José Luis Oliva, natural de Santander, aunque con domicilio en Bilbao, tenía 31 años y estaba casado. Trabajaba como autónomo arreglando persianas, oficio que había desempeñado varios años antes en una empresa bilbaína. José Luis Oliva Hernández pertenecía al comando Orbaiceta de ETA. Sus compañeros de comando le asesinaron acusándole de gastar el dinero de un atraco en asuntos personales.
El 14 de enero de 1981 dos compañeros terroristas quedaron con José Luis y le dijeron que les acompañara a recoger unas armas. Se montaron en un coche y durante el trayecto se desviaron en Sodupe, donde le mataron. Los terroristas regresaron a pie a la estación y después cogieron un tren a Bilbao.
El etarra Francisco Javier Echevarría González fue condenado como autor del asesinato a 18 años de prisión menor y al pago de una indemnización a los herederos de José Luis.