma Orbital Lunar Gateway, la sustituta de la Estación Espacial Internacional. Será en 2026 cuando el Orion lance astronautas a Gateway, además de un vehículo de aterrizaje lunar con tripulación incluida. Dos años después, todos estos equipos serán lanzados a la vez, con cuatro astronautas a bordo.
Este programa, que ha sido bautizado como el “Artemis”, rinde homenaje al anterior proyecto: las misiones Apolo. Artemisa es la diosa griega de la Luna y hermana gemela de Apolo, dios del Sol. Con esto, la administración Trump dejaba claro que la iniciativa llevaba intrínseca la voluntad de enviar a una mujer al espacio aunque, por el momento, se desconoce su identidad.
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¿Se pueden comprar partes de la Luna?
Desde 1980, Dennis Hope se dedica a esto. En su página web vende packs por cerca de 30 dólares (unos 27 euros) por cada acre (alrededor de 4.000 metros cuadrados). Por este precio se incluye el título de propiedad y un mapa del lugar donde está el recién adquirido terreno. Este negocio le ha salido tan rentable que ya vende partes de Marte y Venus. Pero, ¿es esto legal? La cuestión está abierta a libres interpretaciones. Cuando las Naciones Unidas redactaron el Tratado del Espacio Exterior (1967), en su artículo 11 comentaban lo que aparece en la imagen.
Lo que Hope hizo fue mandar una carta a la ONU (además de a otros organismos oficiales como a la administración estadounidense, a la antigua Unión Soviética y a otras instituciones) afirmando que era el primer individuo, que no Estado u organización, que reclamaba la Luna, y que, por tanto, le pertenecía. Como nadie le contestó, automáticamente empezó con un negocio que le ha hecho, sino de oro, casi. No obstante, no ha sido el único con esta idea: la ya cerrada tienda israelí Crazyshop o MoonEstates también se animaron.
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Si no hay atmósfera, ¿por qué se movía la bandera estadounidense?
He ahí uno de los principales argumentos que muchos han enarbolado para desacreditar toda la misión espacial. Para empezar, sí hay atmósfera en la Luna. Ha sido llamada en la comunidad científica como exosfera, y por lo que se conoce es muy delgada, pero fue más espesa hace 3.500 millones de años. Por lo que se conoce, debió mantener ese grosor durante 70 millones de años.
Fue la sonda LADEE (Explorador de ambientes libres de polvo y de la atmósfera lunar, por sus siglas en inglés) la que permitió conocer que está compuesta de helio, argón y neón. Además, también se pudo saber por el Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO) de la ESA/NASA que la Luna orbita dentro de la atmósfera terrestre, por lo que que parte de la suya queda cubierta por la de la Tierra en un espacio que han denominado geocorona.
Lo que ocurre con la famosa imagen es que, como la ficción se ha encargado de mostrarnos en infinidad de ocasiones, los astronautas en la superficie lunar van “a cámara lenta”. Por tanto, cuando Amstrong clavó y colocó la bandera, el movimiento que se percibe en la instantánea proviene de la propia inercia del momento de la colocación, de ahí que “ondee”, aunque en realidad no lo está haciendo realmente.
Pero, ¿por qué aún hay gente que cree que se trata de un montaje? Quizá tenga que ver el falso documental 'Operación Luna'. Este fue rodado en un plató por Stanley Kubrick, y su director, William Karel, afirmó ya entonces que "muchos lo dieron por cierto. Las tonterías son más fáciles de entender que aquello que te obliga a pensar". En él se ofrecía una versión alternativa a la historia, y era que nunca se había conseguido llegar a la Luna.
