El guardia civil José Manuel Alba Morales, zaragozano de 22 años, casado y esperando el nacimiento de su primer hijo, llevaba tres meses destinado en la Compañía de Especialistas Fiscales de la Guardia Civil de Bilbao. El 2 de septiembre de 1990, último día de servicio antes de sus vacaciones, un coche-bomba sin conductor impulsado por miembros de ETA por la rampa de entrada al muelle de Uribitarte, chocó y explotó en el lugar donde trabajaba José Manuel, que murió una hora después en el hospital de Basurto. La deflagración también mató al civil Luis Alberto Sánchez García, que había intentado detener el coche.
Sus restos mortales fueron trasladados a Córdoba, donde vivía la mayor parte de su familia.
Relato completo del atentado en Luis Alberto Sánchez García.