Un informe tacha de "tragedia nacional" la pederastia en Australia: concluye que se abusó de decenas de miles de niños
- La comisión que investigó la pederastia en Australia cierra 5 años de investigación
- El país "faltó gravemente a sus deberes" con los niños durante décadas, concluye
- Las víctimas señalan a orfanatos, clubes deportivos, escuelas y a la Iglesia católica
"Decenas de miles de niños fueron abusados sexualmente en las instituciones australianas. Nunca conoceremos el número exacto, pero cualquiera que sea supone una tragedia nacional perpetrada durante generaciones dentro de nuestras más respetadas instituciones". Esta es una de las conclusiones más demoledoras del informe final de la comisión especial que investigó la pederastia en Australia desde 2012, y en el que se hacen cientos de recomendaciones para mejorar la seguridad de los niños e intentar impedir que los pederastas actúen.
La comisión -contactada por miles de personas personas que afirman haber sido víctimas de tales actos implicando a orfanatos, clubes deportivos, escuelas, organizaciones juveniles y a la Iglesia católica- ha investigado durante cinco años la respuesta a la pederastia con entrevistas a más de 8.000 víctimas de abusos cometidos desde la década de los años 20 del siglo XX en más de 4.000 instituciones.
En el informe se señala, según recoge AFP, que no se trató simplemente de algunas "manzanas podridas" y que "algunas instituciones tenían a muchos pederastas que agredían a muchos niños". Hasta el momento se han presentado más de 2.500 denuncias ante la policía, que abrió 230 investigaciones.
Con más de 6.875 experiencias de supuesto abuso sexual, un 64,3% de las víctimas eran hombres y un 93,8% fueron abusados por un varón, en la mayoría de los casos un adulto, según recoge Efe. Más de la mitad de las víctimas dijeron que tenían entre 10 y 14 años de edad cuando fueron abusados sexualmente por primera vez y el promedio del tiempo que padecieron esas agresiones en una institución fue de 2,2 años, mientras que más del 36% fueron víctimas de varios pederastas.
"Las mayores instituciones faltaron gravemente a sus deberes. En muchos casos, estas faltas se vieron agravadas por una respuesta manifiestamente inadaptada a las víctimas", denuncia el informe. "El problema está tan extendido, y la naturaleza de los crímenes es tan odiosa, que resulta difícil de entender", agrega, según señala AFP.
Más de 400 recomendaciones para evitar más casos
Entre las recomendaciones que la comisión hizo en los 17 volúmenes de su informe figuran la implementación de leyes que penalicen el no proteger a un menor del riesgo de ser abusado sexualmente dentro de una institución, así como de una estrategia nacional para prevenir este tipo de delitos.
También solicita la obligación de que los curas denuncien los actos de pederastia que conozcan en secreto de confesión. Además, la comisión pide que la Conferencia de Obispos de Australia solicite al Vaticano que se enmiende la ley canónica para que se trate el abuso sexual contra menores como un crimen y que el celibato no sea obligatorio.
La comisión reconoce que el celibato obligatorio no es la causa directa del abuso, pero que contribuye a que ocurran abusos sexuales de menores cuando se combinan con otros factores de riesgo y pueden desencadenar disfunciones psicosexuales y mentales.
La comisión dio a conocer en febrero pasado que la Iglesia católica, con fuerte presencia en Australia, recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos a menores cometidos por unos 1.880 miembros de esta institución, sobre todo por parte de sacerdotes entre 1980 y 2015, aunque algunos casos se remontan a los años 20 del siglo XX.
El cardenal australiano George Pell, responsable de las finanzas del Vaticano, testificó ante la comisión como testigo, antes de ser acusado él mismo de pederastia ante un tribunal australiano en un proceso que sigue abierto.
El presidente de la comisión, Peter McClellan, entregó el informe de 17 volúmenes al gobernador general de Australia, Peter Cosgrove, que a su vez los presentará al Gobierno. El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, ha anunciado que el Gobierno destinará unos 40 millones de dólares (34 millones de euros) para apoyar el acceso a las indemnizaciones y la creación de una fuerza para considerar y coordinar las acciones tras las recomendaciones.