"La energía de los edificios también la da lo que se hace dentro y quién lo hace"
Guión
Agustín Alonso
Realización
Marcos Martín
Fotografía
Joel Filipe
Kamikaze
DÍA MUNDIAL DEL TEATRO: PAVÓN KAMIKAZE
El teatro por hacer
Trece horas en la vida de un edificio cuyos nuevos habitantes han sacudido la escena teatral en Madrid. Una compañía cimentada en el sueño común de un director, un actor y dos productores teatrales que han demostrado que otra forma de crear es posible.
('La función por hacer')
En su ascenso hacia Cascorro, la fachada del Teatro Pavón se hace a un lado para que la calle Embajadores, estrecha y encajonada, tome aire a la altura del número 9. Comienza la jornada laboral. Los negocios van abriendo. El adoquinado no ha tenido casi tiempo de arrancarse las legañas pero dentro del teatro ya hay quien trabaja.
"Ahora ahora ahora", se lee sobre la pared de un edificio colindante. Mientras llega la realidad virtual que avanzó Matrix, la experiencia presencial del teatro reivindica el aquí y ahora como alternativa a la experiencia de las pantallas.
Consistencia de lo presente – ladrillo, carne, sudor - que encarna el Pavón, edificio con historia y personalidad (Alfonso XIII fue uno de sus espectadores), que hasta 2015 fue sede provisional de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Aquí y ahora, y desde el verano de 2016, es el hogar de la compañía Kamikaze, que lleva unos años revolucionando la escena teatral de la capital. "Una casa abierta –la define Miguel del Arco- con cuatro anfitriones": él mismo, Aitor Tejada, Jordi Buxó e Israel Elejalde, los responsables de El Pavón Teatro Kamikaze. En siete meses se ha convertido en un referente de la cultura de la ciudad. Ha acogido 22 montajes y sus respectivos encuentros con el público, un programa especial sobre mujer en el siglo XXI, ‘kamikafés’ mensuales, ocho talleres, la proyección de la película ‘Las furias’, una beca artística, la producción de dos podcast de ‘teatro al oído’ y a más de 200 miembros en su comunidad de kamikazes.
('La clausura del amor')
En la sala principal, los técnicos vuelven a montar el escenario de ‘Misántropo’, que ha dejado paso durante dos días a una versión familiar de Romeo y Julieta en el marco del festival Teatralia. Arriba, en el Ambigú, el equipo de ‘El amante’ da los retoques finales a puesta en escena y luces. Por la tarde será el último ensayo general , un día antes del estreno. Mientras tanto, en otro rincón de la ciudad, Miguel del Arco, Israel Elejalde y Raúl Prieto – otro de los actores de la familia Kamikaze- ensayan ‘Refugio’, una producción del CDN que estrenarán a finales de abril.
Los llamamos montajes teatrales. Se construyen. Son proceso. El teatro como montaje y desmontaje. Como hacer y deshacer maletas. El teatro, como la vida. "En el teatro siempre está todo por hacer -dice Miguel del Arco-, es un comienzo casi permanente no sólo cada día con una función que ya está estrenada, sino que cada montaje es la sensación de empezar otra vez desde cero".
('Veraneantes')
"La necesidad de hacer. Y de desarrollar un lenguaje particular". Ese es para Miguel del Arco el origen de Kamikaze, que nace para producir cortos antes del bombazo que supuso ‘La función por hacer’, en 2009, un texto de Del Arco y Aitor Tejada "que paseamos por todos los teatros de Madrid y por productoras y que nadie quería hacer", explica este. El montaje se llevó siete Premios Max.
"El lema era «vamos a hacer esto y si no funciona nos vamos a tomar unas cañas»", dice Del Arco. "Estábamos en el momento adecuado en el sitio adecuado. Fue un momento de cambio en Madrid", señala Elejalde. Junto a este trío, otros cinco actores (Manuela Paso, Raúl Prieto, Bárbara Lennie, Miriam Montilla y Cristobal Suárez), Sandra Vicente (sonido) y Juanjo Llorens (diseño de iluminación) componían la familia kamikaze original.
Para Del Arco, ‘Veraneantes’ fue el momento más complicado. Tras el triunfo, la presión era "tremenda; era empezar de cero otra vez". Pero este encargo de José Luis Gómez para el Teatro de la Abadía supuso otro éxito.
En 2013, llega ‘Misántropo’, la obra que unió a Jordi Buxó (Buxman Producciones) con Kamikaze. Este acababa de empaquetar sus cosas porque "me iba, como Alcestes, a vivir a un pueblo de 18 habitantes en Gredos –cuenta-, para tomarme un año sabático tras ser padre". Después de una reunión con Miguel y Aitor se marcha… pero para hacer diariamente el recorrido en coche a Madrid y sumarse a la producción del montaje que todos consideran el más redondo de la compañía.
Con Buxman, Kamikaze se abre a producciones que no pasan por la dirección de Del Arco como ‘La isla púrpura’ o ‘La clausura del amor’. Miguel, por su parte, adapta clásicos como ‘Antígona’ y ‘Hamlet’. Y entonces llega la aventura del Pavón. Empezar otra vez de cero. De nuevo, todo por hacer.
Diccionario de recuerdos kamikazes
Daniel Galindo (director de La Sala de RNE) escarba en los recuerdos de la família kamikaze en este podcast en el que escucharás a Aitor Tejada, Ana Wagener, Ángela Cremonte, Asier Etxeandía, Bárbara Lennie, Carlota Ferrer, Cristina Anta, Cristobal Suárez, Israel Elejalde, Jordi Buxó, José Luis Martínez, Juanjo Llorens, Manuela Paso, Miguel del Arco, Miriam Montilla, Pablo Giraldo, Pablo Ramos, Raúl Pierto y Sandra Vicente.
En el antiguo gallinero del teatro, Carlos Tuñón imparte a lo largo de la mañana un taller de dirección a doce alumnos. Es el segundo de la temporada dedicado a la materia y lleva oportunamente como título "Construir el edificio".
('La noche de las tríbadas')
"Para no estar en el vacío al dirigir -explica Tuñón- creo que construir una arquitectura es esencial, generar un contexto, construir un edificio para habitarlo y después saltar de él". Esa necesidad de tener algo concreto a lo que agarrarse para luego arriesgar es el punto de partida del curso, al que cada alumno acude con un proyecto sobre el que trabajar. Nacho Aldeguer participó en el primer taller y precisamente el montaje de "El amante" fue su propuesta.
Aldeguer llevaba tres años trabajando en la obra de Harold Pinter, de cuya traducción se encargó él mismo, y el taller llegó cuando Álex García y él, productores, se planteaban ponerla en escena, lo que interpretó como "señales del destino". El trabajo durante el trimestre transformó la puesta en escena. "Ves el trabajo de gente como Nacho, llenos de ilusión -dice Israel Elejalde sobre la actividad en el Pavón-, y te das cuenta de que estas cosas se van quedando en el edificio".
Los ocho montajes más significativos de la compañía
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('Juicio a una zorra')
Los responsables del proyecto tienen el almuerzo semanal para transmitirse energía. "Este es un proyecto ilusionante pero duro, así que el que está más fuerte tira de los demás.", cuenta Jordi Buxó. Hoy, los temas son la búsqueda de mecenas y el diseño de la próxima temporada.
A primera hora de la tarde, ensayo general de 'El amante' con público. El montaje es una experiencia gastro-teatral que comienza con un cóctel de un cuarto de hora en que los personajes principales, interpretados por Dani Pérez Prada y Alicia Rubio, invitan a los espectadores, los invitados a su fiesta, a tomar cerveza, un mochi y un cóctel de ron antes de sentarse para ser testigos de parte de su vida.
El montaje dirigido por Nacho Aldeguer se incrusta en una programación de la temporada marcada por el propio repertorio de la compañía Kamikaze. Reestrenos de espectáculos que "siguen por hacer, porque el público los ha demandado y siguen llenando salas", explica Del Arco. Además, quieren estar muy atentos a las nuevas dramaturgias, con especial atención a España. "Queríamos colocarnos en una franja en la que no había nada en Madrid -explica Buxó-, a medio camino entre los teatros públicos y los privados de la ciudad, y eso creo que lo hemos conseguido en seis meses".

('Hamlet')
Se abren las puertas del vestíbulo. Es el momento de comprobar la especial relación del equipo de este teatro con su público. Algunos saludan con familiaridad y se paran a charlar con ellos.
La ciudad está atascada por el fútbol y muchos espectadores llegan justos de tiempo. Jordi recoge entradas para aligerar las colas. Miguel se presta a subir al anfiteatro a quienes llegan tarde. Antes de empezar, como siempre, presentan la obra ("el tráiler", lo llaman). Esta noche, además, hay encuentro con el público al término de la representación de la obra, que cosecha grandes aplausos. El reloj plantea su ultimátum a Cenicienta.
"Siempre parto de la base de que todo el que viene al teatro, incluyendo espectadores, viene a dar lo mejor de sí mismo", dice Del Arco. "Tenemos el sueño de convertir el teatro en un sitio donde no sólo consumes un producto -añade Israel- sino en un sitio que sientes que es tuyo, te pertenece y en el que compartes experiencias. Un centro de encuentro ciudadano".

Llega el clímax de la jornada, la función de 'Misántropo'.
Al recoger la entrada, como es norma en el Pavón Kamikaze para los billetes de prensa y protocolo, hay que abonar tres euros, donativo que va a una caja aparte destinado a una beca artística para que dos jóvenes dramaturgos, Antonio Rojano y Lucía Carballal, puedan dedicar tiempo a escribir.
FOTOGRAFÍA
Joel Filipe
('Idiota')