El Real Madrid es el indiscutible amo y señor de Europa
- El equipo blanco hace historia al ganar en Cardiff su duodécima Champions
- Es el primer equipo que revalida el título desde que se cambiara el formato
- Cristiano Ronaldo en dos ocasiones, Casemiro y Asensio; los goleadores
- Así hemos narrado la final de la Champions: final de la ChampionsReal Madrid 4-1 Juventus
Ficha técnica:
1 - Juventus: Buffon; Barzagli (Cuadrado, m.64), Bonucci, Chiellini, Álex Sandro; Khedira, Pjanic (Marchisio, m.70); Dani Alves, Dybala, Mandzukic; e Higuaín.
4 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos (Morata, m.89), Modric, Isco (Marco Asensio, m.82); Cristiano Ronaldo y Benzema (Bale, m.77).
Goles:
0-1, m.20: Cristiano Ronaldo.
1-1, m.27: Mandzukic.
1-2, m.61: Casemiro.
1-3, m.64: Cristiano Ronaldo.
1-4, m.90: Marco Asensio.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Dybala (12), Pjanic (66) y Sandro (70) por el Juventus; y a Ramos (31), Carvajal (42), Kroos (53) y Asensio (90) por el Real Madrid. Expulsó a Cuadrado por doble amarilla (72 y 84).
Incidencias: final de la Liga de Campeones disputada en el Millennium Stadium ante 74.500 espectadores.
No quedan ya calificativos para describir la relación amorosa que mantiene el Real Madrid con la Copa de Europa. El equipo blanco ha vencido a la Juventus de Turín por 4-1 en Cardiff conquistando así su duodécimo trofeo de la máxima competición continental. El único equipo capaz de romper la maldición del campeón, de revalidar el título en la temporada consecutiva. [Así hemos narrado la final de la Champions: final de la ChampionsReal Madrid 4-1 Juventus
Cristiano Ronaldo con el primero y el tercero, Casemiro con el segundo y Asensio con el cuarto han sometido al gigante italiano a base de goles. De nada sirvió el golazo de Mandzukic, que hizo el empate 1-1.
El equipo español ha vuelto a escribir su nombre en la leyenda tras una primera parte en la que a los puntos el combate le habría correspondido a la Juventus. La presión de los de Allegri se esperaba pero aún así asfixió al Real Madrid en base a su intensidad y eficacia.
En los primeros 45 minutos de juego Buffon tan solo tuvo en sus manos el balón en una acción, en un centro tibio de Carvajal desde la derecha ya en las postrimerías del período. El veterano portero no intervino más porque el equipo blanco solo disparó a puerta una vez, en el minuto 20, cuando Cristiano Ronaldo rompió la igualada.
La jugada a la contra fue ejecutada de manera perfecta. Kroos condujo el esférico, que acabaría llegando a la banda derecha por la subida sorpresiva de Carvajal. El de Leganés no se puso nervioso y le devolvió la pelota a CR7 para que el luso colocara el balón en la cepa del poste y desatara la pasión madridista con el gol 500 del Real Madrid en la Liga de Campeones.
En el debe de los de Zidane hay que poner el no saber dormir el choque tras el gol. El partido enloqueció y ahí pescó, como buen conjunto italiano, la Juventus. Se fue al descanso con dos tarjetas amarillas en la defensa merengue (Sergio Ramos y Carvajal) y con el gol del empate. Golazo de Mandzukic.
Siete minutos después del 1-0, el croata otrora colchonero tocaba el cielo del olimpo al acomodarse el balón con el pecho y batir con una semichilena y de vaselina a Keylor Navas. Nada pudo hacer el portero tico, que ya había evitado el 1-0 en el minuto 6 ante un disparo de Pjanic.
El Madrid da un paso al frente tras el descanso
El hambre de los juventinos siguió latente en la reanudación. Sistemáticamente el juego era interrumpido siempre que el Real Madrid robaba el balón. Un ejemplo de lo estudiada que tenían la final uno y otro equipo. El arma de Zidane era obvia, había que tener el balón para evitar la ida y vuelta. Y buscar la espalda de Barzagli, el único punto débil de la defensa blanquinegra.
Por ese camino se logró embotellar a la Juventus en su campo y ver los mejores minutos del Real Madrid, del 50 al 65. Una avalancha de juego que se llevó por delante a los de Allegri con dos goles decisivos.
El primero de Casemiro, a pachas con Khedira, en el minuto 61 con un tiro desde fuera del área. El segundo de Cristiano Ronaldo al anticiparse a la defensa en el primer palo y remachar el pase de la muerte de Modric (min. 64). En el momento que Zidane ordenó ir a por el partido, la diferencia de calidad entre las dos plantillas decantó la contienda.
Lógicamente, el físico de los transalpinos se agotó y salvo en jugadas a balón parado, no tuvieron oportunidades de gol para meterse en la final. Para colmo de desgracias, Cuadrado se autoexpulsó al ver dos amarillas en menos de 20 minutos sobre el césped.
La guinda en la fiesta fueron las sustituciones que dieron minutos a Bale, Morata y Asensio. A modo de premonición de lo que viene en el futuro, el mallorquín cerró la cuenta con un gol en el noventa al rematar a placer otro pase de la muerte, esta vez de Marcelo (min. 90).
Después de conseguir el doblete, de materializar el año más exitoso en su historia, el ADN del Real Madrid obliga a pensar ya en lo próximo, que será medirse al Manchester United de Mourinho en la Supercopa de Europa y al Barça en la Supercopa de España. Eso será en agosto.