Trump se retracta: no impondrá aranceles a la Unión Europea
- Tampoco a Australia, Argentina, Brasil, Corea Sur, Canadá y México
- Sí lo hará contra China por valor de 60.000 millones y la demandará ante la OMC
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, ha decidido dejar fuera a la Unión Europea (UE), Australia, Argentina, Brasil y Corea del Sur, además de a sus socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Canadá y México, del aumento de aranceles a la importación de acero y aluminio que anunciará el Gobierno este viernes.
"Lo que (Trump) ha decidido hacer es interrumpir la imposición de tarifas a estos países", ha declarado ante el Comité de Finanzas del Senado el responsable de Comercio Exterior, Robert Lighthizer.
El presidente de Estados Unidos sí que impondrá, sin embargo, aranceles por valor de unos 60.000 millones de dólares contra China para contrarrestar sus "prácticas injustas" en el comercio tecnológico, una medida que puede desatar una guerra comercial entre las dos potencias.
El presidente "instruirá al Representante de Comercio (USTR) para que publique una lista de productos e impuestos que piensa tomar dentro de los 15 días posteriores a la firma del memorándum", ha asegurado Everett Eissenstat, subdirector del Consejo Económico Nacional. Estos productos podrían están valorados en unos 60.000 millones de dólares al año y podrían afectar a unos 1.300 tipos de bienes, desde zapatos y ropa hasta aparatos de tecnología punta.
Por su parte, la Casa Blanca ha asegurado que el presidente pedirá a su equipo demandar a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por supuestas violaciones de leyes comerciales.
Exige una bajada del déficil comercial
En la intervención que el presidente ha realizado este jueves, también ha exigido a China que "reduzca en unos 100.000 millones de dólares el déficit" comercial que tiene Estados Unidos respecto al gigante asiático. "Eso sería el 25% (del total) o quizá incluso más. Tenemos que hacerlo", ha dicho Trump al firmar una orden para imponer los aranceles.
"Estamos hablando con China y metidos en una negociación muy grande. Veremos dónde nos lleva, mientras tanto, vamos a tomar esta medida", ha añadido Trump, que no aclaró si, en el caso de que Pekín cumpla sus demandas sobre el déficit, se replanteará la imposición de los aranceles.
El presidente ha asegurado, además, que las prácticas de China dañan los derechos de propiedad intelectual de las empresas tecnológicas estadounidenses, porque Pekín fuerza a esas entidades a transferir su tecnología a compañías chinas como requisito para hacer negocios en ese país. "Hay un tremendo robo de propiedad intelectual, cientos de miles de millones de dólares cada año", ha asegurado.
Trump ha afirmado, además, que la imposición de aranceles a China, el segundo socio comercial de EEUU, harán que su país sea "mucho más fuerte y mucho más rico", y ha prometido que sus medidas comerciales serán recíprocas: "Si nos cobran, les cobraremos lo mismo".
Europa celebra la noticia
El jefe del Gobierno de Austria, Sebastian Kurz, ha sido el primero de los líderes europeos en reaccionar al anuncio del Senado estadounidense.
"Desde el principio hemos exigido una posición clara y dura ante la imposición inminente de tarifas estadounidenses. ¡Estoy feliz de la excepción anunciada para la UE!", ha indicado Kurz en un mensaje en la red social Twitter.
Kurz, quien participa en la cumbre de líderes de la UE en Bruselas, ha afirmado que la no inclusión del bloque comunitario en los nuevos aranceles es resultado de "una actitud clara" de los socios europeos en las conversaciones con Estados Unidos.
"Esto es muy importante para nuestra industria y trabajadores. Una guerra comercial nos hubiera perjudicado a todos", ha añadido.
China, dispuesta a tomar represalias
Antes del anuncio de Estados Unidos, el Ministro de Comercio de China ha asegurado en un comunicado que su país "no se va a quedar de brazos cruzados" y que llevarán a cabo, "inevitablemente, todas las medidas necesarias para defender nuestros derechos e intereses legítimos".
China podría tomar represalias, por ejemplo, contra los productos agrícolas estadounidenses como la soja o la carne de cerdo.
Pidiendo a EE.UU. que no actúen "emocionalmente", el primer ministro chino, Li Keqiang, ha advertido este lunes que una guerra comercial entre las dos principales potencias "no beneficiaría a nadie".
Trump cede a las presiones
Trump causó alarma a principios del mes de marzo al anunciar su intención de imponer nuevos aranceles a la importación de acero, de un 25%, y de aluminio, de un 10%, los cuales, según dijo en un principio, afectarían a todos los socios comerciales del país.
Sin embargo, el anuncio de Lighthizer ha reflejado la decisión del presidente estadounidense de ceder, al menos de manera temporal, a las presiones recibidas por la Casa Blanca, tanto por parte de sus principales socios comerciales como por algunos miembros del Gabinete.
El presidente evita así una posible guerra comercial con potencias como la Unión Europea o Brasil. Sin embargo, abre un enfrentamiento directo con China, quien aún no se ha pronunciado después de confirmarse la noticia.