Miguel Garrido Romero, guardia civil onubense de 22 años y soltero, era especialista en la desactivación de bombas y estaba destinado en el grupo de Tedax de Vizcaya. Murió en acto de servicio el 25 de agosto de 1982, cuando su equipo, formado por el cabo primero Pedro Robles Barberán y Vicente Gómez Duarte, intentaba desactivar una bomba colocada en una oficina del Banco de Vizcaya. Tras recibir de madrugada una llamada anónima informando del artefacto explosivo, la policía estableció un anillo de seguridad alrededor de la sucursal y se desalojaron las viviendas cercanas. Sin embargo, la bomba explotó inesperadamente matando en el acto a Miguel Garrido Romero y Vicente Gómez Duarte, e hiriendo de gravedad al jefe del grupo de artificieros, Pedro Robles Barberán. La onda expansiva también lanzó al suelo a otros cinco guardias civiles, pero ninguno sufrió heridas de consideración. ETA asumió la autoría del atentado cuatro días después mediante un comunicado enviado al diario Egin.
Véase también Vicente Gómez Duarte.