Grecia pospone nuevas deportaciones de migrantes mientras estudia una oleada de peticiones de asilo
- Tiene que redefinir las listas de deportados ante al aumento de demandas de asilo
- La llegada de refugiados no cesa y la situación en las islas sigue siendo límite
- Este lunes fueron deportados los primeros 204 migrantes a Turquía
- Una treintena de niños refugiados han protagonizado una protesta pacífica en Idomeni
El Gobierno griego ha detenido las devoluciones de refugiados a Turquía mientras redefine sus listados de inmigrantes a deportar ante la llegada masiva de peticiones de asilo.
Desde que este lunes comenzara el proceso de deportaciones, las demandas de asilo han crecido exponencialmente, según la prensa local, que asegura que sólo en Lesbos, donde hay alrededor de 3.150 refugiados en el centro de detención de Moria, se han registrado 2.800. Una situación similar a la que se vive en Quíos, donde de cero peticiones de asilo se ha pasado a 540.
El portavoz de la coordinadora del Gobierno para la gestión de los refugiados, Yorgos Kyritsis, ha confirmado que la llegada de demandas de asilo de "último minuto" ha planteado "un problema práctico" ya que gente incluida "en las listas de deportación" pidió asilo, "y antes de devolverlos hay que aclarar su situación".
Primeras deportaciones "satisfactorias"
Según Kyritsis la semana pasada las autoridades griegas elaboraron un listado con 490 inmigrantes a deportar, de los cuales 202 fueron devueltos este lunes.
Hasta que esta situación con las demandas de asilo no se resuelva, ha insistido Kyritsis, se detendrán las deportaciones. La próxima tanda, prevista para el miércoles, se ha retrasado al viernes.
Kyritsis, sin embargo, se ha mostrado "muy satisfecho" con las reubicaciones realizadas hasta ahora ya que Turquía "no rechazó gente de la lista (de deportaciones)... con dos o tres excepciones", ha concedido.
Grecia reclama más medios
La tramitación de estas nuevas peticiones de asilo se encuentra con la dificultad añadida de la escasez de medios humanos, pues hasta ahora solamente han llegado 30 funcionarios de la agencia europea de apoyo al asilo (EASO), con sus respectivos traductores, de los 400 prometidos por la UE.
Estos funcionarios, además, empezarán a trabajar el jueves en un periodo piloto que durará "entre 4 y 5 días" durante el que se creará "un protocolo de demanda de asilo", ha explicado Kyritsis, por lo que operarán con normalidad a partir de mediados de la semana que viene.
Tampoco han llegado a Grecia todos los efectivos policiales prometidos por Frontex para este fin de semana, unos 400, ya que solamente 206 han aterrizado en territorio heleno.
Situación límite en las islas griegas
La situación en las islas del Egeo oriental sigue siendo límite con casi 6.000 inmigrantes acumulados en sus centros de detención sin que hayan cesado las llegadas de refugiados, 225 en las últimas 24 horas, la mayoría a Lesbos.
También es difícil en el campamento improvisado del puerto ateniense del Pireo, donde se acumulan ya 4.700 personas. El Gobierno griego espera poder desalojar este campo durante las próximas semanas y trasladar a sus ocupantes a centros organizados, todo ello sin recurrir a un desalojo forzoso.
Sin embargo el sindicato de guardacostas ha denunciado este martes que "supuestos" activistas de ONG instan a los refugiados e inmigrantes a no aceptar su traslado a centros de acogida y consideran que la situación es insostenible.
En el otro gran campo improvisado de Grecia, el fronterizo de Idomeni hay ya casi 11.300 refugiados y la tensión aumenta conforme se concretan las deportaciones a Turquía.
Protesta pacífica en Idomeni
Sin embargo ha sido una protesta pacífica la que ha marcado la jornada allí, la de una treintena de niños refugiados en las simbólicas vías del tren del campamento.
Los pequeños, según ha confirmado a Efe la policía de Macedonia Central, han portado flores blancas y pancartas con inscripciones en inglés en las que se podían leer cosas como "Nos matan silenciosamente".
También se han proferido gritos en favor de la reapertura de fronteras, un lema muy repetido por los más de 11.300 refugiados atrapados en este campo desde el cierre de la fronteras de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM).
Las autoridades helenas dieron permiso para que los niños llegaran hasta la doble valla que separa ambos países y arrojaran sus flores al otro lado bajo la atenta mirada de las fuerzas de seguridad macedonias.