Manuel Peronié Díaz, de 27 años y soltero, era agente de la Policía Municipal de San Sebastián desde hacía apenas un año y patrullaba de noche.
Sobre las 3:00 horas de la madrugada del 5 de agosto de 1983, Manuel y su compañero, Víctor Zabala Urturi, regresaban a sus casas después de cenar en un restaurante. Cerca de la avenida de Jon Oñativia, tres miembros del comando Donosti de ETA retuvieron a Manuel y a Víctor obligándoles a esperar a que un cuarto terrorista llegase con un vehículo. Sin embargo, justo antes de subir al coche, los agentes huyeron corriendo. Un etarra comenzó a dispararles y Manuel falleció a causa de tres disparos en el torso y en la ingle. Víctor resultó herido en el brazo derecho. Dos personas que pasaban en una moto también fueron heridas.
Jesús María Zabarte Arregui y Juan José Iradi Lizarazu fueron condenados, cada uno, a una pena de 29 años de reclusión mayor, y a otra pena de 15 años de reclusión menor por el asesinato frustrado de Víctor. Además, debían indemnizar económicamente a los herederos de Víctor y a los heridos en el atentado.