Martín Durán Grande tenía veintiún años cuando fue asesinado en Bilbao. La noche del 10 de septiembre, varios miembros de ETA que intentaban llegar a España a través del Bidasoa fueron sorprendidos por la Guardia Civil. Uno de ellos fue detenido, pero el resto consiguió volver a Francia. Gracias a la información obtenida tras ese incidente, los agentes localizaron un piso en Bilbao que podía estar siendo utilizado por ETA. La mañana del día 11, efectivos policiales entraron en la casa y detuvieron a María Dolores González Catarain, Yoyes, que doce años después sería también asesinada por ETA. Mientras se hallaban allí llegaron otros dos etarras: uno de ellos fue apresado y otro huyó seguido por Durán, que recibió dos disparos. El agente llegó hasta la calle y allí se desplomó. A causa de la gravedad de las heridas falleció el 15 de septiembre. Horas más tarde, la Guardia Civil localizó al presunto autor de los disparos, Juan José Urcelay Imaz. En el enfrentamiento el etarra resultó muerto. Otro activista de la banda y dos agentes, heridos.