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Ayuntamiento de Madrid

Madrid exigirá requisitos como un acceso directo a la calle para reducir en un 95 % los alquileres turísticos

  • El Ayuntamiento de la capital presenta el plan de usos de alojamientos turísticos
  • Asegura que el borrador "no está en contra del turismo, sino de la turistificación"
  • Está previsto que la nueva normativa se apruebe a finales de este año

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Apartamentos en la plaza de Ramales, en el centro de Madrid
Apartamentos en la plaza de Ramales, en el centro de Madrid

El Ayuntamiento de Madrid ultima una nueva normativa sobre los alojamientos turísticos que exigirá, entre otros requisitos, que las viviendas destinadas al alquiler turístico tengan un acceso directo a la calle, con el objetivo de reducir en un 95 % este tipo de oferta, especialmente en el centro de la ciudad, según ha explicado este jueves el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo.

La nueva normativa, que pasará por la Junta de Gobierno el próximo mes de junio y se aprobará definitivamente en Pleno en noviembre o diciembre, busca emular a ciudades como Palma de Mallorca y "limitar la expansión" de los apartamentos turísticos en el centro, ha indicado Calvo, quien ha recalcado que el Ayuntamiento "no está en contra del turismo, sino de la turistificación".

Calvo ha presentado el borrador de la iniciativa tras la Junta de Gobierno de este jueves, en una rueda de prensa en la que ha mostrado su preocupación por la "sobreocupación turística" que se está produciendo en la zona centro de Madrid, lo que ha llevado a plantear esa nueva normativa que "limite" la expansión de las viviendas turísticas no reguladas.

En este sentido, para asacar adelante la iniciativa ha reclamado al apoyo del PSOE, con quien ha dicho que Ahora Madrid comparte "objetivos comunes por el control del turismo". Asimismo, ha hecho un llamamiento al PP y a Ciudadanos para que "dejen de mirar a otro lado ante la desregulación de este tipo de viviendas".

División de la ciudad en zonas con diferente regulación

Una de las medidas planteadas es dividir la ciudad en cuatro áreas, lo que permitirá abrir un debate sobre las formas de regulación que permitan la "convivencia armónica" de los distintos usos en función "de las condiciones específicas de cada zona".

En función de esta nueva división, el Área 1 correspondería al distrito de Centro; el Área 2 afectaría a los distritos de Chamberí, Arganzuela, parte de los distritos de Salamanca y Retiro y el barrio de Argüelles en el distrito de Moncloa-Aravaca; el Área 3 sería el resto de la almendra central y zonas de Puerta del Ángel, Príncipe Pío y Chamartín; y, finalmente, al Área 4 pertenecería el resto de la ciudad de Madrid.

Combate así el encarecimiento de los pisos por el auge de plataformas como Airbnb. La norma se hará definitiva en julio, cuando termina la moratoria de un año impuesta por el Consistorio.

Los exigencias para las viviendas turísticas en la almendra central serán "mucho más estrictas" y se harán "más laxas" a medida que los inmuebles estén situados más lejos del centro, ya que en estas zonas se ha detectado una "menor preocupación" por esta problemática, ha asegurado Calvo.

Una de las medidas es prohibir la apertura de cualquier tipo de vivienda turística en edificios de uso residencial, salvo que cuenten con un acceso independiente a la calle. "Son condiciones muy estrictas porque nos preocupa el excesivo número de viviendas de este tipo y hay que reducirlo drásticamente", ha insistido el delegado, quien ha añadido que estas medidas "pretenden reducir en un 95 % las viviendas de uso turístico".

Reducir el acoso inmobiliario

El plan también pretende hacer frente al acoso inmobiliario en edificios residenciales, con medidas como la prohibición total de cambio de uso residencial a terciario en las zonas 1 y 2, que reducirán los incentivos de los propietarios de edificios para echar a los residentes: "Podrán expulsar a los vecinos de los bloques, pero tendrán que mantener el uso residencial y destinarlo al alquiler estable y no vacacional", ha advertido Calvo.

Otra de las medidas es contemplar que las viviendas y apartamentos destinados a uso turístico que sean alquilados durante más de 90 días se integran urbanísticamente dentro del uso terciario hotelero, con lo cual, según dicho plan, se requeriría una licencia urbanística.

Calvo ha avanzado que el Ayuntamiento pondrá en marcha un mayor control digital y un refuerzo en la inspección, valiéndose para ello de la experiencia de ciudades como Barcelona o Ámsterdam, que cuentan con servicios de inspección de las páginas webs dedicadas a este tipo de alquileres y cruzan datos para comprobar que no se destinan al turismo más de 90 días al año.

"Hay que diferenciar entre turistificación y turismo, que es un sector económico productivo que nos interesa mantener y potenciar, pero siempre que sea sostenible y esté regulado adecuadamente", ha remarcado Calvo,