Ignacio Olaiz Michelena, miembro destacado de la gestora pro-amnistía de Andoain, tenía 42 años, estaba casado y era padre de tres hijos. Había trabajado como conductor de autobuses, pero al quedarse en paro montó un puesto de verduras en un mercado de San Sebastián.
ETA había intentado matarlo sin éxito en dos ocasiones, por considerarlo un infiltrado. El 29 de octubre de 1978, Ignacio Olaiz pasó la tarde con unos amigos en San Sebastián y después volvió a su casa, en Andoain. Cuando estaba aparcando el coche, dos terroristas armados con pistolas le obligaron a dirigirse hacia la localidad de Urnieta, donde lo asesinaron en las inmediaciones de unas canteras. El guarda de un almacén próximo escuchó los disparos y avisó a la Guardia Civil, pero la intensa niebla impidió efectuar la búsqueda en ese momento. A las cinco de la madrugada, la Guardia Civil encontró el cuerpo de Ignacio Olaiz en el interior de su coche, con impactos de bala en la cabeza y el costado. Los asesinos habían depositado varios billetes de 1.000 pesetas en una de sus manos.
José Luis Martín Elustondo, miembro del Comando Gamboa, fue condenado a 27 años, ocho meses y un día de reclusión mayor por participar en el atentado. Joaquín Zubillaga Artola y José Ignacio Goicoechea Arandia fueron condenados a una pena de seis años de prisión menor. Las sentencias incluían el pago de una indemnización, en primera instancia, por parte de José Luis Martín, y de forma subsidiaria por Joaquín Zubillaga y José Ignacio Goicoechea.