La sequía goleadora deja el derbi en tablas

Muy pocas ocasiones de gol

Ambos equipos sabían que no podían fallar, el Barça había ganado en Butarque al Leganés (0-3) y once puntos de diferencia en la jornada 12 es una brecha muy difícil de salvar y más cuando los azulgrana lo han ganado todo a excepción del empate ante el Atleti.

Esa presión inicial fue disminuyendo con el paso de los minutos, aunque tampoco estaba siendo muy necesaria, ya que el Madrid se estaba mostrando como un equipo muy lento y con poca profundidad, mucho toque de balón en el centro del campo pero sin ver el claro.

La siguiente buena iba a correr de cuenta de Cristiano, tras un balón en largo en pleno ataque rojiblanco que sorprendió a todo el equipo en la meta de Casilla. El luso lanzó la carrera para plantarse delante de Oblak, pero apareció Juanfran como una exhalación para cortar la progresión e impedir que CR7 llegase a esa bola. El lateral se llevó la merecida ovación de los suyos.

Justo después, Correa se jugó una amarilla tirando a naranja tras propinar un pelotazo a Benzema cuando este se encontraba tirado sobre el césped. Menos caritativo estuvo Fernández Borbalán con Carvajal, que se llevó la primera amarilla de la noche tras llegar tarde a por un balón dividido ante Lucas.

El partido entró en fase de letargo hasta pasada la media hora, cuando Kroos se marcó una jugada individual, con pared incluido con Cristiano, para plantarse dentro del área en mejor ocasión de la primera parte, pero el alemán no tuvo buena puntería.

El Real Madrid fue cogiendo peso en el partido, sobre todo por la banda de izquierda,  donde Marcelo e Isco estaban desbordando constantemente a la zaga colchonera. Borbalán descontó dos minutos por el tiempo que se perdió para que Ramos fuese atendido tras recibir una patada en la cafa de Lucas tras rematar una clara ocasión en el primer palo.

Gran pitada a Griezmann

Precisamente, de ese lance llegó el primer cambio de la noche.  El central de Camas no pudo continuar tras el descanso y Nacho ocupó su lugar. Fue lo único que cambió en los primeros minutos de la segunda mitad, porque ambos seguían mostrándose muy erráticos y con poca sensación de peligro.

El siguiente en mover el banquillo fue Simeone, quien decidió dar entrada a Carrasco por Thomas, una decisión que mostraba sus ganas de llevarse el choque. En la siguiente jugada, Marcelo reclamó una mano de Juanfran dentro del área que cortaba su centro.

El técnico argentino se mostraba cada vez más nervioso, no le gustaba la falta de conexión de sus delantero, sobre todo de Griezmann, que pasó como un fantasma por el derbi. Esto provocó que pasado el minuto 75 decidiese sacarle del campo junto a Correa, en un doble cambio para dar entrada a Torres y Gameiro.

El público del Metropolitano mostró su descontento con el jugador galo y se llevó una gran pitada, que sumado al segundo toque de atención que le da el entrenador, pone las cosas muy serias. Habrá que esperar al mercado invernal, la llegada de Costa y Vitolo le dejan en una situación muy complicada como no espabile.

La entrada de Torres y Gameiro dio aire fresco al ataque colchonero y de una jugada entre ambos surgió su mejor ocasión de la noche, pero la vaselina del galo sobre Casilla fue sacada bajo la línea de gol por Varane.

La última ocasión del partido sería para Cristiano, que tuvo en sus botas el tanto dela victoria tras una asistencia en bandeja de Marcelo, pero su tiro fue repelido a tiempo por Lucas antes de que pusiese en apuros a Oblak.

En la próxima jornada liguera, el Atlético visitará al Levante y el Real Madrid recibirá al maltrecho Málaga, dos partidos que les pueden servir a ambos para lamerse las heridas, a la espera de que el Valencia sea capaz de doblegar al Barça en Mestalla.