China impone aranceles a 128 productos de Estados Unidos
- El país asiático responde así a la política arancelaria de Donald Trump
- Un grupo de 120 productos agrícolas tendrán un arancel del 15%
- Los restantes, entre ellos carne y productos de porcino, tendrán el 25%
- China urge a EE.UU. a dar marcha atrás en sus tarifas sobre acero y aluminio
China ha cumplido su amenaza y este lunes ha confirmado la imposición de aranceles comerciales a 128 productos estadounidenses, en respuesta a las tarifas que Washington anunció el mes pasado sobre importaciones de acero y aluminio y que afectan principalmente a los producidos en el gigante asiático.
Se estima que estos aranceles supondrán unos 3.000 millones de euros, una cuantía muy inferior a los más de 60.000 millones de los de EE.UU. Por este motivo, y por la selección de productos a los que se aplicarán, los analistas interpretan el movimiento, más que como una auténtica represalia, como un aviso al Gobierno de Trump para forzarle a negociar y evitar una escalada del enfrentamiento.
Pekín siempre ha insistido en que quiere evitar una guerra comercial y ha advertido a la Casa Blanca de que no abra "la caja de Pandora".
Un conjunto de 120 productos, entre ellos frutas, frutos secos y vino, tendrán un arancel del 15%, mientras que productos porcinos y relacionados tendrán un arancel del 25%, según ha anunciado el Ministerio de Comercio.
La medida, que entra en vigor desde este lunes mismo, es una respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el 25% en las importaciones de acero y del 15% en las de aluminio procedentes de varios países, pero sobre todo, de China.
Pekín pide a Washington que dé marcha atrás
En un comunicado separado, el Ministerio de Comercio chino ha urgido también a Estados Unidos a dar marcha atrás en sus aranceles que, según Pekín, violan las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y le exige volver a la normalidad en los intercambios comerciales bilaterales.
"Esperamos que Estados Unidos pueda cancelar estas medidas para que el comercio de productos entre China y Estados Unidos pueda volver a su vía normal", apunta el ministerio en su nota de este lunes.
Como "las dos economías más grandes del mundo", la "única opción correcta" para los dos países "es la colaboración", por lo que ambos tienen que "evitar un perjuicio más grande" a través "de la negociación", agrega.
Tras las medidas impuestas por el Gobierno del presidente Donald Trump, China también había advertido de que contemplaba emprender medidas legales en el marco de la OMC al considerar que las restricciones estadounidenses interfieren en el orden del comercio internacional.
En el comunicado, el ministerio chino insiste que las medidas estadounidenses son un "ataque grave" contra los principios de la OMC y una falta a "la no discriminación", que "es la base del sistema de comercio multilateral".
La política comercial de Trump ha sido criticada con fuerza por diversas organizaciones, y la propia OMC anunció hace unos días que observa con gran atención y cautela las primeras consecuencias de las decisiones de Estados Unidos.
Aunque las tarifas arancelarias de EE.UU. afecta a otros países, China es el que sale especialmente dañado ya que hasta ahora el mandatario ha decidido dejar fuera a sus socios norteamericanos -Canadá y México-, así como a la Unión Europea, Australia, Corea del Sur, Brasil y Argentina.
EE.UU. dice que las medidas están "sujetas a negociación"
El proteccionismo fue una de las promesas de la campaña de Donald Trump, quien ha asegurado en las últimas semanas que no tiene miedo a "la guerra comercial", ya que -ha asegurado- estas batallas son "buenas" y "fáciles de ganar".
El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, aseguró la semana pasada que Estados Unidos seguirá adelante con los aranceles al acero y al aluminio, aunque reconoció que las medidas contra China "estaban sujetas a negociación".
"Estamos procediendo con estos aranceles a menos que tengamos un acuerdo aceptable y que el presidente dé su aprobación", agregó Mnuchin, quien aseguró que no tendrán un gran impacto en la economía a corto plazo, pero que "lo que estamos haciendo es, a largo plazo, muy bueno para la economía".
Desde la Cámara de Comercio Estadounidense en China, han reiterado este lunes su "preocupación" por la posible guerra comercial que afectaría a las dos economías más grandes del mundo y a toda la comunidad internacional.
Sin embargo, insisten en que Estados Unidos ha emprendido estas acciones porque considera que hechos como "el robo cibernético", "la transferencia de tecnología forzada" o "las políticas discriminatorias de China" son algo "muy grave".