Diez turistas muertos, la mayoría alemanes, en un atentado suicida en Estambul atribuido al Estado Islámico
- Ha ocurrido en la zona de Sultanahmet, donde están los principales monumentos
- Las autoridades turcas culpan a un "suicida de origen sirio" y del Estado Islámico
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Al menos diez personas han muerto, entre ellas ocho turistas alemanes y un peruano, en un atentado suicida en el centro histórico de Estambul, que las autoridades turcas han atribuido al autodenominado Estado Islámico. La otra víctima está siendo identificada. Hay, además, una quincena de heridos.
"Se ha descubierto que el perpetrador del ataque es un miembro del Daesh de nacionalidad extranjera", ha confirmado el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu. Se trata de un hombre de nacionalidad siria, identificado como Nabil Faldi, nacido en 1988 en Arabia Saudí. Había entrado recientemente a Turquía y no estaba fichado.
En cuanto a las víctimas, Berlín ha confirmado que ocho ciudadanos alemanes han muerto y otros nueve están heridos, algunos de ellos de gravedad. Hay, además, un noruego y una mujer peruana heridos.Todos han sido ingresados en el hospital de Haseki.
El atentado supone un duro golpe para el turismo en Turquía. La explosión se ha producido en la zona de Sultanahmet, donde se concentran los principales monumentos de la ciudad como la basílica de Santa Sofía, la Mezquita Azul el Palacio de Topkapi o el Bazar de las Especias.
"Esto es uno de los ejemplos más bárbaros de las acciones de la organización terrorista Daesh [Estado Islámico]", ha dicho Davutoglu, que ha comparado el ataque con los atentados de París de noviembre, el de Ankara, en octubre pasado, así como el de la localidad kurda de Suruç en julio anterior.
Potente explosión
La explosión se produjo pasadas las diez de la mañana, hora local, junto al llamado obelisco de Teodosio, detrás de la Mezquita Azul. La deflagración se pudo al escuchar a más de un kilómetro de distancia, según han narrado los testigos en el lugar.
"La explosión ha sido muy fuerte. Hemos temblado. Hemos corrido y hemos visto partes de cuerpos", ha relatado a Reuters una testigo.
“Hemos corrido y hemos visto partes de cuerpos“
Al lugar se desplazaron ambulancias y bomberos y la Policía desalojó la zona inmediatamente e interrumpió los transportes. A media mañana, el Gobierno turco decretó la censura de las imágenes de la explosión.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha condenado el atentado. "Turquía es el primer objetivo de todas las organizaciones terroristas que actúan en la región, porque Turquía lucha contra ellas de forma decidida", ha subrayado el jefe de Estado. "¿Quién en el mundo está luchando contra el Estado Islámico con la misma fuerza que Turquía?", ha señalado ante los embajadores turcos reunidos en Ankara.
Golpe al turismo
Turquía ha sido escenario de ataques de grupos armados kurdos y de extrema izquierda, así como de atentados de células del Estado Islámico (EI).
Hace un año, una mujer se inmoló en una comisaría cercana a la basílica de Santa Sofía y mató a un Policía. El grupo de extrema izquierda Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP-C en sus siglas en turco) reivindicó el atentado.
El atentado más grave de la historia reciente del país, atribuido al EI, ocurrió en Ankara en octubre, y costó la vida a 100 personas que participaban en una marcha izquierdista por la paz. Desde entonces, las fuerzas de seguridad han multiplicado las operaciones antiterroristas.
En la explosión de este martes, sin embargo, las víctimas han sido turistas, como ha señalado, en declaraciones al Canal 24 Horas de TVE, el corresponsal de la agencia Efe en Turquía, Ilya Topper.
"En otras ocasiones ha habido atentados contra policías, lo novedoso sería un atentado contra turistas. Si hubiera sido contra policias habría agentes entre las víctimas", ha subrayado Topper.
El efecto sobre los visitantes ha sido inmediato. Según el diario Hürriyet, muchos turistas han abandonado sus hoteles y están buscando billetes de vuelta a sus países. Estambul recibe al año casi 10 millones de viajeros.