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ETA revela a Francia la ubicación de ocho zulos con 120 armas y tres toneladas de explosivos

  • Se anunciaron 12, pero en la lista aparecen ocho ubicados al sur de Francia
  • No se espera que haya armas que puedan vincularse a crímenes sin resolver
  • Bayona celebra el desarme y reclama el fin de la dispersión de los presos
  • La disolución de la banda, que ha asesinado a 856 personas, sigue pendiente

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ETA revela a Francia la ubicación de ocho zulos con 120 armas y tres toneladas de explosivos

ETA ha entregado a la policía francesa los datos de geolocalización de ocho de sus depósitos de armas, ubicados en su mayoría al sur de Francia. Albergarían 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivos, miles de detonadores y munición, ha asegurado el integrante del 'grupo de Luhuso', Michel Tubiana.

Los autodenominados "mediadores" afirman que se han desplegado 172 "observadores" en los lugares donde están los depósitos de ETA para "acreditar y comprobar que son las autoridades francesas las que se van a adueñar" de los arsenales.

Fuentes de la lucha antiterrorista no descartan que pueda haber más zulos o almacenes de armamento. En un principio, la información que había llegado a los especialistas apuntaba a la señalización de 12 zulos, pero finalmente son ocho.

Siete de los ocho zulos están situados en la región gala de Aquitania. El octavo se encuentra radicado en la Región Occitana, según la información facilitada por el 'grupo de Luhuso'.

En la región aquitana, la banda armada mantenía zulos en Viellenave de Navarrenx, Maslacq, Saint Pée Sur Nivelle y Araujuzon. También entre las localidades de Lahonton y Carrese-Cassaber, entre Barcus y Aramits, así como entre Etxharry y Espiute. El octavo zulo, se encuentra situado entre Adaux y Castetbon, en Occitania.

Francia ha movilizado 180 policías y gendarmes de cuerpos antidisturbios para recoger el arsenal, así como una decena de equipos de artificieros y "numerosos efectivos" de la Policía Judicial y de los servicios de seguridad interior. Su trabajo es localizar las armas y explosivos y, posteriormente, garantizar su seguridad.

Entrega en el Ayuntamiento de Bayona

A las 9 de la mañana, el coordinador de la Comisión Internacional de Verificación, Ram Manikkalingam, aseguraba que había entregado la información sobre los zulos a las autoridades francesas tras recibirla de manos de uno de los "mediadores", Jean Nöel Etcheverry "Txetx".

La cita ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Bayona, con presencia del alcalde, Jean René Etchegaray, y de dos testigos internacionales, el arzobispo de Bolonia, Mateo Zuppi, y el pastor protestante norirlandés Harold Good, quien intervino en el proceso de desarme del IRA.

Maikkalingam ha subido al escenario del Teatro del consistorio y en una comparecencia sin preguntas ha leído en inglés y español la declaración oficial de la CIV, que señala que "esto es el desarme de ETA" y que con la culminación de esta fase termina el trabajo de la Comisión.

En este sentido, ha concluido que confía en que con el apoyo de "todos los actores" este "paso histórico ayude a consolidar la paz y la convivencia".

Posteriormente se han celebrado actos en Bayona en torno al desarme, que ya avanzó ETA este viernes en un comunicado. Allí representantes de diversas organizaciones han reclamado el fin de la dispersión de los presos de ETA y la excarcelación de los enfermos en un acto jalonado por gritos a favor de los reclusos de la banda terrorista.

El manifiesto de Bayona ha mostrado su compromiso para "reconocer a todas las víctimas", "las de estas armas y las de las otras armas" y ha asegurado que "no pervertirá su historia en beneficio propio".

La disolución sigue pendiente

Manikkaligam ha recordado que la CIV se constituyó el 28 de septiembre de 2001 para" verificar la declaración del final definitivo de la violencia por parte de ETA".

En enero de 2014 comprobó que ETA "había sellado una cantidad específica de armas y este fue el primer paso hacia el desarme".

El 27 de marzo y el 6 de abril de 2017 los parlamentos vasco y navarro avalaron el papel de esta comisión y le "instaron a seguir desarrollando sus oficios para culminar el desarme unilateral completo y definitivo verificado" de la organización terrorista.

No se espera que las armas entregadas por la organización sirvan para esclarecer los 350 crímenes que quedan por resolver, ya que se baraja la posibilidad de que éstas hayan sido manipuladas para evitar que se abran nuevas causas contra miembros o presos de la banda, o simplemente ETA se haya deshecho de ellas.

La banda terrorista ha tenido una trayectoria de más de medio siglo de violencia, en los que ha matado a 856 personas y ha realizado decenas de secuestros y extorsión a empresarios para recaudar fondos. Aunque se verifique su desarme por las Fuerzas de Seguridad, la disolución de la organización terrorista sigue siendo una asignatura pendiente.