El policía nacional ángel Postigo Mejías, de 25 años, era natural de La Línea de la Concepción y vivía en Navarra desde los 6 años. Se casó en 1974 con Manuela Merchán y tenían un hijo. Llevaba en la Policía Nacional menos de un año cuando fue asesinado por ETA.
El 15 de junio de 1980, Ángel fue a visitar a su abuela en el barrio de la Rochapea. A las 10.15 horas salió de su casa y se dirigió hacia su coche, que estaba aparcado al lado del domicilio familiar. Cuando fue a abrir la puerta del automóvil, un hombre y una mujer que estaban sentados en un banco se levantaron y empezaron a dispararle. Murió casi en el acto. Los terroristas huyeron en un vehículo robado.
Ángel estaba siendo vigilado por un joven pagado por ETA. El individuo fue detenido y condenado como cómplice del atentado a una pena de 2 años de prisión menor y al pago de la indemnización correspondiente a la viuda de Ángel.
Mercedes Galdós Arsuaga fue condenada a 27 años de reclusión mayor y al pago de una indemnización a los herederos de la víctima. Santiago Arrospide Sarasola fue condenado como inductor del asesinato a 27 años de prisión mayor y al pago de una indemnización económica a la Administración del Estado.