El cabo primero de la Guardia Civil José Ballarín Cazaña, zaragozano de 31 años, estaba casado y con una hija. Murió en el atentado con coche-bomba que el comando Argala detonó a distancia contra la casa-cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987, en el que fallecieron 11 personas y otras 73 resultaron heridas. Su hija, Silvia Ballarín Gay, de 6 años, murió bajo los escombros del acuartelamiento militar y su mujer fue gravemente herida. Padre e hija fueron enterrados al día siguiente en el cementerio de Pinseque (Zaragoza), localidad natal de su mujer, que no pudo asistir porque aún seguía ingresada en el hospital sin saber que su familia había fallecido en el atentado.
En 1989 se entregó a la ciudad de Zaragoza la Medalla de la Orden del Mérito de la Guardia Civil en su categoría de plata como homenaje y agradecimiento al comportamiento de los zaragozanos durante el atentado terrorista contra la casa-cuartel.
Relato completo del atentado en Pedro Ángel Alcaraz Martos.
Véase también Silvia Ballarín Gay, Esther Barrera Alcaraz, Miriam Barrera Alcaraz, Rocío Capilla Franco, Emilio Capilla Tocado, María del Carmen Fernández Muñoz, María Dolores Franco Muñoz, José Julián Pino Arriero y Silvia Pino Fernández.