Andrés Antonio Varela Rúa, ourensano de 51 años, era comandante de Infantería retirado. Casado y con una hija, salía de su jornada laboral como funcionario del Ayuntamiento de San Sebastián cuando dos terroristas le dispararon por la espalda hiriéndole mortalmente en la cabeza y tórax el 7 de junio de 1979.
Varela, que también impartía clases de matemáticas en los Escolapios de Tolosa, “era un hombre encantador, querido por todos los tolosanos y dispuesto a hacer favores a cualquiera”, según le definió Iñaki Linazasoro, alcalde de Tolosa.