La aviación rusa bombardea el bastión de los rebeldes en Siria tras la toma de Alepo
- Al menos 23 civiles han muerto y más de 125 han resultado heridos en ataques de la aviación de Siria y Rusia
- Es la respuesta a la caída bajo control rebelde de Alepo sin apenas resistencia de las tropas de Al Assad
Al menos 23 civiles han muerto este domingo y más de 125 han resultado heridos en ataques de la aviación de Siria y Rusia, principal aliado de Damasco, en la provincia de Idlib, en el noroeste sirio y bastión de los rebeldes al régimen de Bachar al Asad.
"Un balance preliminar de víctimas de los intensos y continuos bombardeos aéreos del régimen de Al Asad y de Rusia sobre la ciudad de Idlib, su periferia y las afueras de Alepo es de 18 civiles muertos, entre ellos cinco niños y dos mujeres", ha indicado en su cuenta oficial de X la organización Cascos Blancos, que opera en zonas que escapan al control de Damasco.
Entre los 125 heridos, 54 son niños y 39 mujeres, han apuntado. Además, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) otras cinco personas han muerto en bombardeos rusos cerca de la Universidad de Alepo, ciudad del norte de Siria que se encuentra ya fuera del control del régimen tras la ofensiva lanzada por una coalición de grupos rebeldes.
El presidente sirio ha prometido este domingo utilizar la "fuerza" para erradicar el "terrorismo". Lo ha hecho durante una llamada telefónica con un funcionario de Abjasia, región separatista prorrusa de Georgia, ha informado la agencia de noticias oficial siria Sana. "El terrorismo solo entiende el lenguaje de la fuerza, y es con este lenguaje con el que lo quebraremos y eliminaremos, sean quienes sean sus partidarios y patrocinadores", ha dicho Al Asad, citado por Sana. El Gobierno de Damasco ha movilizado la vía diplomática para obtener respaldo político
Estos ataques son la respuesta a la caída bajo control rebelde de Alepo. Sin apenas resistencia, las tropas de Al Asad se han retirado de la segunda ciudad siria. Milicias islamistas comandadas por el grupo salafista Hayat Tahrir al Sham (HTS) lo celebran.
Desde el miércoles, la ofensiva ha dejado al menos 417 muertos, entre ellos 61 civiles, según un nuevo balance facilitado este domingo por el OSDH. Del resto de víctimas, 219 son rebeldes y 137 miembros de las fuerzas progubernamentales.
El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, ha ofrecido este domingo desde Damasco al presidente sirio "diversos tipos de ayuda" para luchar contra la ofensiva de los insurgentes.
Alepo bajo control rebelde ocho años después
Los rebeldes islamistas no solo han tomado los principales barrios y edificios gubernamentales de Alepo, también el aeropuerto internacional. Una ciudad en la que no ponían los pies desde que salieron derrotados por el régimen en 2016. "Damos gracias a Alá por la liberación de nuestra ciudad", dice un retornado.
Otros, en cambio, están saliendo de la ciudad para escapar de combates y bombardeos que no se veían en Alepo desde 2016. Ya hay unos 10.000 desplazados, como Salma: "Mis hijos estaban aterrorizados, entre las bombas de aviones rusos, por un lado, y los drones, por otro", cuenta.
El Ejército de Al Asad reconoce que ha perdido terreno ante miles de terroristas extranjeros, dice, con armas pesadas y drones. Turquía, que apoya a los rebeldes sirios, niega estar implicado. El Gobierno turco lleva meses intentando recomponer lazos con el sirio, rotos desde el inicio de la guerra en 2011.
Rusia e Irán, aliados de Al Asad, han salido rápidamente en su apoyo. La aviación de Vladímir Putin ha vuelto a bombardear Alepo, como no hacía desde 2016. Uno de esos ataques ha alcanzado a decenas de civiles en una rotonda, causando una masacre.
La escalada militar no solo afecta a Alepo. Desde su feudo de Idlib, los rebeldes también avanzan hacia el sur, en dirección a Hama, retomando la iniciativa tras años de estancamiento en la guerra. La desbandada de las tropas de Al Asad vuelve a demostrar que su régimen tendría difícil sobrevivir sin las fuerzas de Irán y Rusia.
Quinto día de ofensiva islamista
Cinco días de ofensiva de la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante y facciones apoyadas por Turquía han bastado para expulsar al Ejército y a las milicias proiraníes aliadas del presidente sirio, Bachar al Asad, de grandes zonas del noroeste de Siria, entre ellas Alepo.
Los rebeldes iniciaron su ofensiva el pasado 27 de noviembre, coincidiendo con la entrada en vigor de la tregua en el Líbano tras poco más de un año de hostilidades entre Israel y Hizbulá, un importante aliado en Siria que se ha visto muy debilitado en los enfrentamientos con el Ejército israelí.
La ofensiva tiene lugar en un momento en el que Turquía busca restablecer las relaciones con Damasco, pero Al Asad pide como condición las tropas de Ankara del norte de Siria y el fin de su apoyo a grupos opositores a los que su Gobierno y Rusia califican de "terroristas".
En los cuatro días anteriores, los insurgentes han logrado unas victorias militares impactantes: no solo se han hecho con Alepo, sino que también han recuperado el control de la totalidad de la provincia de Idlib e incluso se han aventurado a adentrarse en el norte de la demarcación administrativa de Hama, más al sur.
Para ello, los rebeldes han utilizado tácticas de guerrilla e incluso se han hecho explotar en coches bomba para romper las primeras líneas de defensa de las milicias proiraníes y del Ejército de Al Asad. Además, cuentan con un amplio arsenal de cohetes, armas pesadas e incluso drones de asalto.
Este representa el mayor golpe al Gobierno de Al Asad desde principios 2020, cuando el Ejército sirio recuperó el control de varias zonas estratégicas de Idlib bajo dominio de facciones insurgentes desde 2012, un año después del estallido de la guerra civil en Siria.
Choque con la población kurda
Las facciones islamistas han ofrecido a los kurdosirios que se vayan de los barrios que controlan en la ciudad de Alepo "con sus armas" hacia el noreste de Siria. "Estamos combatiendo el régimen criminal de Al Asad y alejando a las milicias iraníes de nuestras ciudades y pueblos, de manera que garantice la seguridad de nuestras familias y su regreso de forma pacífica. Les proponemos la salida de la ciudad de Alepo con vuestras armas hacia el noreste de Siria de forma segura", según un comunicado de la dirección de Mando de Operaciones Militares.
Esta coalición creada para la ofensiva iniciada el pasado miércoles y liderada por el Organismo de Liberación del Levante, antiguo Frente al Nusra (exfilial de Al Qaeda en Siria), ha indicado que "asegurarán a las familias kurdas en (el distrito de) Al Sheij al Maqsud", la mayor área que controlan los kurdos en la ciudad de Alepo.
"Los kurdos de Siria son una parte inseparable de la sociedad siria, con todos los derechos conjuntos con el resto del pueblo de este país", ha indicado. Horas antes, las Fuerzas de Siria Democrática (FSD, grupo liderado por kurdosirios, que cuentan con su administración en el noreste, aseguraron en un comunicado que están haciendo frente a "un ataque a gran escala", en particular en Alepo.
La ONU, "gravemente alarmada y preocupada"
Irak ha cerrado su frontera con Siria y enviado a batallones para apoyar al régimen de Damasco. La Liga Árabe, que readmitió el año pasado a Al Asad, teme que la violencia y el caos vuelvan a extenderse en Siria.
Detrás del inesperado repunte de esta guerra hay quien ve intereses de potencias regionales como Turquía o Israel. De momento, lo único claro es que la caída de Alepo asesta un duro golpe al gobierno de Al Asad y sus aliados. El Gobierno británico ha acusado "al régimen" de Al Asad de "crear las condiciones para una escalada" en Siria y ha pedido a todas las partes que "protejan las vidas de los civiles",
El coordinador residente y humanitario de las Naciones Unidas para Siria, Adam Abdelmoula, ha afirmado este domingo estar "gravemente alarmado y preocupado" por la ofensiva lanzada por los insurgentes.
"Estoy gravemente alarmado y preocupado por la reciente escalada de las hostilidades en Alepo, que comenzaron el 27 de noviembre. Estos ataques han provocado la trágica pérdida de vidas de civiles inocentes, entre ellos mujeres y niños, daños a infraestructuras civiles y la suspensión de servicios críticos", ha afirmado Abdelmoula en un comunicado.
Esta ofensiva se produce en un momento en el que "innumerables personas, muchas de las cuales ya han sufrido el trauma del desplazamiento, se ven ahora obligadas a huir una vez más, dejando atrás sus hogares y sus medios de subsistencia", ha indicado.