La fan del magnetófono y la banda residente

La caja de coleccionista también incluye un texto escrito por Nettie Peña, la fan de la banda que grabó el concierto, además de cinco de las fotografías en blanco y negro que sacó de la actuación esa noche de mayo de 1966.

Peña acudió a la actuación del London Fog con un magnetófono de 1/4 pulgadas, que era propiedad de la escuela LAUSD (Los Angeles Unified School District), de la que su padre era profesor. Este dejó que su hija acudiera al concierto con el magnetófono para grabar la que sería una de las últimas actuaciones de The Doors en ese pequeño antro.

El grupo había comenzado a actuar en ese garito pequeño, sucio y oscuro, en febrero de 1966. Su propietario, Jesse James, les había ofrecido ser la banda residente a cambio de 40$ por día tocando de jueves a domingo y con cinco bolos cada noche, entre las 21.00 y las 02.00 horas de la madrugada. La oferta era tan miserable que la banda dudó, pero fue Jim Morrison el que insistió para que aceptasen el trato pensando en que esto les daría la exposición que necesitaban.

Y no solo les dio esa exposición, sino que el London Fog, aunque en las primeras semanas actuasen prácticamente para nadie o para siete o doce personas, les permitió engrasar la maquinaria bolo a bolo y definir su característico sonido: no contaban con bajo, Densmore marcaba el ritmo, y era el propio Manzarek el que con su Fender Rhodes tocaba las melodías del bajo con la mano izquierda y las del órgano con la derecha, mientras que Kriegger tocaba sin púa y usaba la técnica del 'slide', deslizando el dedo por el traste enfundado en un cuello de botella-. A esto se unían las letras de Morrison, pura poesía y totalmente demoledoras y críticas con la sociedad que les rodeaba.

El London Fog también le sirvió al cantante para aprender a actuar sobre un escenario: inseguro de su voz, en sus primeros bolos actuaba de espaldas al público y mirando a la banda, como en sus ensayos de garaje. Poco a poco se convirtió en el monstruo escénico que acabaría siendo, un ser provocador encima del escenario -ayudado en muchas ocasiones por las drogas y el alcohol-, lo que le acabaría acarreando multitud de problemas con las fuerzas del orden.

Para finales de mayo, el dueño del London Fog anunció a The Doors que iba a ser su último fin de semana antes de despedirles porque no estaban atrayendo clientela a su club. Afortunadamente, en su última actuación en el antro estaba como espectadora Ronnie Haran-Mellen, la programadora y cazatalentos del Whisky a Go Go -la caja de London Fog 1966 también incluye un texto suyo-. Haran-Mellen vio el potencial de la banda, y sobre todo de Morrison, y los llevó a una audición ante el propietario del Whisky a Go Go, quien los ficharía para llevárselos como banda residente a su club, situado unas puertas más abajo del London Fog, a apenas 100 metros, en el número 8901 de Sunset Blvd, y que era el garito más prestigioso y de moda del momento en L.A.

De los clubes a la fama

Así, en junio de 1966, Jim Morrison, Ray Manzarek, Robby Krieger y John Densmore empezaron a tocar regularmente en el Whisky a Go Go, donde actuaron como teloneros o banda de apoyo de grandes estrellas del momento, como los Them de Van Morrison. Los dos Morrison compartieron escenario durante varias noches y, posteriormente, cuando The Doors eran ya una banda consolidada, era habitual que incluyesen en sus conciertos en directo una versión de "Gloria" de Van Morrison.

En ese mismo Whisky a Go Go fue donde los vio actuar Jack Holzman, propietario de la discográfica Elektra, que acudió a oírlos por recomendación de Arthur Lee -cantante de Love, banda que grababa para su sello-, y que los ficharía en agosto de 1966. El club acabó despidiéndoles a finales de ese mismo mes, después de que el ya no tan tímido Jim Morrison cantase, bajo los efectos del LSD, en la canción "The end" que, además de matar a su padre, quería tener relaciones incestuosas con su madre. Fue "el fin" de sus actuaciones en el club, pero el comienzo de la meteórica carrera discográfica del grupo.

El disco debut de la banda llamada 'los Rolling Stones americanos', The Doors, se grabaría en los últimos días de agosto de 1966, y saldría a la venta en enero de 1967. Pero ese es el comienzo de otra historia cuyo 50 aniversario se promete celebrar este año 2017 por todo lo alto.

The Doors, historia de la música

The Doors, historia de la música.

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