La defensas de Porto y Basterra piden su absolución por el crimen de Asunta y subrayan la "inconsistencia" de los indicios
- Se celebra la última jornada del juicio, dedicada a las conclusiones de la defensa
- El abogado de Porto apela al 'caso Wanninkhof' para no condenar a una inocente
- La defensa de Basterra remarca que compró el orfidal para dárselo a su exmujer
- Niegan que tuviera un móvil y que estuviera en la casa donde mataron a Asunta
Las defensas de Rosario Porto y Alfonso Basterra insisten en la inocencia de sus clientes en las conclusiones finales del juicio por la muerte de su hija adoptiva, Asunta Basterra, de la que son los únicos acusados, y creen que faltan pruebas objetivas para incriminarles.
El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que se encarga de la representación legal de Rosario Porto, ha reclamado este viernes la libre absolución para su cliente ante la falta de pruebas y la "inconsistencia" de los indicios de una investigación que, desde la primera noche, se centró en los padres de la víctima. La defensa del padre, Alfonso Basterra, ha defendido que su cliente no tuvo nada que ver con el crimen y tampoco con los episodios previos de consumo de lorazepam de la menor.
Este viernes se ha celebrado la última jornada de la vista oral del juicio por la muerte de Asunta, de la que están acusados sus padres adoptivos, quienes no han querido hablar en el alegato final de este proceso que empezó el pasado 29 de septiembre con la constitución del jurado popular. Terminada la vista oral, el lunes el jurado se retirará a deliberar.
En una jornada dedicada a las conclusiones finales de la defensa, estas se han dedicado a tratar de desmontar los móviles del crimen que podrían atribuirse a sus clientes, a subrayar la falta de indicios sólidos y han lanzado la idea de la participación de una tercera persona en el crimen.
Gutiérrez Aranguren dice que cuando Rosario Porto lo contrata, no le pide "que la absuelva", sino que "encuentre al que mató a su hija". Igualmente, la abogada del padre, Belén Hospido, pide la absolución de su cliente para que se le permita buscar a quien acabó con la pequeña, que tenía 12 años.
"Inconsistencia" en las pruebas contra Porto
El abogado de Rosario Porto se ha referido a los principales indicios contemplados en la instrucción, como las cuerdas halladas en la casa de Teo (A Coruña) en la que supuestamente murió Asunta, iguales a las vistas en la pista forestal junto a su cadáver; y también a la tierra de ese alud y a la localizada en el coche de su cliente, que finalmente no se pudo relacionar.
Gutiérrez Aranguren ha dicho que, pretendiendo relacionar dichos objetos con Rosario Porto, parece "que estamos hablando de alguien que raya la subnormalidad, y estamos hablando de alguien sumamente inteligente".
Ha explicado que, si la hora de la muerte está fijada como máximo en las 20:00 horas del 21 de septiembre de 2013, Porto habría tenido, según marca la alarma de la vivienda, hasta una hora para eliminar los vestigios de esa casa donde supuestamente asfixió a su propia hija.
Sostiene este letrado que las sospechas no tienen coherencia, puesto que carece de sentido que la madre hubiese quitado las alfombrillas traseras del vehículo para eliminar pruebas -en el caso de la tierra- y no, en cambio, las delanteras.
Otra cuestión que, a su parecer, no encaja con la acusación sobre su cliente, es la alusiva a los ensayos de sedación, puesto que se ha preguntado Aranguren si hay que hacer ensayos de dopaje para acabar asfixiando con un objeto blando, sabiendo que llevar a la niña en esas condiciones a clase hubiese podido despertar alertas.
No podría cargar con el cuerpo de Asunta
Respecto a la inconsistencia de las pruebas, ha remarcado además la "inconexión" entre las horas que apuntan las acusaciones sobre la sedación, puesto que si fue en la comida, la niña no podría seguir andando con absoluta normalidad en los momentos en que la capta la cámara o, supuestamente, la ven en la calle.
El letrado también ha apuntado a la imposibilidad de que Rosario, dadas sus condiciones físicas, pudiese cargar con Asunta escaleras arriba y abajo. En el mismo sentido, ha recordado la posición en la que la menor fue encontrada en el terreno, puesto que estaba colocada de forma cuidadosa, sin huellas de arrastre no teniendo Rosario Porto "fuerza para hacer todo eso".
En cuanto a la omisión del dato de dónde dejó a la niña la tarde del 21 de septiembre, el letrado ha insistido en la "situación de shock" de su cliente al haber perdido a su hija.
La defensa recuerda el 'caso Wanninkhof'
En referencia al móvil del crimen, este abogado ha recordado la relación "idílica" reseñada por los testigos entre madre e hija y ha apuntado que si Rosario no pasó el máximo tiempo posible ese verano con Asunta fue por su enfermedad, ya que no quería "tener a la niña atada a una madre enferma y deprimida" y prefería ella que la pequeña disfrutase de sus vacaciones.
Gutiérrez Aranguren ha apelado a la cautela del jurado popular y les ha recordado en la sala que "un pronunciamiento de no culpabilidad no quiere decir impunidad de un crimen". En ese sentido, ha hecho referencia a la existencia del "derecho de no ser condenado sin pruebas" válidas y ha aludido al principio jurídico del 'in dubio pro reo': en caso de duda, se deben pronunciar "en favor del acusado".
Ha enumerado ejemplos en los que se culpó a inocentes como el caso Wanninkhof, en el que una mujer gallega, Dolores Vázquez, "se pasó 579 días de prisión" con una condena ratificada, a pesar de que luego se demostró su inocencia.
También ha hecho alusión al episodio de Eva Blanco, en el que después de 18 años, de forma reciente, "se pudo dar con la identidad" de la persona que la asesinó.
La defensa de Basterra dice que le dio el Orfidal a Porto
La abogada defensora de Alfonso Basterra, Belén Hospido, ha insistido en la inocencia de su cliente, haciendo hincapié en que, aunque compró durante los meses anteriores a la muerte de la menor hasta 125 pastillas de orfidal, fue para dárselo todo a Rosario Porto, y ha resaltado que el acusado "no tenía motivos" para sospechar que su hija estaba siendo sedada.
En sus conclusiones, la letrada ha indicado que el acusado "no estuvo haciendo acopio" del fármaco y ha realizado un cálculo de las pastillas que Porto pudo tomar desde el 30 de julio para evidenciar que coinciden que las que se adquirieron.
Además, ha criticado que se realice la "suposición de que cuando la niña no va a clase ha consumido lorazepam". "Tal vez la niña no estaba bien, pero de ahí a poder asegurar científicamente que había tomado Orfidal hay un mundo", ha apuntado Hospido, aunque no ha negado que los análisis del pelo indicasen un consumo previo.
Alfonso Basterra, falta de móvil y de pruebas incriminatorias
Por otra parte, ha señalado que, al perder a su hija el 21 de septiembre, Alfonso Basterra se quedó "sin nada" y sin el "vínculo" que tenía para relacionarse con su exmujer, Rosario Porto, a la que aún amaba, por lo que no existía motivación alguna para asesinar a Asunta.
De hecho, Belén Hospido ha expuesto que, en lo que respecta al día de los hechos, "no hay nada que pueda constituir evidencia" alguna de la implicación del padre adoptivo en esa muerte violenta.
Para la letrada, que la niña comiese en casa de su padre no es un indicio, puesto que se descarta que la víctima consumiese lorazepam allí, y menos en las cantidades que se encontraron en su cuerpo en la autopsia, que habrían hecho que no pudiera caminar como se la ve en las cámaras de grabación de un banco cercano a la vivienda.
Ha cuestionado que si sus padres le hubiesen dado el medicamento, "¿cómo diablos la dejan salir de casa si le han dado lorazepam en una cantidad abrumadora?". Y, además, ha argumentado, la niña podría haber encontrado con cualquier persona o tropezarse, lo que no tendría sentido ante el planteamiento hipotético de "somos muy listos y llevamos tres meses" preparando el asesinato.
Hospido también niega la presencia de Alfonso en Teo puesto que, aunque fuese con ella en el coche, no tiene forma de regresar desde allí, a kilómetros de Santiago, sin ser captado por cámaras, y con Rosario tampoco pudo volver puesto que los teléfonos acreditan que estaba en su casa diez minutos antes de que su exmujer saliese del chalé donde supuestamente murió Asunta.