Carmen Pascual Carrillo era viuda y tenía 79 años. Vivía con su hija María de los Ángeles Ibáñez muy cerca del lugar donde falleció.
El 17 de mayo de 1987, sobre las 5:25 horas, Carmen Pascual regresaba en coche a su casa junto a unos familiares, después de celebrar las bodas de plata de un sobrino. En el trayecto se paró en un semáforo en rojo, muy cerca de la Dirección General de la Guardia Civil de Madrid. En ese momento, explotó un coche-bomba que la mató en el acto. En el coche viajaban también su hija, su sobrino, Luis María Villarroso Bassadone, y María del Carmen Fernández Fernández, esposa de Luis, que fueron gravemente heridos junto a dos transeúntes, Florencio Arce Pardo y Carlos Marcos Sáez.
Ese mismo día, el comando Argala de ETA, liderado por Henri Parot, hizo explotar otros dos coches-bomba en Madrid: uno junto al Cuartel General del Aire, en la plaza de la Moncloa, y otro junto al Cuartel General de la Armada, en la plaza de Cibeles, sin causar víctimas mortales.
El etarra Henri Parot fue condenado a una pena de 121 años de cárcel; Francisco Múgica Garmendia a 27 años de reclusión mayor y a 18 años de prisión menor y Santiago Arrospide Sarasola, apodado Santi Potros, a 27 años de reclusión mayor y a 18 años de prisión menor. Además, tuvieron que indemnizar económicamente a los herederos de Carmen Pascual Carrillo y a los heridos por el atentado.