José Miguel Moros, de 18 años, era natural de Portugalete y estaba soltero. Llevaba dos meses trabajando en la Constructora Urgandía cuando una bomba le destrozó una mano y le causó heridas muy graves en la cara. Ocurrió el 27 de junio de 1986. Fue trasladado al hospital de Cruces de Barakaldo para ser intervenido quirúrgicamente. Murió el 13 de agosto.
La noche anterior al atentado, la Policía Municipal de Santurce había recibido un aviso de bomba. Lo notificó a la Policía Nacional y a la Municipal de Portugalete. Pensaron que la información era falsa, por la llamada y la localización de la bomba. Aun así, se inspeccionó el lugar sin encontrar nada sospechoso. La bomba explotó a las 7:50 horas al activarse el motor de una máquina perforadora que encendió el operario José Miguel Moros Peña. El atentado fue asumido por el grupo Iraultza (Revolución).
En 2002, el Ayuntamiento de Portugalete hizo un homenaje a José Miguel Moros y a otra víctima de la misma localidad asesinada por ETA en 1979, Manuel Ferreira Simois.