Antonio Ricondo Somoza tenía 27 años y había terminado la carrera de Químicas. Falleció cinco días después del atentado, tras permanecer en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Valdecilla. La familia donó sus órganos, excepto una córnea dañada por la metralla. Según contó su padre, Pedro Ricondo, al diario La Razón (17/05/2005), “una mujer vasca vive con su corazón”.
El 19 de febrero de 1992, pasadas las 20:00 horas, ETA activó un coche-bomba en Santander al paso de un furgón del Cuerpo Nacional de Policía, en el barrio de La Albericia. Los dos agentes fueron heridos de gravedad. En el atentado fallecieron dos viandantes, Eutimio Gómez Gómez y Julia Ríos Rioz, y Antonio que conducía su coche en sentido contrario al vehículo policial. Otras 18 personas resultaron heridas.
La misa funeral por Antonio se realizó en la iglesia de Santa Lucía de Santander. Más de mil personas asistieron al acto religioso que se celebró en total recogimiento, solo roto por el llanto de sus familiares.
José Ramón Treviño, arcipreste de Irún, fue encarcelado por acoger en su iglesia a dos de los terroristas.
Relato completo del atentado en Eutimio Gómez Gómez.
Véase también Julia Ríos Rioz.