Rajoy deja la presidencia del PP: "Es lo mejor para el PP, para mí y para España"
- Pilotará el partido hasta que un Congreso extraordinario elija a su sucesor
- Encomienda la renovación del PP a la futura Presidencia y se pone "a la orden"
- Cree que el gobierno de Sánchez es un "ejemplo insuperable de postverdad"
- Dice que Sánchez buscó desde 2016 el "gobierno Frankenstein" y Rivera le aupó
El presidente del PP y expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado ante los principales dirigentes de su partido y los barones regionales que deja la Presidencia de la formación. "Es lo mejor para el PP, para mí y para España", ha reconocido un emocionado Rajoy, que seguirá al frente de la formación hasta que un congreso extraordinario elija a su sucesor o sucesora, en cuyas manos deja la renovación del Partido Popular.
"Esto es mi vida y seguirá siéndolo", ha dicho Rajoy, al borde de las lágrimas y con sus dirigentes puestos en pie brindándole la última gran ovación. Tras 37 años de militancia en el partido "en toda clase de cargos" y 14 años como presidente de la formación, ha recordado, mantendrá su carnet de afiliado y se ha puesto a disposición de quien sea el futuro presidente del PP, al tiempo que ha asegurado que no acometerá cambios ni en la dirección del partido ni en el grupo parlamentario ni nombrará candidatos para las elecciones de 2019.
Así las cosas, ha propuesto la "pronta" celebración de una Junta Directiva Nacional que convocará un congreso extraordinario -que se prevé en julio, según fuentes de la dirección nacional- para abrir "una nueva etapa" en el PP con una nueva dirección "y más ilusión que nunca". Con la voz tomada por la emoción, Rajoy afirmó dejar el liderazgo del PP con el "inevitable sinsabor de abandonar la tarea en mitad de la cosecha", pero ha prometido "seguir" con el PP: "No me imagino mi vida fuera del PP, se lo he dado todo", ha dicho.
De esta forma, Mariano Rajoy abandona la dirección del PP cuatro días después de haber perdido el Gobierno en manos del PSOE y Pedro Sánchez, y opta por una salida ordenada para que un nuevo liderazgo asuma el rumbo del partido, a un año de las elecciones locales, autonómicas y europeas. "Es lo mejor para el PP y para mí y creo que también para España. Lo demás no importa nada", ha afirmado.
Agradecimiento y autoestima para el futuro
Rajoy anunció su despedida después de tratar de aumentar la autoestima de sus compañeros de filas, muchos de los cuales ya esperaban un impulso renovador antes de los acontecimientos tras la sentencia del caso Gürtel y esperaban que ahora se abriera esta anunciada nueva etapa.
Pero antes de irse, el líder de los 'populares' ha querido evocar los aspectos más positivos de su gestión política y económica y remarcar que el PP es "el partido más grande de España", con el grupo parlamentario más numeroso en el Congreso y mayoría absoluta en el Senado, además de tener "unos dirigentes preparados y una militancia como ninguna otra".
"Tenemos que defender nuestro trabajo, evitar que vuelvan a dejar a España en caída libre", ha dicho en referencia al nuevo Ejecutivo socialista, y ha llamado a los dirigentes 'populares' a "defender nuestra verdad, nuestra idea de país, nuestros valores, nuestra trayectoria y nuestro proyecto de futuro".
Rajoy ha agradecido a todo el partido "su ayuda y apoyo en toda clase de circunstancias" y su "enorme lealtad hasta el último día", teniendo un recuerdo por igual tanto para sus ministros y la que fue vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como para los dirigentes del Comité Ejecutivo del partido, encabezados por la secretaria general, María Dolores de Cospedal.
Con vistas al proceso sucesorio que abre su salida en el PP, el hasta ahora presidente también se ha querido echar a un lado y ponerse expresamente, ante los líderes a los que ha dirigido hasta ahora, "a la orden de quien elijáis". "Y a la orden es a la orden, y con la lealtad que mi conciencia y mis 40 años aquí me exigen", ha añadido en su despedida.
Sánchez, el triunfo de la "postverdad"
Antes, en un discurso de una media hora, Rajoy ha hecho un balance de su gestión, ha tratado de levantar el ánimo de su partido y ha permanecido en su lectura de la moción de censura que hace unos días le echó de Moncloa en favor de Pedro Sánchez.
Se va Rajoy convencido de que lo sucedido en la última semana sienta un "precedente" grave en la democracia española porque el líder socialista "nunca" ha ganado unas elecciones, y que constituye "un ejemplo insuperable de postverdad”, porque entiende que ni el PP fue condenado penalmente por el caso Gürtel, cuya sentencia motivó la moción de censura contra él, ni el Gobierno del PP tenía relación con el caso, ni fue juzgado como acusado o eludió sus responsabilidades políticas.
Rajoy ha criticado que "se ha sentado un precedente grave en la democracia española" al alcanzar la Presidencia del Gobierno "alguien que no ha ganado las elecciones nunca". "Ese comportamiento jamás había llegado al Gobierno de la nación, y para eso ha tenido que hacerse acompañar por los grupos más extremos del populismo radical y del independentismo más sectario", ha señalado.
Para el expresidente del Gobierno, las "manipulaciones y mentiras" elaboradas en torno a la sentencia del caso Gürtel, que condenaba al PP a una multa de 245.000 euros como partícipe a título lucrativo de la trama corrupta y daba por acreditada la existencia de una caja B arraigada desde 1989, han servido para "crear una descalificación global, falaz e hipócrita" contra el PP y su persona.
"No nos han censurado los ciudadanos"
"No nos han censurado los ciudadanos, esa es nuestra tranquilidad y nuestra fuerza", ha concluido el presidente del PP, que en su razonamiento ha puesto las mayorías en las urnas por encima de las mayorías parlamentarias. Con estos argumentos, ha responsabilizado de su expulsión de Moncloa a las "alianzas" de sus adversarios políticos, "jaleados por el populismo que ha infectado algún otro sector de la sociedad española que no es la política".
Así, ha censurado que el líder socialista llevaba buscando desde 2016, cuando optó a la investidura como presidente, formar un "gobierno Frankenstein" que entonces le impidió su partido, y que le resulta "inquietante" la "fragilidad" del nuevo gobierno ante los retos que se le plantean, especialmente en Cataluña.
"Podemos aventurar más inestabilidad, más bloqueo político del que hubo y mayores problemas para la gobernabilidad del país", ha augurado Rajoy, de lo que ha hecho responsable a todos los que han apoyado a Sánchez, o a quienes su "ambición atropellada no ha dejado de darle excusas para sus propósitos", en referencia a Albert Rivera y Ciudadanos.
Críticas a los "socios desleales" de Ciudadanos
Y es que Rajoy se ha empleado con dureza para responsabilizar a Cs de encumbrar a Sánchez como presidente por su "afán" de hacer oposición al PP. Para Rajoy, el partido naranja, al que se ha referido en otro momento al hablar de "socios desleales", no supo "dar la batalla" al independentismo en Cataluña pese a ser el partido más votado y optó por "generar inestabilidad" en Madrid contra el Gobierno del PP, palabras con las que arrancó los primeros aplausos de su intervención.
"Tanto afán por hacer oposición al Gobierno que nos ha llevado a uno nuevo aupado por los independentistas; paradojas de la vida", ha señalado Rajoy, que ha considerado de que la situación en Cataluña "dista mucho de estar normalizada” y, aunque afirmó que "probablemente" hayan cometido errores, en Cataluña "ni hay independencia ni Puigdemont es presidente" y que los responsables de la declaración de independencia están "respondiendo ante la Justicia".
Rajoy, que también defendió su estrategia de "no moverse" ante el fin de ETA y la amenaza de rescate al país durante la crisis -lo ha comparado con el Ulises de Homero "atado al mástil de su barco para no sucumbir al canto de las sirenas"-, ha concluido sobre su gestión política: "Hemos defendido la unidad con prudencia y con firmeza, nos han dado lecciones de todas partes, pero somos nosotros los que hemos tomado decisiones y creo sinceramente que fueron las correctas".