La patrulla de la Policía Nacional en la que prestaba servicio Mohamed Ahmed Abderramán se encontraba en el peaje de Irún de la A-8 en el momento del atentado. Protegía a los camiones franceses que desde hacía algunas semanas estaban siendo atacados por miembros de ETA, fruto de un acuerdo por las extradiciones concedidas por el Gobierno de París.
La medianoche del 23 de noviembre de 1984, dos furgonetas de la Policía se encontraban en el peaje. El agente Mohamed Ahmed Abderramán salió de su vehículo y se acercó al otro coche policial para fumar un cigarrillo con sus compañeros. Varios miembros de ETA comenzaron a disparar. Mohamed fue alcanzado y murió en el acto. Su compañero, Carlos Mata fue herido en una pierna y el abdomen.
Mohamed tenía 37 años, estaba casado desde los 25 años con Aisha Mohamed. Tenían tres hijos y estaba esperando el cuarto, que nació dos meses y medio después de su muerte.
Los miembros de ETA, José Antonio López Ruiz, José Miguel Latasa Guetaria y Miguel Ángel Gil Cervera, fueron condenados a 27 años de reclusión mayor cada uno, por el atentado con resultado de muerte, y a tres penas de 23 años de reclusión por tres delitos de asesinato en grado de frustración con premeditación. Además, debían indemnizar a los herederos legales de Mohamed y a Carlos Mata Organero.