El Gobierno alemán condena los experimentos con monos y humanos para probar las emisiones de los coches
- Volkswagen, BMW y Daimler financian el organismo que encargó esos tests
- Según la prensa estadounidense, también se han realizado pruebas con monos
El Gobierno alemán ha condenado las pruebas de laboratorio realizadas con personas y monos para comprobar el efecto de las emisiones contaminantes, unos tests que ha calificado como "injustificables". La reacción del Ejecutivo de Merkel llega después de que dos diarios germanos -Stuttgarter Zeitung y Süddeutsche Zeitung- informasen este domingo de que un centro de investigación alemán financiado por los gigantes de la automoción del país ha probado con 25 jóvenes el efecto que tiene inhalar dióxido de nitrógeno durante determinado tiempo.
"Esas pruebas con monos, e incluso con personas, no son justificables desde el punto de vista de la ética y despiertan dudas muy graves sobre aquellos que están detrás de los tests", ha asegurado el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, durante su rueda de prensa diaria en Berlín.
El portavoz de la canciller Angela Merkel ha advertido que "los órganos supervisores de quienes realizaron esos contratos tienen una responsabilidad especial".
Este escándalo surge con otra polémica de fondo, la de la manipulación de emisiones contaminantes realizada por Volkswagen, descubierta en 2015 y que amenaza a la tecnología diésel por la que habían apostado en los últimos años los principales fabricantes europeos.
Un encargo financiado por los gigantes alemanes de la automoción
Según las informaciones de los dos periódicos alemanes, el estudio realizado por el centro de investigación de la universidad alemana de Aquisgrán y publicado el año pasado fue encargado por el grupo europeo que investiga el medio ambiente y la salud en el sector del transporte (conocido como EUGT), un organismo que -según esos diarios- está financiado por Volkswagen, Daimler y BMW.
Stuttgarter Zeitung asegura que el experimento consistió en que unos 25 jóvenes con buena salud inhalaran durante varias horas distintas dosis de dióxido de nitrógeno, el gas que genera la combustión de los motores diésel. La prueba, según este rotativo germano, no pudo determinar el impacto que esas emisiones tienen en las personas.
Las pruebas también han sido rechazadas por uno de los fabricantes salpicados por el escándalo, Daimler, que ha indicado en un comunicado que está "consternado" por "la amplitud y la forma de realizar esos tests".
La revelación de los medios alemanes dos días después de que el diario estadounidense The New York Times publicase que ese mismo organismo europeo patrocinó unas pruebas similares con monos en 2014, a los que se hizo respirar las emisiones de un automóvil diésel de Volkswagen.
Según el rotativo norteamericano, el objetivo del EUGT era defender el uso de los motores diésel, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegurase que las emisiones de ese carburante eran cancerígenas.
El sábado, tras difundirse el reportaje del diario estadounidense, Volkswagen, BMW y Daimler condenaron ese tipo de pruebas.