República Centroafricana vota para poner fin a la transición y dos años de violencia sectaria
- Los comicios se han celebrado tras varios aplazamientos e incluso anulaciones
- Los ex primeros ministros Dologuélé y Touadéra se disputan la Presidencia
- La jornada se ha desarrollado con serenidad pero con algunas irregularidades
República Centroafricana ha celebrado este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y las legislativas, que, tras varios aplazamientos e incluso anulaciones, están llamadas a poner fin a una transición de dos años marcada por la violencia sectaria.
Aunque la jornada electoral se ha desarrollado con serenidad, ha habido irregularidades a la hora de emitir el voto para las legislativas y la segunda vuelta de las presidenciales, con las que los centroafricanos esperan terminar con el caos político y la violencia sectaria de los últimos dos años.
La segunda ronda presidencial la disputaban dos ex primeros ministros, Anicet Dologuélé y Faustin Archange Touadéra, que fueron los dos candidatos más votados en la primera vuelta del pasado 30 de diciembre.
Las dos semanas de campaña electoral han transcurrido en calma en Bangui, la capital, escenario de mítines donde no han faltado camisetas, carteles y otros recuerdos con la cara de los candidatos.
Seguridad y empleo, promesas de los candidatos
La seguridad tras dos años de conflicto y crisis humanitaria, el relanzamiento de la economía, la mejora de los servicios de salud y la educación y la creación de empleo son las principales promesas de los aspirantes.
Dologuélé, candidato de la Unión para la Renovación Centroafricana (URCA), ha centrado su campaña en el eslogan "Unión, paz y desarrollo", meta que promete perseguir impulsando el sector privado.
Touadéra se presenta como independiente tras haber abandonado el partido "Kwa Na Kwa" de François Bozizé, bajo cuyo mandato fue primer ministro.
Hombre de confianza de Bozizé, depuesto en el golpe de estado de los rebeldes Séléka en marzo de 2013, cuenta con apoyos y múltiples alianzas electorales que le podrían ayudar a ganar la Presidencia, desde donde pretende mejorar la seguridad y luchar contra la corrupción y el desempleo.
Casi dos millones de votantes
La primera vuelta de las presidenciales, inicialmente previstas en octubre de 2015, fueron retrasadas en varias ocasiones por la situación de inseguridad, que obligó a postergar los comicios hasta final de año.
La segunda ronda iba a celebrarse el 31 de enero, pero se retrasó dos semanas para que los candidatos tuvieran tiempo de hacer campaña, como establece la ley electoral del país, ya que los resultados definitivos de la primera ronda habían sido validados apenas tres días antes por el Tribunal Constitucional.
Además, el tribunal anuló las legislativas celebradas en esa misma fecha debido a "irregularidades generalizadas" en las votaciones.
Tras las elecciones del pasado diciembre, más de veinte candidatos -de un total de 30- calificaron de "farsa" la votación, denunciaron "irregularidades" durante el proceso y exigieron la suspensión de los comicios.
El país vive un tumultuoso proceso de transición desde que en 2013 los rebeldes Séléka derrocaran al presidente François Bozizé, desatando una ola de violencia sectaria que ha causado miles de muertos y ha obligado a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares.