Gregorio Posada era el jefe del Grupo de Información de la Guardia Civil en Azpeitia. El 3 de abril de 1974 circulaba en su vehículo, un Seat 850, por la calle Juan XXIII, que estaba en obras, por lo que el coche avanzaba lentamente. Dos miembros de ETA, armados con subfusiles Marieta, se colocaron delante del vehículo y lo ametrallaron. Los proyectiles destrozaron el cristal y alcanzaron de lleno al conductor, que perdió el control del vehículo y chocó contra un local. Posada, en estado muy grave, falleció a las 20:00 horas de ese mismo día en el hospital militar de San Sebastián. Los autores se fugaron en una moto robada. Por este atentado José Antonio Garmendia Artola, alias Tupa, y Ángel Otaegui Echevarría fueron juzgados en consejo de guerra y condenados a muerte. A Garmendia le conmutaron la pena a causa de las heridas en la cabeza que sufrió en el momento de la detención. Otaegui fue uno de los cinco últimos fusilados del régimen de Franco, el 27 de septiembre de 1975.