Una misa solemne y emotiva recuerda a los fallecidos por la DANA en la catedral de Valencia en presencia de los reyes
- El funeral ha sido organizada por el Arzobispado de Valencia y han asistido 400 familiares de las víctimas
- Felipe VI y doña Letizia se han acercado a consolar y dar su pésame uno a uno a los afectados
La catedral de Valencia ha acogido este lunes una solemne y emotiva misa funeral en memoria a las víctimas mortales de las inundaciones causadas por la DANA del 29 de octubre. La liturgia, que ha servido también para destacar la labor de los servicios de emergencia y los voluntarios, ha contado con la presencia de los reyes de España y de 400 familiares directos de los fallecidos.
La misa ha estado organizada por el Arzobispado de Valencia en memoria de las más de 200 personas que murieron en las riadas de hace cinco semanas en esta región. Ha comenzado entre aplausos a las 19:00 horas en la catedral y ha estado presidida por el arzobispo, Enrique Benavent, junto a los párrocos y sacerdotes de la zona cero, obispos valencianos, el Consejo Episcopal y el Cabildo de la Seo.
La catedral ha abierto las puertas para las familias de los fallecidos y afectados, que han ocupado el lugar preferente: las filas centrales, con capacidad para 700 plazas. En los laterales, a ambos lados de los bancos, se han añadido 300 sillas –150 a cada lado–. Además, tras las críticas por parte de familiares de personas fallecidas en las riadas en las que aseguraban que no habían sido invitadas a esta misa, la Archidiócesis de Valencia ha habilitado un servicio de autobús para que pudiesen acudir aquellos que no disponían de vehículo ni de transporte público para trasladarse a la capital.
Durante la misa, algunos de los asistentes se han mostrado visiblemente emocionados, abrazando las fotos de sus seres queridos y escuchando la homilía. También varias personas vestidas con uniformes de la Guardia Civil y Protección Civil, que desde el fondo del templo han seguido la misa respetuosamente y en silencio.
Los reyes consuelan a los afectados
Vestidos de negro y con gesto serio, Felipe VI y doña Letizia han llegado a la catedral a las 18:49 horas por la Puerta de los Hierros, en la plaza de la Reina, que debe su nombre a la reja de hierro barroca que cerca el atrio de la entrada. Tras bajarse del coche, han saludado desde la distancia a las decenas de personas apostadas en las inmediaciones del lugar, que les han recibido entre aplausos, vivas al rey, aunque también algún grito en contra.
En el interior, sus majestades han ocupado dos asientos de terciopelo rojo cercanos al presbiterio y a la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, que ha lucido un manto de color morado en señal de duelo, para seguir con atención la misa.
Posteriormente, una vez el arzobispo ha concedido la paz, los reyes se han acercado a los familiares de los fallecidos, a quienes han transmitido su pésame. Uno a uno, les han mostrado su consuelo, ya sea escuchándoles o dándoles muestras de cariño, como besos y abrazos.
La reina se ha detenido a arropar a varias mujeres, que en algún caso llevaban una foto de su difunto y han hablado con ella largo rato. A don Felipe, al que han gritado algún "viva el rey", le han entregado varios escritos, en un lento y sentido recorrido por la catedral para expresar su cercanía a las víctimas.
A la salida del funeral, varios familiares han explicado a los medios de comunicación que les ha "reconfortado" asistir porque ha sido una manera de recordar a sus seres queridos y todos han coincidido en señalar que los monarcas les han transmitido "humanidad" y "cercanía". Es el caso de Ana y Susana, de Catarroja, que han perdido a sus maridos, y María, de Paiporta, cuya tía ha fallecido.
El arzobispo recuerda a los muertos y los desaparecidos
Durante la ceremonia, monseñor Benavent ha comenzado recordando a los desaparecidos y a todos los que murieron "en la tragedia del 29 de octubre, cuando el fenómeno natural de la DANA azotó nuestras queridas tierras valencianas y las de otras comunidades autónomas".
"Todos hemos compartido una misma experiencia y a todos los queremos incluir en nuestra oración", ha asegurado Benavent, que ha subrayado que no han "pretendido hacer otra cosa" al convocar esta misa. "Hemos querido manifestar que compartimos el sufrimiento de todos, queremos estar cerca de todos y queremos orar por todos", ha declarado.
El arzobispo, que ha pedido el descanso para los difuntos, ha puesto en valor el "espíritu de entrega" de todos aquellos que se han volcado para aliviar el sufrimiento, ya sea colaborando en las parroquias o "desde sus propias convicciones": "El bien ha de ser valorado, venga de donde venga". "La experiencia de cercanía a los que sufren nos ha ayudado a sentirnos hermanos de todos", ha agregado. Asimismo, ha instado a no olvidar a quienes han resultado "afectados por los acontecimientos" al perder su hogar o su empleo, o al ver "interrumpido su proceso educativo".
Acuden representantes del Gobierno, la Generalitat y otras comunidades
Aunque no se ha tratado de un funeral de Estado, el Ejecutivo ha estado representado por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres; la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; y la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé.
El Gobierno valenciano en pleno, encabezado por el president de la Generalitat, Carlos Mazón, también ha asistido. Entre ellos, el vicepresidente segundo de la Generalitat, Gan Pampols, y la vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero.
Entre los dirigentes políticos que han estado destacan el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que ha llegado justo antes de comenzar la misa y se ha colocado junto a los ministros sin cruzar palabra. "La DANA truncó 229 vidas y provocó un dolor inconmensurable para todos. Las víctimas de esta tragedia nacional y sus familias merecen ser honradas. Hoy y siempre", ha escrito en sus redes sociales Feijóo.
En las bancadas de atrás se han sentado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, el de Aragón, Jorge Azcón; así como los alcaldes de las más de 30 localidades de las zonas afectadas por las inundaciones. También el presidente andaluz, Juanma Moreno, que ha tenido que llegar al funeral con la misa ya iniciada debido a que su avión ha despegado con más de una hora de retraso por una “incidencia técnica” y ha aterrizado a las 18:40 en el aeropuerto de Valencia. Otro de los asistentes ha sido el presidente de Mercadona, Juan Roig.
Protestas a las puertas de la catedral
Fuera de la catedral, un grupo de familiares y afectados han pedido más ayudas para salir adelante tras la tragedia del temporal y han cargado contra las autoridades al grito de "asesinos" y "más ayudas y menos misas". Se han concentrado cerca de las puertas sosteniendo pancartas en las que podía leerse mensajes como "somos las familias de los que matasteis" o "políticos corruptos"
También se han acercado varias personas envueltas en banderas de España que han pedido la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de Mazón. Una joven preguntaba en voz alta "Sánchez, ¿por qué no has venido?", o "¿dónde está el Ejército del Rey?".
Sus gritos se han dejado oír especialmente a la salida de los reyes, que han subido a su coche cerca de las vallas donde estaba el público entre gritos de "asesinos" y algunos insultos. Los políticos, en cambio, han salido por otra puerta en la que la Policía ha impedido la presencia de gente.
Además, varios familiares de fallecidos invitados a la ceremonia han rechazado entrar. Es el caso del vecino de Catarroja, Juan José Monrabal, que encontró en su casa a su madre sin vida. "Faltan cuatro personas", ha dicho en referencia a los desaparecidos. "Ahora, en estos días que van a venir en Navidad, imagínate en las casas cómo vamos a estar. Muchas fiestas tendrán Mazón y muchas fiestas tendrán los políticos. Pero nosotros, en nuestra casa, lo único que vamos a tener son ganas de llorar", ha resumido.
Tampoco ha entrado Sonia Fuster, que ha señalado a los medios entre lágrimas que ha perdido a su padre y ha acudido a Valencia por él, pero que ha sentido que los políticos "no han respetado nuestro dolor". "Para mí no me lo han respetado porque no me apetecía verlos, no quería compartir el espacio. Para mí esto ha sido un asesinato", ha zanjado.