El 8 de diciembre de 1983, Francisco Javier Collado Azurmendi se encontraba en el bar Bastacho, de Cegama. Fiel a su costumbre, tomaba el aperitivo con unos amigos, mientras jugaba una partida de billar. Varios miembros de ETA comprobaron que Collado estaba en el interior del bar y le esperaron fuera del local. A las 13:45 horas, cuando Francisco Javier salió a la calle, los terroristas le dispararon por la espalda tres tiros en la cabeza. Murió en el acto.
Cometido el asesinato, los etarras se dieron a la fuga en un coche que les esperaba cerca.
Francisco Javier tenía 39 años y era natural de Cegama. Estaba casado y era padre de tres hijos de entre 9 y 12 años. Era un pequeño empresario aficionado a la caza que se dedicaba a la compra-venta de automóviles usados. De joven hizo atletismo y participó en varias ediciones del Cross Internacional de Lasarte.