Un informe republicano que denuncia abusos del FBI contra Trump enfrenta al presidente con su nuevo director
- El presidente de EE.UU. ya lo ha leído y tiene previsto difundirlo este viernes
- La nota acusa al FBI de espiar la campaña de Trump basándose en datos sesgados
- El nuevo director del organismo, nombrado en agosto, se ha opuesto a su difusión
- Los demócratas temen que el objetivo sea aguar la investigación de la trama rusa
Donald Trump se ha embarcado en su enésima batalla contra el establishment de Washington: su intención de hacer público un informe elaborado por congresistas republicanos que denuncia los supuestos abusos de poder del FBI al investigar su campaña electoral ha provocado un enfrentamiento con los demócratas y, sobre todo, con el nuevo director del organismo, Christopher Wray, al que el propio Trump aupó al cargo tras despedir a James Comey.
El controvertido informe ha sido redactado por varios congresistas republicanos por encargo de David Nunes, que preside el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, y, según las filtraciones de la prensa estadounidense, versa sobre las escuchas llevadas a cabo por la Oficina federal de Investigación (FBI) a un asesor de la campaña de Trump, Carter Page, ante la sospecha de que habría actuado como agente de Rusia.
El memorando republicano asegura que esa vigilancia se solicitó al juez basándose en datos sesgados, lo que supondría un abuso de poder que pondría en cuestión la neutralidad del FBI en sus investigaciones sobre la trama rusa, que trata de desvelar la supuesta implicación del equipo de campaña de Trump en las injerencias del Kremlin durante las elecciones presidenciales.
El presidente de Estados Unidos no lo ha leído hasta este mismo jueves, según ha admitido la Casa Blanca, aunque ya el martes una cámara de televisión le grabó en un aparte de un acto mientras aseguraba que autorizaría "al cien por cien" su difusión pública. Desde la Casa Blanca han confirmado que, efectivamente, se publicará este viernes.
Choque entre la Casa Blanca y el FBI
La decisión de hacer público el documento aboca a Trump a enfrentarse con el nuevo director del FBI, que se ha manifestado públicamente en contra de su difusión. De hecho, el organismo expresó este miércoles en un comunicado sus "serias preocupaciones" al respecto, al tiempo que alertaba de que el memorándum contiene algunas "omisiones de hechos materiales" que podrían comprometer su "exactitud"; también el Departamento de Justicia ha advertido de que puede revelar aspectos clasificados como secretos.
El congresista demócrata Adam Schiff, incluso, ha acusado que David Nunes de entregar al presidente una versión "secretamente alterada" del memorando, con "cambios sustanciales" que modificarían su contenido. El senador republicano, sin embargo, defiende que se trata de cambios "menores".
La oposición demócrata, de hecho, teme que el objetivo último sea desacreditar por completo la investigación sobre la trama rusa, el principal quebradero de cabeza de la administración Trump a lo largo de su primer año de mandato.
"Es evidente que el presidente [de la Comisión de Inteligencia] Nunes irá hasta el final para minar el Estado de Derecho e inmiscuirse en la investigación rusa", ha denunciado el líder demócrata en el Senado, Chuck Summer, mientras su colega en la Cámara de Representantes, Nancy pelosi, pedía la destitución del senador republicano.
Desacreditar la investigación de la trama rusa
En última instancia, los demócratas temen que los republicanos traten de deshacerse del fiscal especial Robert Mueller, al que Trump se vio obligado a nombrar ante la magnitud de las revelaciones sobre las injerencias rusas y los vínculos de su equipo con emisarios del Kremlin.
Algunos republicanos, en este sentido, no ocultan su rechazo a las pesquisas: "Toda esta investigación de Mueller es una ficción que nunca tendría que haber empezado", ha dejado caer Matt Gaez, miembro de la Cámara de Representantes, en una entrevista.
Con todo, no se trata solo de una disputa partidista, sino que la posible revelación del informe ha suscitado también suspicacias entre la comunidad de inteligencia, con la que Trump ya ha tenido encontronazos por la trama rusa.
"Temo que esta intervención hiperpartidista en el proceso no provoque más que daños inmensos en las instituciones, del Congreso a la presidencia, pasando, por supuesto, por el FBI", ha declarado este jueves el exdirector de la CIA Michael Hayden.
El contenido del memorando republicano
La clave de toda la controversia estriba en cuatro páginas en las que, por encargo de David Nunes, los miembros republicanos del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, uno de los comités del Congreso que analizan la trama rusa, resumen sus conclusiones sobre los supuestos abusos de poder del FBI.
Según lo que ha filtrado la prensa estadounidense, el informe secreto alega que el FBI aportó datos sesgados al juez que debía autorizar la ampliación de las escuchas y otras actividades de vigilancia sobre Carter Page, un consultor especializado en la industria del petróleo con numerosos contactos en Rusia que, hasta septiembre de 2016, asesoró en materia de política exterior a la campaña electoral de Trump.
Las sospechas de que Carter era un agente ruso se basaban en un informe proporcionado al FBI por el antiguo espía británico Christopher Steele, que posteriormente se reveló contenía numerosa información tendenciosa sobre la campaña de Trump. El memorándum denunciaría, además, que el organismo no advirtió al juez de que ese informe estaba financiado en parte por el Comité Nacional del Partido Demócrata.
En este sentido, el memorando republicano acusa directamente al número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, encargado de la investigación de la trama rusa como consecuencia de la inhibición del fiscal general, Jeff Sessions, por su implicación en el caso. Para los demócratas, el fin último de desvelar el informe sería cobrarse la cabeza de Rosenstein y, a medio plazo, acabar también con Mueller.