Mohamed Al Golani, el líder del movimiento islamista que ha derrocado a Al Asad en Siria
- Luchó en Irak contra las tropas estadounidenses en 2003 y ascendió rápidamente en las filas de Al Qaeda
- DIRECTO: sigue la última hora de la caída del régimen de Bachar al Asad en Siria
El régimen de Bachar al Asad en Siria ha caído en una operación relámpago de menos de dos semanas. Al mando de los rebeldes está Abu Mohammad al Golani, el apelativo de guerra de Ahmed Huseín al Sará, su verdadero nombre.
Al Jolani es el líder del movimiento Hayat Tahrir al-Sham, el HTS, que comanda la coalición rebelde Organismo de liberación del Levante. Esta coalición de milicias ha ejecutado desde el 27 de noviembre un espectacular levantamiento en Siria.
"Oh, mis hermanos revolucionarios rezad a Dios para agradecerle por la victoria que nos ha dado a través de vuestros brazos", ha pedido Al Golani tras confirmar la toma de Damasco en un comunicado. Más tarde, durante una simbólica visita a la Mezquita de los Omeyas, en Damasco, ha afimado que la caida de al Asad supone "una nueva historia para toda la región".
"Al Asad ha dejado a Siria como una finca para las ambiciones iraníes, y propagó el sectarismo y la corrupción", ha defendido Al Golani en una breve alocución desde el interior del templo, donde ha sido recibido por una multitud de fieles.
Considerado terrorista para EE.UU. y la ONU
Al Golani, cuyo nombre verdadero es Ahmed al Charaa, nació en Arabia Saudí en 1982, donde su familia, oriunda de los Altos del Golán sirios ocupados por Israel, se exilió. Se trata de un salafista bregado en muchas batallas: luchó en Irak contra las tropas estadounidenses en 2003 y ascendió rápidamente en las filas de Al Qaeda.
Según el sitio web Middle East Eye, fue tras los atentados del 11-S cuando "los primeros signos del yihadismo comenzaron a aparecer en la vida de Al Golani, que empezó a asistir a sermones y mesas redondas secretas en los suburbios marginales de Damasco". Capturado y encarcelado, Al Golani pasó 5 años en varias prisiones, entre ellas la iraquí bajo control estadounidense de Abu Graib.
Cuando en 2011 estalló la guerra en Siria, Al Golani fue una pieza clave en la creación de Al Nusra, la filial de Al Qaeda, que se convirtió en uno de los grupos más poderosos de Siria. Al Golani ha ido abandonando el turbante yihadista que llevaba al comienzo del conflicto por un uniforme militar y, a veces, un traje civil.
Años más arde, y con Al Nusra extinta, fusionó a sus milicianos con el grupo que ahora capitanea. Además de contra el régimen de Al Asad, el Organismo de liberación del Levante ha luchado contra el ISIS y sus propios viejos socios de Al Qaeda.
Desde su bastión de Idlib, al noroeste de Siria, estos últimos años Al Golani ha intentado potenciar una imagen menos radical y más pragmática y sacudirse el calificativo de terrorista global con el que está inscrito en la lista negra de Estados Unidos, que ofreció diez millones de dólares por su captura.
Al Golani ha pasado de un vocabulario fundamentalista a un enfoque moderado para alcanzar sus objetivos. Cuando rompió con Al Qaeda en 2016, dijo que lo hacía para "eliminar los pretextos esgrimidos por la comunidad internacional" para atacar a su organización.