El mosso d’esquadra Santos Santamaría Avendaño, barcelonés de 32 años, estaba destinado en la Unidad de la Policía Judicial de la comisaría de Rosas. Fue la primera víctima mortal de la Policía Autonómica catalana, tras fallecer el 17 de marzo de 2001 en el atentado con coche-bomba de la urbanización Santa Margarita de Rosas. Santamaría, que formaba parte del operativo de la policía local destinado a desalojar la zona tras recibir el aviso de bomba, falleció a consecuencia de las heridas provocadas por un amortiguador del vehículo detonado que se le incrustó en el abdomen.
Aitor Olaizola Baseta y Eider Pérez Aristizabal fueron condenados a sendas penas de 75 años de reclusión y a indemnizar a los herederos de Santos.