El lucense Benjamín Fernández Fernández, guardia civil retirado de 61 años, casado y con una hija, trabajaba de conserje en la Delegación de Educación de San Sebastián. El 16 de febrero de 1982 fue asesinado por miembros del Comando Donosti, que le dispararon a quemarropa mientras daba su acostumbrado paseo del mediodía en compañía de tres amigos. Eduardo Pablos Villanova fue herido en un tobillo.
Jesús María Zabarte Arregui fue condenado a 26 años y 8 meses de reclusión mayor y Juan José Iradi Lizarazu, como cooperador necesario, a 29 años de reclusión mayor, así como a indemnizar a los herederos de la víctima.