Francisco álvarez Gómez, guardia civil pacense de 38 años, casado y con dos hijos, estaba adscrito al Servicio de Vigilancia Fiscal de la Guardia Civil y trabajaba en el Puerto de Bilbao. El 9 de mayo de 1991 sufrió un atentado al explotar una bomba colocada en los bajos de su coche. Murió en la ambulancia cuando era trasladado al hospital de Cruces (Barakaldo). Su funeral en la iglesia San Félix de Cantalicio de Ortuella congregó a más de dos mil personas.
Jesús María Mendinueta Flores fue acusado de participar en el atentado pero le absolvieron por falta de pruebas en 1994.