Francisco Robles Fuentes, guardia civil soltero de 21 años y natural de Segura de la Sierra (Jaén), llevaba seis meses destinado en el Servicio Fiscal de Control de Mercancías del guipuzcoano puerto de Pasajes. La mañana del 6 de mayo de 1991 murió por la explosión de una bomba adosada a una garita junto a uno de los muelles del depósito franco del puerto, que también hirió a tres de sus compañeros del Instituto Armado. Robles fue enterrado en el cementerio de Campanar de Valencia, ciudad en la que vivían sus padres.
Sergio García Razquin, José Ignacio Echevarría Pascual, Alfonso Castro Sarriegui, Ignacio Cañas Cartón, José Arizmendi Oyarzábal, Miren Maitane Sagastume Arrieta y Javier Aramburu Muguruza fueron condenados a penas de 55 años de prisión y a indemnizar económicamente, de forma conjunta y solidaria, tanto a los herederos de Francisco Robles como a los heridos.