Benjamín era natural de la localidad zamorana de Torregamones. Era viudo desde hacía cuatro años y tenía tres hijas y un hijo. Vivía en Gipuzkoa desde hacía 20 años.
El 4 de abril de 1990, sobre las 17:00 horas, a 40 metros de su casa, dos etarras dispararon al guardia civil Benjamín Quintano por la espalda y hasta en seis ocasiones, cuando regresaba a su casa tras realizar un servicio excepcional en el acuartelamiento de Intxaurrondo. Murió casi en el acto. Uno de sus hijos, al oír los disparos bajó de su casa para auxiliar a su padre. Fue enterrado en el cementerio de su localidad natal junto a su mujer.