El capitán del Ejército de Tierra retirado Ignacio Urrutia Bilbao, bilbaíno de 75 años, casado y con dos hijos, regentaba, junto a su familia, una administración de loterías en el barrio donostiarra de El Antiguo. Fue asesinado de un tiro en la nuca el 28 de junio de 1990, mientras caminaba cerca de su casa. El disparo lo escuchó su esposa, una hija y un yerno, que fueron al lugar del atentado. El 18 de marzo de 2005 ascendió al grado de comandante a título póstumo.
Francisco Javier Balerdi Ibarguren fue condenado a 19 años de reclusión menor como cómplice del asesinato, y a indemnizar económicamente a los herederos de Ignacio.