Juan Sánchez Sierro, de 33 años y natural de Guadramino (Salamanca), estaba casado y tenía tres hijos. Trabajaba como electricista y era hijo de un maestro que ya había sufrido un atentado de ETA, motivo que le llevó a abandonar Cestona y el País Vasco siete años atrás.
A las 7:30 horas del 8 de noviembre de 1984, en el barrio de Aizarna, dos miembros del comando Goierri de ETA capturaron como rehenes a dos hombres. Uno de ellos era Juan Sánchez. Les trasladaron hasta una cantera de la localidad y, al llegar al lugar, los dos terroristas se alejaron con Juan Sánchez unos metros. Tras obligarle a bajar del coche, le dispararon tres veces causándole la muerte. Los terroristas colocaron después una bomba-trampa junto a su cuerpo, con el objetivo de matar también a los efectivos de la Guardia Civil que fueran a levantar su cadáver, aunque finalmente pudieron desactivarla.
José Antonio López Ruiz, Kubati, Ignacio Bilbao Beascoechea y Miguel Ángel Gil Cervera fueron condenados a una pena de 30 años de reclusión. José Miguel Latasa Guetaria fue condenado como cómplice a una pena de 20 años de prisión.